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COSAS DE CASA

Los girasoles de Izarbe siguen brillando

El árbol navideño de Robres luce estas flores en recuerdo de la joven fallecida de cáncer el año pasado

Vecinos de Robres posan junto al árbol navideño adornado con los girasoles.
Vecinos de Robres posan junto al árbol navideño adornado con los girasoles.
S. E.

SIEMPRE han brillado y continúan con su magia, porque Izarbe es muy especial, sigue estando en Robres, en todos los corazones de los robresinos, y por ello esta Navidad le han dedicado su árbol a la joven.

Izarbe Gil, la joven zaragozana de 20 años que padecía Sarcoma de Ewing y que impulsó la iniciativa #GirasolesparaIzarbe para recaudar fondos para la investigación de este cáncer, fallecía el pasado mes de mayo a causa de dicha enfermedad.

“Ella no nació en Robres pero era su pueblo y no permitía que nadie se lo discutiera, se sentía y lo quería con el corazón”, dice su prima Ixeia Gardeta, y tal y como se prometió, el árbol de Navidad de Robres se ha llenado de girasoles para Izarbe. “El pasado 7 de diciembre se iluminó el árbol lleno de girasoles y el hecho de ver a todos los vecinos de Robres volcados con la lucha de Izarbe no tiene palabras, porque desde el primer momento la localidad no han parado de pensar y hacer cosas para ayudar e involucrarse con la causa de mi prima, pero hoy ha sido ya lo máximo”, señala Ixeia.

El diseño del árbol lo ha llevado a cabo la artista robresina Teresa Alcubierre. “Los girasoles los han elaborado entre todos los vecinos y vecinas, que también han adornado las puertas de sus casas”, explica la alcaldesa, Olga Brosed, que en su día modeló la fachada del Ayuntamiento con girasoles.

Ixeia en la puerta de su casa.
Ixeia en la puerta de su casa.
S. E.

Cabe recordar que la enfermedad padecida por Izarbe es muy poco conocida y que requiere un tratamiento muy específico. No sin motivo está catalogada como “enfermedad rara”. El principal problema con estas enfermedades raras es que son prácticamente desconocidas para la gran mayoría de las personas. No se saben sus síntomas, sus tratamientos o simplemente no se llevan a cabo bien los diagnósticos. Esto afecta directamente a todas esas personas que padecen este tipo de enfermedades, y desde Robres quieren que esto deje de ser así. “Por eso, porque en nuestra esencia como comunidad está el ayudar a la sociedad aragonesa, quisimos dar visibilidad a Girasoles para Izarbe, y de este modo concienciar sobre esta y otras muchas enfermedades raras que existen, pero de las que sabemos muy poco”, apunta la edil.

Afortunadamente, existe una entidad dedicada a atender las necesidades de las personas que sufren este tipo de dolencias, y es Apsatur Aragón (Asociación de Pacientes de Sarcomas y Tumores Raros de Aragón). Esta entidad, formada por un grupo de pacientes y familiares sensibilizados con estas enfermedades y sus consecuencias trabaja para ofrecer una respuesta a ese sector de la sociedad que, desgraciadamente, no encuentra el apoyo que necesita. Afortunadamente, la salud es un tema con cada vez más importancia en la sociedad, pero este tipo de afecciones no son conocidas y no tienen los mismos medios que otras. Por eso, Apsatur trabaja para conseguir una serie de objetivos, muy necesarios para todos.

Susana Márquez, madre de Izarbe sigue con la lucha que comenzó su hija, “para sensibilizar a través de acciones como Girasoles para Izarbe, concienciando sobre este tipo de enfermedades, que son muy reales, y con consecuencias muy reales, tanto para los afectados como para sus cercanos”, manifiesta, dando a conocer el libro que escribió su hija, ‘El don de Shady’, una obra “con la esencia de Izarbe, que redactó entre los 13 y 15 años y perfeccionó mientras estaba en el hospital”, y cuyos ingresos se destinan a la asociación Apsatur para financiar investigaciones contra la enfermedad. “Rescatamos el libro y con la ayuda de su profesora de literatura, con la que tenía mucha relación, hemos terminado de pulirlo”, señala.

Fachada del Ayuntamiento de Robres.
Fachada del Ayuntamiento de Robres.
S. E.

Ahora, ‘El don de Shady’ es una realidad, porque “pensamos que era muy bonito tener el legado que Izarbe nos dejó y acabarlo para, además, hacerlo benéfico”, explica Márquez.

Su actitud, positividad y fuerza, además de ayudarle a afrontar esta enfermedad, ha causado, por iniciativa propia, una campaña mediática en redes sociales y medios de comunicación, para apoyar a la investigación con su granito de arena. Fruto de ello, son las preciosas pulseras que hacía ella misma junto a su familia, las de los girasoles, símbolo de alegría y prosperidad, una flor de efecto heliotrópico, siempre en la búsqueda de lo positivo.

Robres siempre ha apoyado su lucha a través de iniciativas como la pancarta exhibida por el equipo de fútbol, otra en el balcón del Ayuntamiento, la compra de las pulseras, la difusión a través de la revista Pimendón, las asociaciones robresinas como la de la Tercera Edad, Amas de Casa y todos los vecinos y vecinas que junto al Ayuntamiento, y ahora con el árbol más hermoso que puede tener la Navidad, siguen contribuyendo a esta lucha contra el Sarcoma de Ewing.