Ribagorza

MOVILIZACIÓN

Retenciones de 10 kilómetros por la protesta contra la línea eléctrica

Un centenar de vehículos han marchado por la N-230 contra el proyecto Valsalada-Isona este viernes

El alcalde de Benabarre se dirige a los asistentes a la movilización antes de emprender la marcha por la N-230.
El alcalde de Benabarre se dirige a los asistentes a la movilización antes de emprender la marcha por la N-230.
E. F.

Alrededor de un centenar de vehículos que han ocasionado retenciones de hasta 10 kilómetros durante casi dos horas en la N-230 han participado este viernes en la Jornada reivindicativa convocada por el Ayuntamiento de Benabarre y la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica para mostrar su más rotundo rechazo al proyecto de Forestalia de Autopista Eléctrica Valsalada-Laluenga-Isona, de 400.000 voltios. El alcalde anfitrión, Alfredo Sancho, junto a los de Laluenga, María Cristina Juárez, y Viacamp-Literá, Alfredo Pociello, han desplegado una pancarta en la Casa Consistorial, antes de encabezar la marcha lenta de vehículos por la citada nacional hasta Puente de Montañana. Desde la plataforma, han criticado el negocio aprovechando el necesario cambio de modelo energético.

Sancho ha lamentado la respuesta de Forestalia a las alegaciones “que nos ningunea y se ríe de nosotros” y que ha motivado esta movilización para implicar a la población, que se verá muy afectada. En Benabarre, la línea recorre 11 kilómetros, especialmente del núcleo de Purroy y el polígono industrial. La protesta, “claramente significativa, para que tenga repercusión con las mayores medidas de seguridad posible”, ha seguido el trazado que llevaría la línea en este tramo.

Laluenga, según el proyecto, albergaría una subestación, 7 kilómetros de línea y 106 hectáreas de placas solares, 200 campos de fútbol. “No es un huerto solar es un mar”, ha lamentado la alcaldesa. Juárez ha criticado que no se haya consultado ni a ayuntamientos ni a particulares sobre una infraestructura que podría declararse de utilidad pública y afectaría gravemente al sector primario. “La subestación está proyectada en una plantación de pistachos”, ha precisado.

Para Viacamp-Literá, la línea sería el fin de su proyecto turístico. “Los cables van por encima de la Oficina de Turismo. Acabaría con un proyecto turístico del Montsec, las pasarelas, Canelles y nos hipotecaría el futuro de un municipio que agoniza con una densidad de 0,5 personas por metro cuadrado”, ha lamentado Pociello, quien ha considerado que Forestalia ha respondido “con desprecio” a sus alegaciones. El alcalde de Viacamp ha considerado que se podría ampliar la línea que ya pasa por el pueblo, entre otras alternativas. “Hay que apostar por las energías limpias, lo entendemos, pero hay muchas formas de hacerlo. Por ejemplo, con el autoconsumo o las placas y molinos en las zonas donde se va a utilizar la energía”, ha expresado.

La despoblación que argumentan los afectados es también un argumento para Forestalia, pero en sentido contrario, ha apuntado Carlos González, de la plataforma. “Aquí estamos alegando que generarán despoblación y para ellos es un valor que haya poca gente y los jóvenes se vayan”. Para Jesús Sampériz se está utilizando la necesidad del cambio del modelo energético, generando “un nicho de negocio sangrante”, ha considerado.