Monegros

ganadería

Una granja de 3.000 reproductoras creará 15 empleos directos en Valfarta

Red Ganadera de Caspe, gestionada por la cooperativa de ganaderos del municipio caspolino, lleva a cabo un plan de inversión en la localidad monegrina

La explotación cuenta con tres naves, una de maternidad y dos dedicadas a gestaciones.
La explotación cuenta con tres naves, una de maternidad y dos dedicadas a gestaciones.
S.E.

Una nueva empresa ha comenzado su actividad en las últimas semanas en Los Monegros. Ubicada en la localidad de Valfarta, la Red Ganadera de Caspe S. L. -empresa participada por los miembros de la Cooperativa Ganadera de Caspe- ha instalado una granja de porcino con una capacidad para más de 3.000 reproductoras que forma parte del plan de inversión de la compañía.

Este plan es gestionado por los 30 ganaderos que conforman la cooperativa, quienes, por limitaciones espaciales, no pueden extender sus negocios y tienen que recurrir a este proyecto común.

A esta explotación de reproductoras, se le sumará una granja de transición que ahora está en fase de construcción. La previsión es que esta segunda obra de los cooperativistas esté lista para los lechones que desteten el primer mes de 2022. Además, el plan de inversiones de la Red Ganadera, que tiene proyectos en Aragón, Cataluña y Castellón, tiene planeados “otros dos proyectos más de madres con sus lechones que se irán desarrollando más adelante”, según explicó el gerente de la cooperativa Ángel Luengo.

En la construcción de estas obras ha estado “muy implicado” el Ayuntamiento de Valfarta. Una de las razones de esta colaboración es que la puesta en marcha de las dos explotaciones generarán 15 empleos de forma directa en la granja, y otros 15 indirectamente.

El proyecto de Red Ganadera de Caspe espera repercutir en la zona con la creación de 30 empleos directos e indirectos.
El proyecto de Red Ganadera de Caspe espera repercutir en la zona con la creación de 30 empleos directos e indirectos.
S.E.

“Nosotros hacemos los números y, por cada once cerdas, se genera un puesto de trabajo. Esta, entre transporte, veterinarios, fábrica de piensos y demás, generará alrededor de 30 puestos de trabajo directos e indirectos”, detalló.

“Estamos haciendo un esfuerzo por contratar a gente del pueblo para asentar población. A la hora de contratar gente, procuramos que sean familias con niños, dentro de las posibilidades que vamos encontrando”, remarcó el gerente de la cooperativa, indicando que el Consistorio del municipio monegrino se ha implicado en “facilitar alojamiento, reformando alguna vivienda para hacerla de alquiler”.

“El Ayuntamiento nos ha facilitado mucho las cosas. Ellos están muy satisfechos, porque es una población muy pequeñita y confían en que esto le dé actividad al pueblo. Esperan reabrir la escuela, que lleva años cerrada, y esto les ha hecho mucha ilusión”, comentó Luengo.

La explotación de cerdas, construida sobre una superficie de 16.000 metros cuadrados, cuenta con tres naves principales: una nave de maternidad con capacidad para 768 animales y dos para gestaciones que pueden alojar hasta 3.000 cerdas.

Esta capacidad, junto al diseño de las instalaciones, permitirá que “la actividad pueda realizarse con las mayores garantías para el bienestar de los animales”.

Por otro lado, la explotación se complementa con una nave para “la adaptación sanitaria de las reproductoras” y unas oficinas y vestuarios para “el alojamiento de los trabajadores que garanticen los mayores estándares de bioseguridad”.

Además de las mencionadas medidas de bienestar animal y bioseguridad adoptadas, la explotación se ha dotado también de “una moderna tecnología de alimentación” en la fase de lactación para garantizar “la máxima adaptación de la dieta a las necesidades reales de las cerdas”. También se ha incorporado a las instalaciones uno de los sistemas de ventilación y control de la temperatura más vanguardistas, que no renuncia a la ventilación natural cuando las condiciones climáticas exteriores lo permiten.

El plan de inversión de la cooperativa, que ya tiene una granja en marcha, otra en construcción y dos más planteadas, es “ambicioso”, “porque todos los proyectos que se están haciendo ahora lo son”.

“Hoy, por la economía de escala, las explotaciones que se están construyendo, ya son a partir de 2.000 cerdas. Para que sean rentables tienen que idearse así. No digo que no sea rentable una granja de 500 cerdas, porque las hay, pero son granjas que se hicieron hace tiempo y ya están amortizadas. Hoy no tendría mucho sentido, incluso por el tema de personal”, valoró Luengo.