Ribagorza

RIBAGORZA - PROYECTO EN EL MEDIO RURAL

El empleo del burro como animal de trabajo va cobrando fuerza

Un proyecto desarrollado en la Aldea de Puy de Cinca arroja unos resultados muy positivos

El empleo del burro como animal de trabajo va cobrando fuerza
El empleo del burro como animal de trabajo va cobrando fuerza
E.F.

SECASTILLA.- El proyecto "La recuperación del burro como animal de trabajo: una propuesta innovadora para reducir la huella de carbono", desarrollado en la Aldea de Puy de Cinca por el Ayuntamiento de Secastilla con la financiación de la Diputación de Huesca y el apoyo técnico de la Asociación Laboratorio de Ruralización, ha arrojado unos resultados muy positivos.

Alrededor de medio centenar de personas han asistido a los talleres propuestos, mientras que los estudios realizados han permitido constatar que el pastoreo de los burros aumenta la diversidad vegetal de una forma equitativa, posibilita la disminución de la biomasa vegetal de cara la prevención de incendios y los propios animales permiten el desbroce de zonas emboscadas y la retirada de residuos.

Durante la presentación de las conclusiones, el alcalde, Ángel Vidal, destacó el alto seguimiento de los dos talleres, los dos primeros presenciales, que alcanzaron cada uno la veintena de participantes, y uno tercero telemático, con algo menos de seguimiento. "El balance es positivo, se ha contado con verdaderos expertos, ponente de la Universidad de Barcelona, entre otras, y todo ha funcionado muy bien. Además, se están generando sinergias muy interesantes", consideró el edil.

En cuanto a las conclusiones técnicas, Jordi Fernández, doctor en Biología por la Universidad de Barcelona (UB), detalló los estudios realizados en aras a demostrar la utilidad del burro de forma paralela a esos talleres en los que se habló de sus propiedades para reducir la huella de carbono o como parte del agroturismo.

El primero de los estudios abundó en las especies vegetales antes y después de la presencia de burros comparando la diversidad vegetal de un prado frecuentado por burros en la Aldea de Puy de Cinca y otro abandonado en los años 60, en concreto, en la zona de Casa Lecina. La conclusión fue que en este último, se contabilizaron 17 especies vegetales frente a las 39 del prado pastoreado por burros, un 53 por ciento menos, por lo que "el burro beneficia la diversidad vegetal, con una cobertura vegetal equitativa, además de la diversidad consiguiente de la fauna", aseguró Fernández.

Un segundo estudio, realizado mediante imágenes satélite entre el 24 de junio y el 9 de septiembre pasados, analizó la influencia del pastoreo con burros para disminuir la biomasa vegetal.

Las conclusiones permiten afirmar que se perdió más biomasa vegetal debido a la actividad de los burros por lo que podrían ser útiles en la prevención de incendios en prados y en el mantenimiento de ecosistemas.

Otra de las conclusiones, extraída de un tercer estudio, realizado también en la zona de Casa Lecina y en este caso con una manada de seis burros que se autogestionaron con seguimiento de GPS, los reveló de gran utilidad para desbrozar caminos, retirar ramas y troncos, así como cualquier tipo de residuos.

El proyecto ha partido de la premisa de apostar, basándose en la evidencia, por recuperar el burro como animal de trabajo y como un agente de conservación medioambiental.