Tardienta o la simbiosis entre agua, paisaje y patrimonio

En la comarca de Los Monegros, Tardienta es parada obligada para todos aquellos que quieran descubrir un entorno con historia, pero en el que también hay rincones hermosos con importantes tesoros patrimoniales y paisajísticos.

La posición Santa Quiteria trasladará a los visitantes a un momento crucial de la historia de España. El papel del municipio fue fundamental ya que fue un enclave de indiscutible relevancia geoestratégica en el Frente de Aragón durante la Guerra Civil para el control de la carretera de Huesca y Zaragoza, así como de la línea del ferrocarril.

Desde el punto de vista patrimonial destaca la ermita de Santa Quiteria, ubicada en la sierra de Alcubierre. Desde este lugar, el visitante podrá trasladarse hasta la época romana, pudiendo contemplar la Vía Lata, así como la totalidad de la estepa monegrina, un enclave único en su especie. También podremos vislumbrar las sierras de Gratal y Guara, que nos ofrecerán múltiples paisajes por los que pasear y realizar diferentes actividades.

El agua marca la diferencia

En los alrededores de Tardienta, comprobaremos que el agua está muy presente dentro del patrimonio tardientano. En el municipio coinciden algunas de las principales obras hidráulicas de los Riegos del Alto Aragón: el Canal de Monegros, el acueducto y el llamado 'Abrazo de Tardienta', donde se unen las aguas del Canal de Monegros y el Canal del Cinca. Todo el que quiera conocer el aprovechamiento que se le ha dado al agua desde épocas remotas puede acudir a las visitas guiadas del Centro de Interpretación del Agua (CIAM).

Tardienta también es un buen lugar para los apasionados del deporte. Los canales y barrancos que hay por la zona ofrecen un entramado perfecto para las rutas BTT, pudiendo hacerse varias con salida desde el municipio. En el casco urbano, también se puede pasear gracias a sus múltiples zonas verdes como la que rodea la iglesia parroquial de Santiago el Mayor, el parque José Barluenga Mur, el paseo de la Arboleda o la zona deportiva.

Dando un paseo por el pueblo puede visitarse también la sala de exposiciones municipal, que todos los domingos abre sus puertas para mostrar el trabajo de diferentes artistas en fotografía, pintura o escultura, haciendo un especial seguimiento a los artistas de la zona.

Y, como en toda excursión que se precie, tras la visita hay que reponer fuerzas. Nada mejor que hacerlo con una gastronomía local que incluye productos como el ternasco, los embutidos artesanos, los farinosos y los empanadicos. Estos son dulces típicos de un pueblo que cada mes de mayo renueva sus antiguas tradiciones con las fiestas de Santa Quiteria y su dance de sonidos ancestrales.