Monegros

LOS MONEGROS - TRADICIONES

‘La vieja remolona’, una tradición ancestral

Alcubierre celebra su singular fiesta con este personaje que representa el largo y frío invierno

‘La vieja remolona’, una tradición ancestral
‘La vieja remolona’, una tradición ancestral
S.E.

En los Monegros existen un conjunto de prácticas o tradiciones que definen su personalidad completando las particulares propias de sus habitantes, marcando su cultura y formando un conjunto que identifica y diferencia cada pueblo. "Se trata de una cultura trasmitida de generación en generación y que gracias a su estudio, se puede analizar, conociendo así, la diversión de nuestros antepasados, sus costumbres y ritos", explica Alberto Lasheras, un apasionado por la cultura monegrina y que desde su municipio natal, Alcubierre, destaca una de las tradiciones más ancestrales, La Vieja Remolona.

"Se celebra siempre el tercer miércoles de cuaresma y se comienza la víspera a preparar a la Vieja", dice Lasheras, quien explica que se elabora tomando como soporte una escoba, realizando el cuerpo de la vieja con un relleno de trapos o lana, se le forma la cabeza, se le pinta la cara (también puede ser una careta) y se adorna con toda serie de complementos: peluca, mantón, bolso, incluso bisutería. A la mañana siguiente, de nueve a diez, aproximadamente, los chicos de la escuela salen en cuadrilla a pedir por las casas. Llevan unas canastas con paja para portar los huevos, los espedos, una caja para el dinero que les dan a modo de propina y con la Vieja Remolona, perfectamente vestida y engalanada.

"Tiempo atrás, las cuadrillas de chicos limpiaban los espedos (una varilla de acero, con un extremo curvado, cerrado formando un ojo, para luego poderlo colgar, y una punta afilada por la que se insertan naranjas, chorizo, chullas de tocino, jamón...) y les sacaban brillo en la lometa de la arena", una pequeña colina, cuya cima está abierta a modo de cráter, en el que hay un estrato de arenisca idónea para este tipo de función ya que no está muy compactada.

"El uso de esta arenisca se remonta a tiempos muy antiguos, pues por su proximidad al pueblo, ante la ausencia de lijas y utensilios más modernos de limpieza y afilado, era costumbre dirigirse a este lugar a buscar este material para afilar, bien aquí o en su casa, cuchillos, hachas...", narra el alcoberrano. "Durante el recorrido y visita de las casas, los chicos van cantando la canción de La Vieja Remolona para pedir "Sólo chocolate y chullas si les dan", y si bien en todas las casas van llenando la canasta con toda clase de viandas, huevos, frutas y chuches, cuentan que en alguna casa decían: "¡Con una estaca vieja!", lo que provocaba que los chavales les lanzaran objetos contra la fachada.

La ronda por el pueblo dura el resto de la mañana y por la tarde hace que las madres sean las encargadas de preparar a los escolares una gran merienda con todo lo que han recogido. "Con los huevos recolectados y con el resto se preparaba bizcocho para tartas y brazos de gitano que se hacían en la casa en la que cada año se hacía la Vieja rotando entre todos los componentes que formaban la cuadrilla". Actualmente se hace en el salón social o en el comedor del centro de día y las tartas ya no se elaboran en casa, sino que se compran en la pastelería.

La tradición antigua hacía que los alumnos le llevaran una tarta al maestro, al cura, y otra al alcalde, pero ha cambiado y aquellas rondas de los años setenta con más de sesenta chicos, en grupos de diez, que sacaban a seis viejas remolonas han pasado a un grupo reducido y tan solo a una.

SIGNIFICADO E INTERPRETACIÓN DE LA FIESTA

"El muñeco de la Vieja representa el largo y frío invierno que se resiste a marchar. Los niños encarnan lo nuevo, la primavera, el renacer de la vida y la esperanza. El muñeco vestido puede recordar una figura del carnaval", manifiesta Lasheras relacionando la tradición con el ciclo de la primavera. "Es la fertilidad, el deseo de tomar suficientes alimentos para soportar el ayuno de la cuaresma, pues al situarse más o menos a mitad de este ciclo, rompe un poco los días de austeridad y rigor de las costumbres cristianas", explica. Considerando que se celebra en el marco de la Semana Santa, con su etapa preparatoria de la cuaresma, "no se debe separar este ritual ni del carnaval ni de la Semana de Pasión para poder entender su significado", apunta.

En este sentido, Lasheras añade que "igualmente se podría relacionar con los ritos "del espíritu de la abundancia", por todo lo que se recolecta y el banquete que se celebra y con el carnaval, ya que en algunos ritos de nuestra provincia, aparece un muñeco de paja, que al final se quema, como en Bielsa, Gistaín, Plan, San Juan de Plan... por lo que podemos considerar a la Vieja Remolona, en parte, está relacionada con el carnaval".

Si bien el caso más parecido es el de Torres de Montes, en el Somontano, donde se realiza de forma parecida la fiesta del Viejo Remolón, el cuarto miércoles de cuaresma con un significado similar, pidiendo por el pueblo, celebrando una merienda, pero al final quemando el muñeco. En Alcubierre no se quema la vieja, sino que se desmonta y así al año siguiente volverla a hacer con nuevos materiales o reutilizando parte de los mismos.

A lo largo de los años, los alcoberreños han preguntado a sus mayores por el origen de esta tradición pero la respuesta siempre era que los abuelos de sus abuelos ya la celebraban.

"Tenemos algún dato de que en unas localidades de Almería celebran la Romería de La Vieja Remolona coincidiendo la denominación", por lo que Lasheras se puso en contacto con la sección de Cultura del Ayuntamiento de Carboneras, y con una asociación cultural. "Preparan un muñeco muy similar al nuestro, lo visten con ropas o con papel de colores, le pintan la cara y la cabeza, la rellenan de golosinas que al final de la comida, que preside el muñeco clavado en el suelo, lo parten y toman las golosinas de su interior", concluye.