Ribagorza

RIBAGORZA - FERIA

La Feria de San Miguel de Graus supera las expectativas

Es el primer certamen generalista que se celebra en Aragón en la crisis sanitaria y el comportamiento fue ejemplar

La Feria de San Miguel de Graus supera las expectativas
La Feria de San Miguel de Graus supera las expectativas
E.F.

GRAUS.- La feria de San Miguel de Graus, el primer certamen generalista que se celebra en Aragón en la crisis sanitaria, ha superado las expectativas del Ayuntamiento por la afluencia registrada, sin aglomeraciones pero constante, y el comportamiento ejemplar de vecinos y feriantes. La Feria de San Miguel se celebra en la capital ribagorzana desde 1201, cuando Pedro II la trasladó desde San Pedro de Tabernas y, aunque se ha suprimido este año su parte caballar, el Consistorio ha realizado un esfuerzo organizativo para darle continuidad manteniendo las medidas sanitarias.

"Teníamos muchas dudas porque era una feria totalmente diferente a otras ediciones, pero al final los vecinos de Graus y comarca han respondido ante los protocolos de higiene y seguridad", explicó el edil de Comercio y Turismo, Julián del Castillo, satisfecho con el resultado de la feria de ayer. "Hemos detectado que no han venido todos a la misma hora. No ha habido aglomeraciones. Ha superado las expectativas", aseguró, indicando que Graus ha sido vanguardista en su apuesta por el certamen. "Esta es la primera feria generalista que se hace en Aragón después de la pandemia. Se han hecho algunas de carácter artesanal, mercados semanales, pero ferias como tal esta es la primera", comentó.

La satisfacción municipal ha venido, sobre todo, como ocurrió en las "no fiestas" patronales de este mes, por la respuesta vecinal. "Nos vamos contentos porque los vecinos han respondido como tenían que responder. Si el protocolo decía que tenía que haber una entrada y una salida, han seguido las normas", comentó Del Castillo.

Para llevar adelante el certamen, el protocolo obligaba a vallar el recinto de las calles Barranco y Salamero donde se instaló la feria así como a hacer que se respetaran la entrada y la salida. Entre los puestos, se mantuvieron estrictamente los 1,5 metros exigidos y se extremó el control de acceso a la entrada y la salida, donde se dispuso de gel hidroalcohólico, y se contó con personal de la Brigada municipal. Además, se instaló cartelería en las vallas perimetrales con las medidas de seguridad e higiene obligatorias. "Todos los feriantes, algo más de 30 frente a los 60 que solía haber habitualmente, han firmado un documento de responsabilidad, de que también iban a cumplir toda la normativa. Han entendido que la feria tenía que ser así", subrayó.

Del Castillo agradeció la colaboración de la Asociación de Empresarios de Ribagorza, cuyos asociados sacaron sus productos a la calle con varias carpas, y la presencia de Cruz Roja y la AECC.