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Rocío Sanz: "Si estamos unidos, Monegros no volverá a ser de cuatro adinerados"

Tras dejar la Alcaldía de Sena, va a seguir luchando por el mundo rural y por que se apueste por desarrollar el potencial turístico de este territorio

Rocío Sanz.
Rocío Sanz.
M.B.

Carmen Chacón dijo “cada vez que una de nosotras da un paso adelante, lo da el género humano entero. Así que, avancemos con paso firme y decidido, sin dejarnos llevar por las estridencias ni el ruido con el que tratan de alejarnos de nuestra labor”, y así ha avanzado Rocío Sanz, con paso firme y decidido, “sin hacer caso a los que quieren distraernos para que no cambie nada”, dice. Rocío Sanz es una mujer inquieta, prudente, mesurada y razonable; una mujer cumplidora y consecuente; una persona muy generosa y que siempre va con la verdad por delante, y que nunca para.

Llegó a San Juan del Flumen con dos años y allí permaneció hasta los veintiocho. “En San Juan del Flumen me dedicaba al sector agrícola, poníamos hortalizas, además trabajaba en el Patronato Municipal de Sariñena y en la Mancomunidad Flumen Monegros, la actual institución comarcal”, explica la monegrina sobre aquellos años en que, recuerda, “me recorría la comarca con un Simca 1200, con mi fiel amigo perruno, El Cordobés, para ir a todas las actividades deportivas donde era monitora. Al mismo tiempo, también trabajaba en ayuda a domicilio; cuando me daba tiempo de comer el postre, lo hacía en el coche”, ríe Rocío. A los veintiocho años se casó con Alejandro Campoy, de Sena, y se trasladó a vivir a este municipio.

“Le dimos el valor que tienen a las asociaciones y colectivos culturales”

Una vez instalada en Sena, sus inquietudes y su dinámica actitud le lleva a formar parte del grupo político del PSOE. “Estuve cuatro años de concejal y doce de alcaldesa”, llevada siempre por la unión de los senenses. “En 2008 había mucha crispación entre los vecinos”, recuerda y, según apunta, “con mi equipo les dimos el valor que tienen a las asociaciones y colectivos culturales, si bien, yo siempre fui una más”, dice mostrándose satisfecha de lo realizado en momentos difíciles con pasos que luego fueron importantes para el futuro de Sena como la creación de la escuela infantil o su esfuerzo por crear el comedor escolar, “todos los servicios y lo que hizo falta para que los jóvenes permanecieran en el pueblo”.

También destaca su compromiso con la igualdad y los derechos de las personas: “Este mes es el de la lucha contra la violencia de género, y cada día que escucho una noticia de maltrato, abuso o asesinato, me hace sentir más impotente; algo está funcionando muy mal”, manifiesta. Argumenta que esta barbaridad se puede reducir “si educamos en la familia, desde que nacen nuestros hijos, además de que se deberían endurecer las leyes para que esos maltratadores y asesinos dejaran de usar a las personas como objetos. Se han perdido aquellos valores fundamentales que otras generaciones aprendimos”, lamenta.

“Se han perdido valores fundamentales”

A la pregunta de por qué abandona la política, Rocío subraya que la dejó cuando tenía mayoría absoluta: “Era mi mejor momento en la Alcaldía, pero siempre he pensado que nadie debe permanecer más de doce años en un cargo, ni de política ni en una asociación, hay que dejar paso a la gente joven, a las nuevas ideas”.

Su familia ha ganado con esta decisión, puesto que dejando al margen su actividad como edil de Sena, a Rocío ya no le suena el teléfono a todas horas. “El apoyo de mi marido, mis hijas y mi madre ha sido fundamental durante estos años, si bien, siempre han estado antepuestos a todo lo demás. Ahora compartimos aficiones, con mis hijas nos estamos formando como monitoras de deportes, con mi marido comparto el Museo de Oficios Antiguos de Los Monegros, un espacio con más de 6.000 piezas y único en España, y además estoy ampliando mis conocimientos en jardinería y paisajismo a través de un taller de empleo en Villanueva de Sijena”. Y el poco tiempo que le queda lo utiliza para “cultivar en mi huerto almendras y olivas, me apasiona el sector agrícola y disfruto cultivando”.

Proyectos futuros no le faltan, siempre girando alrededor de su querido territorio monegrino. “Voy a seguir luchando por el mundo rural -manifiesta Rocío-, voy a dar a conocer uno de los mejores museos etnológicos del país, a hacer creer a las instituciones en el potencial turístico de este territorio, a apoyar la estepa de Los Monegros poniendo en valor nuestra zona, un sueño que pondría nuestra comarca a nivel internacional y todos los servicios se incrementarían en positivo, porque si permanecemos unidos Los Monegros nunca volverán a ser de cuatro adinerados, que además suelen vivir en las ciudades”.

“Nadie debería permanecer más de doce años en un cargo”

Así es Rocío Sanz, una mujer valiente, enamorada de su familia, de la naturaleza y de Los Monegros, donde su huella permanecerá siempre, afrontando esta nueva etapa con “ilusión”, pero también con “la serenidad y la tranquilidad del trabajo ya hecho, en el que no sólo he puesto mi tiempo, sino también mi salud y mi cariño”.