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Pili Monter: “Fue una gran sorpresa ver a todo mi pueblo cantando para mí”

Esta animadora cultural fue homenajeada el pasado 22 de octubre por sus vecinos

Pili Monter.
Pili Monter.
Marga Bretos

DESPUÉS DE MUCHOS años de escuchar como hablaban de Pili Monter, un día la encontré. No la conocía, pero, al oírla, mi sexto sentido se encendió. Con desparpajo, explicaba con pasión su vida como profesora de música folclórica, por su pueblo y sobre todo por las personas. Desde entonces hemos ido fraguando una amistad que sirve, no solo como adelanto exclusivo de sus logros para publicarlos, sino también para conocer los valores que guían la carrera de uno de los mayores talentos de Sena. Echada para delante, clara en sus ideas, combina la dulzura con un toque impulsivo de genio, si bien, es encantadora. Tratando con ella se comprende su éxito y, en un mundo en crisis de valores, sus ideas han aparecido como un clavo ardiendo al que agarrarse.

Comenzó los estudios musicales con 9 años de la mano del gran José Guioni y continuó más tarde con el aprendizaje de guitarra, laúd y armonio, que usó para coordinar el coro parroquial y que fundó en 1967, además de la Rondalla de Sena, o las tradicionales “Coplillas de Sena”, junto a sus compañeros, así como la recuperación de la tradición cultural, que ha sido otro de sus empeños.

Fundadora de la “Asociación Cultural Senense” en 1973, donde en la década de los 80 consiguió que la gaita de Capitán, custodiada en Sena, sirviera para volver a recuperar la gaita aragonesa de boto. En 1986 colaboró para publicar un manuscrito artesanal con la música completa de las 19 piezas que tiene el Dance de Sena. También reunió a antiguos danzantes para recuperar los diálogos del día de la Virgen del Rosario que permanecieron durante unos años perdidos y que desde 1987 se vuelven a representar.

De forma paralela, conseguía la plaza de Fisioterapeuta en el Hospital de Barbastro en 1985. Luego fue al Hospital de Can Misses, en Ibiza, compartiendo experiencias e interesantes trabajos de adaptación de la musicoterapia a niños y mayores en distintas patologías. En 1999 se trasladó al Hospital de Bellvitge, en Barcelona, donde permaneció hasta su jubilación. Durante su estancia en Barcelona, se unió al Grupo de Tambores y Bombos del Centro Aragonés y se incorporó con el laúd al grupo de música tradicional aragonesa “Chundarata”.

Fue dinamizadora de la biblioteca local y participó en la creación del grupo de escuela de música tradicional local y de Monegros “Xixena”, recopilando tonadas y melodías e incorporando el acordeón acompañando a la “Comparsa de Gigantes y Cabezudos”. En Semana Santa coordina el Grupo de Tambores y Gaitas de Sena. Otro instrumento con el que alegra las tradiciones de Sena es el guitarro, con el que suele acompañar a su preferido folclore de Sena: las “Coplillas” y también con la Rondalla local.

Con toda esta trayectoria, se ha ganado el cariño y respeto de los monegrinos, y por todo ello, el pasado 22 de octubre, su pueblo le hizo un merecido homenaje, una sorpresa llena de amor por parte de sus vecinos y que Pili Monter acogió emocionada.

“Fue una gran sorpresa, ver a todos mis compañeros, alumnos, a todo mi pueblo cantando para mí, haciendo lo que yo hago por los demás, y dándome una alegría seguida de otra; las emociones no paraban, las sorpresas cada vez eran mayores”, explica la protagonista, que escuchaba frases como, “la música de Sena de los últimos 60 años no puede concebirse sin ti”, de una de sus alumnas preferidas y organizadora del evento, Nuria Montull.

O lo que le trasmitió su sobrino, Carlos Sadness: “La aventura comienza cuando Sena decide agradecer a Pili toda su aportación. Las personas voluntariosas, positivas, con inquietudes, honestas consigo mismas y con el mundo, sensibles a la vulnerabilidad, pero fuertes para afrontar las circunstancias, humildes, constantes, valientes, llenas de luz y de vida. Las personas genuinas: marcan, triunfan. Mi tía Pilili es así. Y todos lo saben”.

Cantos de coplillas alusivas a ella, ronda jotera, gigantes y cabezudos con las dulzainas, y el grupo “La Cuquera” de Albalate participaron. En la plaza Mayor se unió el grupo “Chundarata”, cantando “Yo tengo un gozo en el alma”. Los de la Cuquera trajeron un “Ay, tachún” alusivo, con los gigantes y tocando todos junto al Grupo de Tambores de Sena y los gaiteros, además de vecinos y amigos que le dedicaron unas palabras y cantos, Juan Luis Almerge, Antonio Cavero, Mario Gros, José Antonio Villellas y Miguel Ángel Gervás estuvieron en el evento.

Todavía no me lo puedo creer, miro las fotos y los vídeos y me emocionan, fue muy bonito, muy especial, inolvidable”, destaca Pili Monter, una mujer con música en sus venas, en su alma. “Lo que más me importa es sentir como la música trasmite alegría, sentimientos, recuerdos, memoria y emoción, todo eso me lo dieron mi gente el pasado sábado”.

“Un homenaje merecido, debido y necesario para una senense irrepetible, que tiene el cariño de todo el pueblo de Sena por su humildad, su maestría y su incansable labor por la cultura de su amado pueblo”, concluye Cáncer.