Ribagorza

RIBAGORZA / ENERGÍA

Firme oposición a una línea de alta tensión entre Laluenga e Isona

Benabarre, Viacamp y Litera, Tolva y Puente de Montañana alertan de sus “afecciones”

La línea eléctrica de muy alta tensión (MAT) entre Aragón y Cataluña está en fase de información pública
Los alcaldes de la zona han decidido oponerse a la construcción de esta nueva línea eléctrica.
S.E.

La zona oriental de Ribagorza se opone “de forma unánime” al nuevo trazado de la línea eléctrica Laluenga-Isona. Los alcaldes ribagorzanos de Benabarre, Alfredo Sancho; de Viacamp y Litera, Alfredo Pociello: de Tolva, Isidro Franco; y de Puente de Montañana, José Peris; emitieron este sábado un comunicado manifestándose en contra del nuevo trazado de línea eléctrica de muy alta tensión.

La empresa Forestalia, detallan, ha presentado el proyecto de construcción de una línea de muy alta tensión que atravesaría el suroeste de la Ribagorza para evacuar la electricidad producida en las futuras plantas eólicas y fotovoltáicas de Alcalá de Gurrea, Almudévar y Gurrea de Gállego. Una vez conocido el proyecto en los ayuntamientos, los alcaldes han decidido de forma unánime oponerse a la construcción de esta nueva línea eléctrica ya que cuenta con un trazado completamente inasumible para estos municipios. “Dicho trazado es del todo inadecuado por sus afecciones a zonas de población y a entornos ambientales sensibles, además supone una barrera al desarrollo de los núcleos urbanos y del polígono industrial de Benabarre”, aseguran.

Además, consideran, es un agravante el hecho de que las líneas de transporte eléctrico no repercuten ni un solo euro en los municipios que las soportan. “Como parte que son de la infraestructura del sistema eléctrico, deberían dejar parte de los beneficios en estos municipios, tal y como sucede en los municipios en los que se instalan las plantas generadoras”, consideran.

La descarbonización de la producción eléctrica es urgente y necesaria, explican en el manifiesto, pero creen que no se está haciendo de la forma adecuada. “Se debe hacer, pero no a costa de los territorios que ya soportaron durante todo el siglo XX la construcción de los grandes embalses para alimentar la industrialización concentrada en unos pocos lugares de nuestro país. La revolución energética debería servir para reequilibrar el país, para industrializar el medio rural y desarrollar nuestros pueblos. Consumir gran parte de la energía allí donde se produce es vital para cohesionar el territorio, y no solo para ser justos con las zonas rurales sino para avanzar en la construcción de un país moderno, sostenible y equilibrado”, concluyen.