Se buscan soluciones tras el derrumbe del puente de Hierro entre Sena y Sijena

En el día después del desplome del puente de Hierro entre Sena y Villanueva de Sijena ya se buscan soluciones, y se recuerda que tanto los alcaldes de Villanueva de Sijena y Sena, llevaban tiempo reclamando un mantenimiento adecuado de la infraestructura como los vecinos y vecinas de los dos municipios.

“Se han retirado el camión y la retroexcavadora y los técnicos del departamento de carreteras del DGA están valorando la reparación, a partir de que se finalice tendremos una reunión para posibilitar las posibles soluciones, bien para ese tramo y la rehabilitación del total”, ha explicado el alcalde de Villanueva de Sijena, José Jaime Castellón.

Historia del puente

Era febrero de 2020 cuando el investigador y escritor monegrino Jesús Cáncer Campo publicaba en la revista El Tarirán de Sena, un reportaje acompañado de fotos de Pilar Laín sobre el Puente de Hierro. “Después de algunos meses buscando información en distintos estamentos oficiales (CHE, DGA, DPH, Fomento…), finalmente conseguí encontrar información sobre nuestro puente”, escribía Cáncer relatando su construcción.

“El proyecto de su construcción data de 1909, efectuado por el ingeniero D. Blas Sorribas. Dos años después, en 1911, se realiza una detallada memoria. Pero no es hasta el 22 de diciembre de 1913 cuando se adjudican las obras para la definitiva construcción del puente. La obra se adjudicó a la Sociedad Anónima Astilleros del Nervión en 1913, debiendo comenzar su construcción el 19 de febrero de 1914, con un plazo de finalización de las obras que vencía el 18 de junio de 1917. Su coste total fue de 186.543,63 pesetas, ¡algo más de mil euros!”, señalaba Cáncer.

De sus datos técnicos indica que su longitud es de 127,700 metros, dividido en tres tramos iguales, se realizó un sondeo de 3 metros de profundidad en el cauce del río para las pilastras de soporte de la estructura y su peso es de 303.783 kg. (más de 300 toneladas). “Solo sus 72 cuerpos visibles (36 a cada lado) y las barandillas –grosso modo y por lo que he calculado– suman unos 40.000 remaches, además de la tornillería”, explica el escritor destacando que en cien años de vida solamente ha recibido “un lavado de cara”, “fue por año 1945 cuando se convocó una primera subasta pública para obras de pintura. Una vez adjudicados los trabajos en 1946 al contratista Marino Sanz Carijo, la empresa de José Tello Espinosa se encargó de la pintura del puente, que debió comenzar el 9 de septiembre de 1946 y finalizar dos meses después. Según parece, un problema con el suministro de aceite de linaza retrasó algo el comienzo de los trabajos”.

S.E.

Cáncer finaliza su artículo reclamando que, “a la vista de su estado, nos animamos a instar a las autoridades competentes a que presten nuevamente atención a nuestro Puente de Hierro, para que se reparen sus numerosas herrumbres, se efectúe un pulido de su estructura total y se pinte de nuevo a la máxima urgencia. Ah, y algo muy importante: a quien corresponda también, se debería evaluar seriamente el estado del hormigón de sus pilastras, a buen seguro desgastadas por la erosión permanente del agua, y reforzarlas tanto como sea necesario. Es una cuestión de JUSTICIA y SEGURIDAD PÚBLICA”.

Después de lo sucedido durante este lunes, apreciamos que no sirvió de mucho, “hablé con el director general de Carreteras del Gobierno de Aragón, Bizén Fuster, y carreteras los sabían, dijeron que en las últimas revisiones estaba bien, me imagino que el camión subía para hacer alguna granja, como tantas y tantas que hay en la sierra, pero la realidad es que además de no estar señalado para soportar semejante peso, no resistió esa envergadura”, ha manifestado Cáncer.