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Lorién Otal Bornao: “Poderoso es don Contactos, por lo que vemos en este país corrupto”

“Le haría la reverencia a cualquiera que realice un acto de bondad desinteresado por alguien que lo necesite”

Lorién Otal Bornao
Lorién Otal Bornao
M.B.

Nacido en Lanaja, Otal está empadronado en Sariñena, donde tiene el centro de Fisioterapia Osteopatía y Rehabilitación desde 2019. Se trata de un joven emprendedor monegrino que ya ha consolidado su centro en Los Monegros y sus alrededores, donde la clientela está ocupando gran parte de la agenda de cada día. Su meta es crecer sin dejar de tratar a cada paciente que acude al centro como a una persona única, con tratamientos exclusivos y atención individualizada.

¿Cuál es el emoticono que define su personalidad?

—La cara sonriente con las manos.

¿A quién le daría el premio nacional de gastronomía altoaragonesa?

—A mi padre por sus migas aragonesas hechas con ajo, cebolla, sebo de ternasco y nada más.

La sonrisa es el lenguaje universal de las personas inteligentes. ¿Sonreímos poco?

—Para mí la sonrisa es de las personas felices, más que inteligentes. Reír genera una respuesta bioquímica, no intelectual (perdón, me salió la vena profesional, risas), y sí, sonreímos menos de lo que deberíamos.

¿A quién le haría usted sin dudarlo la reverencia?

—A cualquier persona que realice un acto de bondad desinteresado por cualquier otra persona o animal que lo necesite.

¿La hipocresía cotiza al alza o a la baja?

—Creo que eso siempre cotiza a la baja.

¿Poderoso caballero es don dinero?

—Y don contactos, por lo que vemos día a día en este país corrupto. Me gustaría responder que no, pero la realidad es que sí.

¿Es usted más de esperar o de reaccionar a las primeras de cambio?

—Depende para qué pero suelo reflexionar las cosas, en frío siempre se piensa mejor.

¿Orgullo altoaragonés y/o cosmopolitismo planetario?

—Orgullo altoaragonés y más llamándome Lorién (Lorenzo en fabla aragonesa) y Otal (pueblo y valle del Pirineo aragonés) de apellido.

Egoísta, inteligente, preparado y crítico. ¿Es usted un millennial?

—No, soy Lorién, fisioterapeuta-osteópata. Encantado.

Si los Reyes de Aragón levantaran la cabeza y vieran el panorama (mundial), ¿retornarían a su reposo eterno a la velocidad del rayo?

—Seguro que sí, aunque creo que alguna cabeza rodaría antes de volver a su reposo eterno.

Si no hubiera sido fisioterapeuta, ¿sería…?

—Seguramente habría sido albañil, es el oficio de mi padre, supongo que si no hubiese estudiado me habría metido de lleno en el sector de la construcción y seguir con el legado familiar.

Dime con quién te juntas y te diré quién eres. ¿Hace un casting para seleccionar sus amistades?

—No, intento conocer a las personas y conforme pasa el tiempo ves si tienes más conexión o menos.

¿Cuáles son sus criterios de selección de las personas?

—Que sea buena persona es el principal.

¿El negocio es la negación del ocio o usted se divierte currando?

—A mí me encanta mi trabajo, disfruto con él, de otro modo no habría estudiado tres años de fisioterapia y seis de osteopatía.

¿Qué es lo que le gusta exprimir hasta la saciedad?

—Las naranjas y el cuentarrevoluciones del coche.

¿Cuál es la clave para ser un buen fisioterapeuta?

—No sé si existe una clave para ser un buen fisioterapeuta pero si te gusta tu trabajo, disfrutas con él, eres constante y le pones empeño y ganas, al final empiezas a ver resultados positivos a ese largo esfuerzo de nueve años de formación y prácticas.

¿Qué importancia tiene la empatía en el tratamiento con los pacientes?

—En mi opinión tiene mucha importancia, ya que si empatizas con el paciente el tratamiento tiene muchos más beneficios puesto que el paciente se siente más cómodo, tranquilo y relajado.

¿En qué piensa cuando está tratando a una persona?

—Pienso, antes de tratar al paciente, en toda la anatomofisiopatologia relacionada al problema que me cuenta para llegar a un buen razonamiento clínico y a las técnicas más adecuadas para ese paciente en concreto. Una vez empiezo a trabajar, mi cerebro ya no es el que piensa, son mis manos las que sienten lo que pasa, piensan y tratan por mí, es maravilloso.

Qué tipo de paciente trata más veces, ¿los que vienen porque ya no pueden soportar el dolor o los que se cuidan?

—Ambos dos, aunque es verdad que vienen más a menudo los que ya no pueden aguantar el dolor porque el tratamiento de estos es de una duración más larga.

Díganos la frase que más encaja con usted como fisioterapeuta.

—Ojo clínico, tratamiento directo.

Díganos la frase que más encaja usted como emprendedor.

—Todo esfuerzo tiene su recompensa.

Si consiguiera la lámpara del genio ¿Qué tres deseos pediría?

—Salud, amor y que no falte ningún día un plato de comida en la mesa es lo principal.