La Cartuja de las Fuentes, de ruina poética a grandeza arquitectónica y pictórica

HUESCA.- Aquella ruina poética o capilla Sixtina de Los Monegros, como muchos llamaban a la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, vio la luz de su recuperación aquel 2 de junio de 2015, cuando la Diputación Provincial de Huesca la adquirió oficialmente por 261.945,52 euros.

Este bien patrimonial se ubica en el municipio monegrino de Sariñena, y es uno de los elementos más importantes de la arquitectura de la Ilustración del siglo XVIII en Aragón, al que en 2002 el Gobierno de Aragón le otorgó la distinción de Bien de Interés Cultural.

Pero antes de la citada fecha de 2015 muchas personas relacionadas con el patrimonio cultural de esta zona lucharon y reclamaron una absoluta conciencia de esta relación del individuo en su legado, desde el espíritu romántico hasta los reclamos artísticos y culturales, la Cartuja nunca pasó desapercibida, y a pesar de los malos augurios que se removían sobre ella, la realidad sobrevive.

Belén Boloqui, José Ignacio Calvo, Elena Barles, los integrantes de Artemonegros, la Plataforma Salvemos La Cartuja, Joaquín Ruiz y muchos más amantes de este legado patrimonial dedicaron mucho esfuerzo para su conservación, "este edificio está vivo", expuso Alberto Lasheras en uno de los manifiestos leídos en las romerías reivindicativas "hablamos de la fundación cartujana más antigua de Aragón, llevada a cabo en 1507 por Blasco de Alagón y su esposa, cuando aún no eran Condes de Sástago. Nuestra Señora de Las Fuentes tiene una historia rica en hechos que debido a los avatares padecidos por sus monjes tras la desaparición de sus fundadores y de sus principales benefactores, provocándoles un estado de carencia de medios y precariedad que les obligo a abandonar sus instalaciones. Este incidente hace que el obispo D. Hernando de Aragón funde en 1563 la Cartuja de Aula Dei, para darles cobijo tras su salida de Monegros" explicaba Lasheras, investigador, historiador de los Monegros, apasionado de su tierra y guía en la actualidad de La Cartuja.

Fue en 1705 cuando se refunda el monasterio actual, poniéndose la primera piedra en 1714 y concluyendo las obras en 1797. El resultado fue un bellísimo conjunto, ejemplo de la arquitectura monástica del siglo XVIII, de estilo barroco-tardío-clasicista, con gran influencia de las obras del arquitecto Buenaventura Rodríguez, y gracias a los donativos de los hermanos Comenge, de Lalueza, y a los que se obtuvieron de la Corte, pudo levantarse esta iglesia del monasterio nuevo, ocupándose también de la construcción del Retablo Mayor, elaborado por Carlos Salas, así como el tabernáculo, sillería del coro y aguamanil, obras desaparecidas a excepción del tabernáculo que se guarda en el Pilar de Zaragoza.

Asimismo, en varias cláusulas de estos contratos se otorgaron a Fray Manuel Bayeu atribuciones de supervisión y control de trabajos: "fue el encargado de llenar todos esos espacios vacíos, a lo largo de unos treinta años", manifiesta Lasheras considerando que este maravilloso ciclo de pinturas ha resistido la Guerra de la Independencia, el decreto de José I Bonaparte (11 de febrero de 1809) suprimiendo las órdenes religiosas al norte del Ebro, las desamortizaciones, las Guerras Carlistas, la Guerra Civil o su uso como almacén de cereales y ganado. "A pesar de todo lo sufrido, es el tercer conjunto de pintura mural más importante de Aragón tras El Pilar y Aula Dei y que debemos preservar para las futuras generaciones" destaca Lasheras agradeciendo a la familia Bastarás la conservación del monasterio "gracias a esta familia las pinturas, la Cartuja de las Fuentes no cayeron en total abandono".

Afortunadamente, la Diputación oscense tomó las riendas del Monasterio y después de cinco años continúa con su restauración, incluso una vez finalizado el estado de alarma, la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes ha recuperado las visitas guiadas al recinto, con todas las medidas de higiene necesarias para garantizar la seguridad de los turistas y de los guías que hacen una completa, amena y cultural visita guiada.

Entre los proyectos vigentes cabe destacar la consolidación y restauración del atrio central del edificio principal, siendo la valoración de las obras descritas en la memoria ascienden a 86.381,78 euros y desde que en 2015 la Diputación Provincial de Huesca adquirió el conjunto monástico, se han invertido alrededor de 1.500.000 euros en 3 fases de actuaciones.

En la actualidad, se está redactando el proyecto para condicionar este espacio como acceso y recepción de visitantes, y también está previsto intervenir en el claustrillo y patios interiores, la restauración de las pinturas en riesgo y del atrio de entrada a la iglesia.

Además, se ha estrenado una innovadora identidad visual corporativa, en la que arte, patrimonio y territorio se dan la mano a través de las pinceladas de Bayeu y el color ocre característico del desierto monegrino.