Ribagorza

EMPRESAS

La familia Valero Llanas seguirá al frente del Hotel El Pilar

María Gil, cuarta generación, perpetúa la vocación empresarial inaugurada con el Hotel Benasque en 1936

María Gil, cuarta generación de la familia Valero Llanas, se pone al frente del Hotel El Pilar, tras una etapa con el Grupo Costa
María Gil, cuarta generación de la familia Valero Llanas, se pone al frente del Hotel El Pilar, tras una etapa con el Grupo Costa
E.F.

La familia Valero Llanas seguirá al frente del Hotel El Pilar, en funcionamiento desde 1976, que continuará siendo “el último bastión” de esta saga de empresarios turísticos, pionera en el Pirineo aragonés. La cuarta generación perpetúa así la vocación empresarial y de servicio iniciada con la apertura del Hotel Benasque en el año 1936, a la que siguieron la del Hotel Aneto y el Hostal Valero -ya en los años 50-, así como la gestión del Balneario de los Baños de Benasque durante más de medio siglo.

María Gil se pone al frente del Hotel El Pilar, “guiada por el corazón” y cerrando su etapa en el Grupo Costa al que pasó, junto con otros miembros de la familia, paralelamente a la venta de los dos principales establecimientos de Hoteles Valero: el Hotel Aneto y el Gran Hotel Benasque.

Elisa Quintilla y Teresa Borrego Llanas (derecha) han estado hasta ahora al frente del Hotel El Pilar.
Elisa Quintilla y Teresa Borrego Llanas (derecha) han estado hasta ahora al frente del Hotel El Pilar.
E.F.

Valero Llanas Colomina fue de los primeros en apostar por el turismo de montaña y, como emprendedor infatigable, su labor marcó el devenir del Valle de Benasque. Reconocido con la Medalla de Plata al Mérito Turístico Nacional, la Placa al Mérito Turístico del Gobierno de Aragón y el título de Miembro del Círculo de la Hospitalidad de la Asociación Española de Directores de Hotel, entre otras distinciones, Valero Llanas dejó tras su fallecimiento en 2006, seis hijos que siguieron su trayectoria consolidando todo un holding empresarial, referente en el Pirineo.

Ni el estallido de la Guerra Civil en 1936, hizo desistir a Valero Llanas que construyó el hotel Benasque entre 1932 y 1935 y lo puso en marcha ese mismo año. En el año 1954, Valero Llanas abrió el Hotel Aneto y, un poco más tarde, el Hostal Valero. En los albores del cambio de siglo, el Hotel Benasque se renovó convirtiéndose en el Gran Hotel Benasque y, en los solares que ocupaban el Hotel Aneto y el Hostal Valero, se alzó el nuevo Hotel Aneto, primer cuatro estrellas de la zona.

Desde los años 50, asimismo, la familia se hizo con la concesión municipal del Balneario de los Baños de Benasque por 50 años, aunque se fue prorrogando hasta 2019. El Hotel El Pilar fue adquirido en 1976 y lleva funcionando ininterrumpidamente desde entonces. Es el único que nunca ha dejado de gestionarse por la familia Valero Llanas, ya que, a raíz de la crisis de 2008 y la fuerte inversión en el nuevo Hotel Aneto, el Grupo Costa adquirió en 2018 tanto el Hotel Aneto como el Gran Hotel Benasque, además de asumir los contratos de buena parte de la plantilla.

María Gil forma parte de la cuarta generación de Valero Llanas que ha emprendido negocios personales, ha cambiado de profesión o están implicados en el Grupo Costa, como lo ha estado ella misma hasta hace unas semanas. “A mí me ha unido una historia bonita al Grupo Costa. He estado contenta, pero he cerrado una etapa y estoy ilusionada con abrir una nueva dando continuidad al proyecto de la familia”.

María Gil se refirió al cambio de escenario coincidiendo con la jubilación de María Teresa Borrego Llanas y Elisa Quintilla, hasta ahora al frente del Hotel El Pilar. “Ante esta situación, buscamos durante un tiempo diferentes opciones y finalmente se ha apostado por una de casa para estar al cargo del Hotel El Pilar. Tomó las riendas tutelada de cerca por Jorge Llanas y asesorada en todo momento por Tete y Elisa, pero con la idea de hacer del Hotel El Pilar un proyecto continuador de lo que han sido y serán los valores y pilares fundamentales de la familia, la vocación de servicio, la apuesta por la calidad, el trato familiar y cercano con el cliente y la profesionalidad del equipo humano, en un proyecto de mejora continua, un proyecto que conserve la esencia y que estudie las necesidades actuales”.

El Hotel El Pilar empezará la temporada invernal el próximo día 3 de diciembre con “un pequeño lavado de cara y actualización de algunas cosillas, pero siempre con lo que ya se tiene”. Se mantendrá la plantilla de 8 personas fijas y se tratará de coger 8 más en temporada alta, además de intentar estar abiertos la mayor parte del año.

María Gil valora la continuidad, seña de identidad de la familia. “Ser un proyecto continuista es bueno. El cambio principal sería irlo abriendo más a la gente del pueblo porque, en el 2008, cuando nos pilló la crisis de golpe, fue el establecimiento de Valero Llanas que más sufrió. Le fuimos quitando servicios. Cerramos el restaurante y desde el 2008 al 2016 no tuvo la cocina abierta. En ese ámbito -prosiguió María Gil- buscamos ser un restaurante con comida casera, básica de la zona. Con la calidad como referente y con platos de siempre. Además, el Hotel El Pilar era muy conocido por los almuerzos y vamos a intentar ser el sitio de referencia para almuerzos al subir y meriendas al bajar de la montaña”, explicó. En este sentido, recordó la estrecha relación del Hotel El Pilar con el sector montañero.

Además de esa integración en el día a día de Benasque, María Gil incidió en las prestaciones del Hotel El Pilar. “Con cafetería, ascensor, tres habitaciones adaptadas. Es un hotel de gran capacidad, para un total de 150 personas. Además, es un hotel más asequible, con las prestaciones de un hotel cómodo, pero sin grandes lujos”.

Respecto al futuro, se muestra tan ilusionada como prudente. “Necesito vivirlo y ver hasta dónde se puede llegar. Hay que hacer muchos números. Con el tiempo iremos limando dónde iremos”, avanzó con muchas ganas de trabajar.