Ribagorza

RIBAGORZA - SUCESO

La osa Sarousse mata de nuevo a una oveja en el monte Cervín

Se trata de la segunda vez que ataca el mismo rebaño de 400 cabezas

La osa Sarousse mata de nuevo a una oveja en el monte Cervín
La osa Sarousse mata de nuevo a una oveja en el monte Cervín
S.E.

GRAUS.- Una semana después del último ataque, la osa Sarousse ha vuelto a matar una oveja del rebaño del ganadero de Beleder (Campo), José Laencuentra, que pasta en el monte Cervín. Él mismo, junto con un forestal del Gobierno de Aragón, encontró los restos del animal el pasado domingo siguiendo a los buitres.

El ataque se produjo a unos 500 metros de donde Sarousse mató la última oveja de este rebaño, compuesto por 400 cabezas, aunque se está viendo mermado a pasos agigantados debido al plantígrado. "Cada semana mata un par, porque esto es lo que ves, pero cuando mata hacia el bosque no las encuentras", explicó el propio Laencuentra, quien detalló cómo sucedió el último ataque, en la noche del sábado al domingo pasado.

"Subí por la mañana y vi el rebaño partido en dos y un buitre en la punta de un pino. Estaba por allí también el forestal y, al poco rato, vinieron más buitres que nos marcaron donde estaba la oveja", relató. Sarousse tarda un par de días en comerse una oveja y, en ocasiones como ésta, las aves necrófagas le impiden terminarse a su presa. "Si mata al bosque, una oveja le dura dos o tres días, pero si está en el claro como esta vez, deja más de media oveja que es lo que se estaban acabando los buitres", detalló.

Al poco rato, se desplazaron hasta la zona del Cervín donde pasta el rebaño de Costa la patrulla de vigilantes del oso, que confirmaron que había sido un ataque de la osa por los restos y las huellas halladas en la zona. "Las que se encuentran, que no las lleva al bosque, me las pagan. Tardan un año, pero las pagan. Pero eso no es solución", se lamentó este ganadero que considera que las autoridades nos son conscientes de la importancia de la ganadería extensiva para proteger y cuidar los montes. "Antes subíamos 20 ganaderos y ahora solo estoy yo. No saben el trabajo que hace el ganado para los incendios y para los paisajes porque, sin querer, con los cascos, entierran las semillas", explicó.

Este último ataque coincidió con una noche de fuertes tormentas en Ribagorza, y también en el Cervín. "Las noches de mal tiempo ataca más. Esas noches, no falla. Tengo cuatro mastines grandes y no pueden hacer nada. Me da idea de subir una noche y jugármela", apuntó ya impotente ante la reiterada amenaza del plantígrado a su rebaño.