ANIMALES SALVAJES
Se confirma el ataque del lobo en Robres y los ganaderos recibirán ayudas del Gobierno de Aragón
Antonia Maza, siente incertidumbre y desazón tras haber sufrido dos agresiones en una semana, la última con 6 ovejas muertos y dos heridas
El Gobierno de Aragón ha informado de que el análisis genético de la muestra de excrementos recogida en las proximidades de Robres en uno de los ataques de las últimas semanas, revela que procede de un Canis lupus iItalicus, lobo italiano. Los análisis se han realizado en la Universidad de Barcelona y se han dado a conocer por el Servicio Provincial de Huesca. El Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente incluirá a la localidad de Robres en la próxima convocatoria de ayudas para hacer frente a los sobrecostes derivados de la presencia del lobo y el oso para la ganadería extensiva.
En tan solo doce días, en la localidad se han producido tres ataques, dos de ellos a la misma explotación en menos de una semana, dejando en conjunto 35 animales afectados, y el último de los incidentes se ha saldado con se ha saldado con "6 corderas muertas y dos heridas".
Antonia Maza, ganadero de la localidad de Robres, que sufrido dos ataques ha mostrado este jueves una gran impotencia tras lo ocurrido a su rebaño una situación que además de una gran desolación le lleva a pensar en "cerrar la explotación".
En el segundo de los ataques, el rebaño de ovejas se encontraba recogido en un vallado en los alrededores de la localidad, se habían extremado las medidas tras el ataque de la pasada semana pero aún así los animales han conseguido acceder a la explotación y atacar a los animales, y ha explicado que "las ocho ovejas afectadas presentaban mordiscos y heridas en el cuello y el vientre".
Tras contactar con Antonio Maza, el ganadero ha indicado que tras lo ocurrido la pasada semana "se instaló una cámara por parte de técnicos del departamento de Centro de Interpretación de la Naturaleza de Aragón Espacio Alfranca" y que además "se tomaron muestras para ser analizadas y determinar la naturaleza del animal", aunque ha remachado "yo lo he tenido claro desde el primer momento".
Antonio, en sus declaraciones a este periódico ha insistido, en que en esta ocasión "se trata de un ataque del lobo" y ha reiterado que conoce bien cómo es un lobo y que nadie le iba a convencer de lo contrario.
Más allá de las pérdidas económicas, lo que más importa a este ganadero es la parte moral que en su caso ha quedado minada y ha indicado que se le ha empezado a pasar por la cabeza "cerrar", y es que -ha argumentado- "la incertidumbre cada vez el mayor, yo paso con los animales de 6,30 de la mañana hasta la 9 de la noche, y con esta situación cuando me voy a casa ya no estoy tranquilo, no podemos estar las 24 horas con el rebaño para vigilar que no pase nada".
Y además muestra su pesar por la presencia del lobo en la zona y se cuestiona su protección. "Para preservar al lobo los ganaderos nos estamos viendo perjudicados, es una raza que no tendría que haber venido a esta zona y que solo está causando estragos".
