Monegros

Nogués celebra una cosecha mejor que las que “batieron récord”

El presidente de las cooperativas teme no poder mantener la producción

El presidente de la Cooperativa Monegros hace un balance positivo del 2021 en cultivos de cereal.
El presidente de la Cooperativa Monegros hace un balance positivo del 2021 en cultivos de cereal.
Cooperativa Monegros

“Está claro que el maíz se consolida como cultivo de referencia en el regadío aragonés”. Así lo afirma José Víctor Nogués, presidente de la Cooperativa Monegros y de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón. “Ha sido una cosecha buena, como en los últimos años, incluso por encima de las que batieron récord hace un tiempo”, señala Nogués, quien añade que “esta última campaña se ha superado en calidad y en cantidad”.

Estas buenas cifras se amparan en los excelentes resultados alcanzados en los cultivos de maíz que el pasado año disfrutaron de una primavera lluviosa y un verano seco y caluroso, lo que se traduce en una excelente floración y llenado de los granos.

“Dentro de los extensivos de verano, el maíz sigue siendo el más importante de toda la comunidad”, subraya el presidente, indicando que “la última cosecha ha sido buena en producciones y los precios han acompañado”.

El predominio de los maizales se ha consolidado en los últimos años gracias al incremento de las segundas siembras después de otros cereales como las cebadas, siendo una práctica que se afronta fundamentalmente en los regadíos a presión de la provincia de Huesca y Los Monegros que permiten realizar sendas cosechas por hectárea y año.

No obstante, el final de año lo protagonizó un mercado paralizado, con incertidumbre por el precio de los abonos, de los fitosanitarios y del combustible, así como de la maquinaria y aceites.

Estas dudas instaladas sobre el sector podrían influir en la rentabilidad de la temporada 2022. “La campaña de la cosecha de maíz ha finalizado y con la cebada va a ser muy difícil que se mantengan los precios de los abonos o gasoil, entre otros, y de ahí nuestra preocupación de qué va a pasar de cara a la próxima campaña con esta subida generalizada de precios para la compra de las nuevas siembras”, expone Nogués.

Los agricultores siguen dependiendo del clima y del mantenimiento de los precios y, según datos de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Uaga), en 2020 un cerealista tenía que gastar 170 euros en sembrar una hectárea; ahora mismo, la siembra de la misma superficie sobrepasa ya los 250 euros. Estas cifras, según Nogués, “se pueden multiplicar por tres”, y vaticina que será difícil mantener la producción del 2021.