Ribagorza

MUNICIPIOS POR LA CALIDAD DE VIDA

Benabarre es el primer municipio oscense incluido en Cittaslow

La adhesión a la red materializa una línea de trabajo enfocada a la calidad de vida

Los Condes de Ribagorza coronan Benabarre
Castillo de  Benabarre
E.F.

Benabarre es el primer municipio oscense en ser incluido en Cittaslow, una red internacional de municipios por la calidad de vida, donde solo figuran doce a nivel nacional y, hasta ahora, solo uno aragonés, Rubielos de Mora (Teruel). El alcalde, Alfredo Sancho, se mostró entusiasmado con la formalización de esta adhesión, que materializa una línea de trabajo enfocada a la calidad de vida. “Desde hace más de 15 años, empezamos a imaginar, planificar y trabajar por un futuro diferente para Benabarre y sus vecinos. Un municipio donde fuera posible compatibilizar la calidad de vida y el amor por las tradiciones, la propia identidad y la historia con las comodidades y la modernidad, pensando en las próximas generaciones”, apuntó Sancho, anunciando que esta filosofía seguirá con nuevos proyectos.

El comité de coordinación internacional de la Red Cittaslow otorgó el jueves este distintivo de calidad a dos nuevos socios de la red, Artà en Baleares y Benabarre en Huesca. En una sesión virtual, los miembros del comité formalizaron la adhesión de estos dos municipios españoles, y tres localidades más: Chuncheon en Corea del Sur, Węgorzewo en Polonia y Stollberg en Alemania.

En la actualidad, el movimiento está presente en 236 ciudades de 30 países de todo el mundo, desde Alemania, Francia, Noruega o Holanda, hasta Australia, Turquía, China, Corea del Sur o Estados Unidos. La Red Cittaslow en España se empezó a gestar en 2003 por iniciativa de Palafrugell. Desde el primer momento, Palafrugell, Pals y Begur empezaron a trabajar para adherirse al movimiento junto con otros municipios españoles que también se interesaron por esta filosofía de vida.

Sancho explicó que este reconocimiento supone valorar la trayectoria de Benabarre en todas las áreas como un todo marcado por la sostenibilidad y la calidad e incidió en varios estándares de calidad. El primero, a su juicio, fue la creación de la marca Benabarre Sabor, registrada por el propio Ayuntamiento para el uso particular de los productores y que supuso un importante impulso a la agroalimentación local.

También se refirió al apoyo al movimiento Slow Food, que aunque partió de la población aglutina iniciativas de Benasque y Graus, además de la propia Benabarre, que constituyen en Ribagorza el tercer Convivium aragonés, junto a los de Huesca y Zaragoza. Enlazan en esta apuesta global por la calidad de vida la recuperación de tradiciones como el Ball dels Salvatges; y de patrimonio, con la rehabilitación del Castillo de los Condes de Ribagorza como emblema. Apuestas por la dinamización como la reconversión del antiguo hospital de Santa Elena en albergue municipal, la implantación del centro rural de innovación educativa, entre otras iniciativas.

Sancho apuntó que el proceso no es fácil. “El distintivo se centra en siete áreas o categorías: políticas energéticas y medio ambientales, política de infraestructuras, política de calidad de vida urbana, políticas a favor de la agricultura, el turismo y la artesanía, políticas de hospitalidad, concienciación y formación, políticas de cohesión social y asociaciones”.

Benabarre no solo consiguió la adhesión tras el examen de todas las variables, sino que además lo hizo con una de las puntuaciones más altas, 86,96%.