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Clemente Castejón: “Ha evolucionado mucho el trato a los animales, hay más respeto”

Hace 35 años que tiene su clínica veterinaria en Sariñena y es responsable de ganadería de vacuno en Femoga

Clemente Castejón se dispone a atender a un perro en su clínica veterinaria.
Clemente Castejón se dispone a atender a un perro en su clínica veterinaria.
M.B.

Mientras  otros niños pasaban su tiempo libre entre juguetes, él prefería cuidar animales, y si veterinario es esa profesión que todos queremos ser de pequeños, pero pocos de mayor, además de serlo en el medio rural, Clemente Castejón lo es por una vocación que ha sido la constructora de su futuro profesional.

Ya hace 35 años que junto a su mujer, María Rosa López, abrieron las puertas de su Clínica Veterinaria Albeitar, en la avenida Fraga de Sariñena, instalándose más tarde en la avenida Huesca, donde todas las tardes recibe a perros, gatos e incluso hámsteres y otras muchas especies de animales con problemas y enfermedades.

María Rosa falleció demasiado pronto, si bien Clemente ha continuado con esa vocación que compartía con su esposa y en la actualidad cuenta con un grupo de otros dos veterinarios que no paran de atender a los animales de Los Monegros. “No tenemos horario, trabajamos 24 horas al día y 365 días al año, si no nos gustara, esto sería un desastre”, explica el veterinario.

“Hay aspectos de la nueva ley que no me convencen”

“Es una profesión bonita en muchos aspectos, pero nadie ve el lado malo. A veces no es como nos pensamos. Es agotador tratar con animales enfermos porque tenemos que tomar decisiones muy duras y lidiar con dueños que no atienden a razones. Verlos cuando están malos y no en plenas facultades es bastante duro, pero observar su recuperación vale la pena”, asegura, porque para Clemente los veterinarios son “personas que tienen mucha vocación de servicio, porque quieren a los animales y se dedican a ellos. Es absolutamente dedicación”.

La realidad es que veterinarios y ganaderos son dos figuras imprescindibles a la hora de producir alimentos seguros, sanos y de calidad, mantienen el medio ambiente y fijan población en el territorio rural. “Soy de Castejón de Monegros y me gusta el campo y todo lo relacionado con el medio rural, además los monegrinos atendemos muy bien a nuestros animales”, asegura. Considera también que este trato ha ido evolucionando con los años. “Desde que empecé ha mejorado muchísimo, ahora hay más respeto y más cariño; la mayoría de las personas los tratan como si fueran de la familia”.

“Los veterinarios tienen vocación de servicio”

Para Clemente, ocuparse de los animales de granja es supervisar el bienestar de los ejemplares, aconsejar sobre el mantenimiento de la salud y garantizar la seguridad de los alimentos producidos a partir de los animales, “además de asistir a partos a cualquier hora o atender cualquier enfermedad que padezcan”, explica, y detalla que durante la pandemia han realizo el mismo servicio de siempre. “En las explotaciones ganaderas también se padecen virus y nuestro cometido es fundamental para la salud de los animales y de las personas, que, además, protege a la ganadería y a la población”.

Por esta razón, el ganadero y el veterinario trabajan en conjunto para que los consumidores se alimenten y disfruten, manteniendo con su actividad la salud de las personas, los animales y el planeta.

“Nuestro cometido es fundamental para la salud”

Ningún animal es demasiado grande o demasiado pequeño para la Clínica Veterinaria Albeitar. Hoy, Clemente y su equipo están totalmente dedicados a atender las necesidades de cualquier animal, desde caballos, vacas o cerdos, hasta perros o gatos, por ello cuando se le pregunta por la nueva Ley de Protección Animal, opina: “Hay aspectos que no me convencen, no hay que castrar obligatoriamente a ningún animal, como tampoco hay que cortar el rabo o las orejas, habría mucho que decir sobre esta ley”.

Lo que está muy claro es que cada vez que abrimos nuestras neveras, vemos el fruto del trabajo de un veterinario en la producción primaria y en los procesos para garantizar la calidad o inocuidad de los alimentos. Lo mismo ocurre en cada comida, los veterinarios rurales como Clemente y su equipo participan incluso de actividades que van desde la certificación de exportaciones, control de plagas y la protección de distintas especies de animales.

Cabe recordar que Clemente Castejón es responsable de ganadería de vacuno en Femoga, donde se representa un amplio abanico de razas vacunas y ovinas, además, el pasado mes de febrero ocuparon, junto a su hijo Juan, el primer puesto en el XIV Campeonato de España de Trabajo del Ca Eivissenc, una prueba que se desarrolla en dos jornadas de caza real -donde no se permiten armas de fuego-, con perros de raza podenco ibicenco, donde muestran una capacidad increíble en la caza del conejo.

“Es agotador trabajar con animales enfermos”

Personas con vocación, profesionalidad, empatía, sacrificio como los veterinarios rurales son necesarias porque son fieles defensores del medio rural, si bien la principal virtud que poseen es que son los mejores traductores del lenguaje y las emociones de los animales, y quizás los únicos.