Ribagorza

RIBAGORZA / TRADICIÓN

Más de 350 escolares de Graus reciben el clásico “Papelón”

La tradición se remonta a la década de 1930 y, desde el fin de la Guerra Civil, se ha celebrado de forma ininterrumpida

Entrega del “Papelón”, por parte de las autoridades grausinas a los alumnos del CEIP Joaquín Costa.
Entrega del “Papelón”, por parte de las autoridades grausinas a los alumnos del CEIP Joaquín Costa
E.F.

Los más de 350 escolares grausinos, tanto de la Escuela Infantil Ninins como del CEIP Joaquín Costa, recibieron este viernes el tradicional “Papelón” que las autoridades grausinas vienen entregando ininterrumpidamente desde los años treinta del pasado siglo. Aunque el formato del acto varió respecto a los últimos años y volvió a estar cerrado a las familias, este “premio” que el Ayuntamiento entrega a los niños, que recibe su nombre del papel blanco que envuelve los dulces que lo componen, fue recibido con entusiasmo.

La entrega se realizó en primer lugar a los 47 alumnos de la Escuela Infantil que fueron pasando, repartidos por clases, por el patio de recreo. Fuera del recinto, a través de la valla, las autoridades con la alcaldesa, Gema Betorz, a la cabeza, fueron entregando los “Papelones”. La Corporación municipal se trasladó, a continuación, al colegio Joaquín Costa, donde los alumnos terminaban en el patio el festival de final de curso, despidiendo a los de sexto y dando la bienvenida a los del último curso de Infantil, a Primaria. Tras unas palabras de la alcaldesa, los niños fueron pasando, distribuidos por clases, por una mesa instalada en los jardines del centro para recibir su “Papelón”.

Cabe recordar que el “Papelón”, cuyo contenido ha ido variando a lo largo de los años aunque siempre haciendo las delicias de los más pequeños, es una singular tradición de Graus que no se realiza en ninguna otra parte de la zona y que data de la década de los treinta del pasado siglo. Se retomó tras la Guerra Civil para celebrarse de forma ininterrumpida hasta la actualidad y, si bien su contenido ha cambiado y las galletas de entonces han dado paso a las chuches de ahora, la ilusión de los niños es la misma.