Ribagorza

ESPECTÁCULO

El espectáculo de los Salvatges de Benabarre regresa tras el parón

Alrededor de 200 personas disfrutaron el sábado de la actividad en el castillo de la localidad

Actuación de los Salvatges de Benabarre, durante la jornada del sábado.
Actuación de los Salvatges de Benabarre, durante la jornada del sábado.
E.F.

Alrededor de 200 personas, repartidas en tres pases, disfrutaron de la actividad “Nosotros, los salvatges ¿Quiénes somos, de dónde venimos, dónde vamos?” desarrollada en la tarde-noche del sábado en el imponente Castillo de Benabarre. Este espectáculo itinerante, representado en distintos escenarios del recinto fortificado, sirvió para explicar el origen del “salvaje”, su importancia en la historia, el arte y la literatura y su vinculación con Benabarre, pero también para homenajear al malogrado Alfredo Boix, mayoral de “palitrocs” fallecido hacía justo un año y fijo en el “Ball dels Salvatges” donde participó en el papel de “cazador” durante todas sus ediciones.

Los Salvatges de Benabarre regresaron el sábado, tras el parón del pasado año, con un nuevo formato adaptado al contexto de restricciones sanitarias en un nuevo espacio, pero como siempre con Zootropo Teatro dando vida a esta fiesta declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón.

A las 18, las 20 y las 22 horas, 75 personas por pase disfrutaron de este espectáculo en el que distintos personajes narraron aspectos relacionados con la figura del “Salvaje”, en ocasiones, contextualizándolo con leyendas como la del Ome grandizo de Grustán o con referencias literarias en obras tan destacadas como El Quijote. “Nosotros, los salvatges ¿Quiénes somos, de dónde venimos, dónde vamos?” contó también con la participación de un caballero y una dama que ofrecieron una visión del amor con guiños actuales. Hubo, asimismo, un baile de cierre con las indumentarias tradicionales y al son de los Gaiteros de Benabarre y, en el interior de la capilla del castillo, una proyección sobre la visión del salvaje a lo largo de la historia.

Dirigido por Mariano Lasheras (Zootropo Teatro), él fue uno de los dos narradores ataviados como centauros, que hilvanaron una historia que reunió a una treintena de personas, muy implicadas en una representación explicativa de esta singular tradición de la capital cultural ribagorzana que espera regresar en 2022 a la plaza Mayor recuperando su formato y contenido habitual.