Monegros

DE CERCA

“La fotografía atrapa la belleza y me permite la nostalgia”

“Alaluz es mi empresa, dedicada a la fotografía lifestyle, un tipo de fotografía sin poses que trata de capturar lo cotidiano”, dice

Dulzis Plaza
Dulzis Plaza
D. P.

Dulzis Plaza se crió en Sariñena, donde estuvo hasta acabar el instituto. Después llegó a Zaragoza, Barcelona, Argentina, Europa y la pandemia le hizo volver a sus orígenes. En Barcelona paró un tiempo y estudió en la Escuela de Medios Audiovisuales. Como muchas mujeres, también ha experimentado el despido de su trabajo por su embarazo, y decidió emprender: “Alaluz es mi empresa, dedicada a la fotografía lifestyle, un tipo de fotografía sin poses que trata de capturar lo cotidiano”, dice.

Genio y figura. ¿Se identifica?

—¿Hasta la sepultura? Creo que la esencia se mantiene siempre, pero los años vividos nos van puliendo.

¿A quién le daría el premio nacional de gastronomía altoaragonesa?

—A mi primo Lizer Ariste del restaurante Boira, por sus increíbles arroces secos.

Se supone que la sonrisa es el lenguaje universal de las personas inteligentes. ¿Sonreímos poco?

—Nos incomodan las personas naturalmente felices, creemos que ocultan algo, que están locos. Pero personalmente me gusta la gente que responde sonriendo.

¿La inmigración supone una bendición o es una necesidad?

—Supongo que la inmigración es innata a los humanos, a veces elección y emoción, a veces necesidad y desarraigo.

Cantaba Peret que es preferible reír antes que llorar, ¿pero cuál sería la sal de una lágrima?

—Igual que me gusta vivir los momentos felices, los tristes también. Hay que sentirlos. No podemos ignorar la tristeza porque ha venido para enseñarnos algo.

¿Por quién doblan las campanas? (Un recuerdo en positivo).

—Por los bonitos años que viví en Barcelona. Me ofrecieron un montón de personas maravillosas, de anécdotas para siempre y de crecimiento y cambios vitales.

¿A quién le haría usted sin dudarlo la reverencia?

—A aquellas personas que dicen algo bonito de otras porque lo sienten de verdad. Nos va mucho más sacar los trapos sucios de los demás.

¿Usted ha comprobado alguna vez si un “ebook” huele a las delicias del libro de papel?

—El ebook me ha permitido llegar a libros difíciles de encontrar en papel, pero ese ritual de elegir libros cuidadosamente en librerías con encanto es la definición de pequeño placer.

¿Orgullo altoaragonés y/o cosmopolitismo planetario?

—Ciudadana del mundo orgullosamente criada en pueblo altoaragonés.

¿Guasapear conecta o aísla a las personas?

—Conecta, pero igual que el resto de redes que nos mantienen 24 horas disponibles, para la gente como yo, abruma. Soy de las que apaga el móvil por la noche.

Si los Reyes de Aragón levantaran la cabeza y vieran el panorama (mundial) que hay hoy en día, ¿retornarían a su reposo eterno a la velocidad del rayo?

—Creo que los reyes se quedarían unos días para flipar un poco y luego ya se volverían para comentar con sus colegas de la corte: “Madre mía, cómo está el mundo, no os lo vais a creer”.

En esto del deporte, ¿practica o admira?

—El otro día decía una amiga de mi madre que el yoga no le enganchaba. A mí me pasa exactamente eso con los deportes en general.

¿El ejercicio físico está sobrevalorado?

—No lo creo, debería ser parte de nuestra “dieta”, incluso para vagos como yo.

Ojo avizor. ¿Se precia de ver las intenciones a la distancia?

—Siempre hago bastante caso a mi instinto porque me suele funcionar, pero hay veces que me ha fallado estrepitosamente.

¿Qué es lo que le gusta exprimir hasta la saciedad?

—El tiempo de “no hacer nada”. Tiempo para ver a mi hijo observar el mundo, para columpiarme mientras miro las golondrinas, para pensar un rato ensimismada. Ese tiempo que nos han metido en la cabeza que es perderlo porque no estamos produciendo, y que yo lo siento como vital.

¿Qué le atrajo de la fotografía para que le haya atrapado tanto?

—Me conmueve la belleza en todas sus formas y soy una gran nostálgica. La fotografía es la herramienta que atrapa la belleza y me permite la nostalgia.

¿Cómo se fotografía a una mujer?

—Con ojos de mujer. Con ternura, comprensión y dejando ser.

¿Cuál es su mejor fotografía?

—No creo que tenga una, pero me gusta mucho una que le hice a mi abuela Pilarín sentada delante de la caseta familiar, con la sombra de una vid proyectándose sobre ella.

¿Con quién una foto para la posteridad?

—Con mis padres. Qué pocas fotos tengo con ellos…

¿Hay alguna fotografía que le hubiera gustado hacer pero no hayas podido?

—Me habría gustado fotografiar las manos de mi abuelo Salvador que murió cuando yo tenía 8 años. Las recuerdo grandes y duras, pero amables y cariñosas.

¿Qué es lo que más le gusta de Los Monegros?

—Me gustan mucho la soledad, la luz y los colores que guardan muchos de sus preciosos paisajes