Ribagorza

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El templo de Panillo recibe el año 2149 o año del Tigre de Agua

Llega con un sentimiento de esperanza y en un momento de pleno auge de la instalación

El templo de Dag Shang Kagyu (DSK) de Panillo ha recibido este jueves el año 2149 o año del Tigre de Agua con esperanza y en un momento de pleno auge de la instalación con incremento de visitantes el pasado año -más de 30.000 personas- y con servicios en ciernes como la nueva cafetería. "El tigre es un animal valeroso y con coraje y, al ser de agua, le da creatividad, así que esperemos que sea un año con energía y grandes ideas para salir de cualquier obstáculo y situación", apunta la directora de DSK, Montserrat Montes de Oca.

"No sabemos cómo será el año del Tigre de Agua, pero esperamos que sea bueno, al menos, tenemos esa ilusión", ha agregado, en medio de una celebración en el centro budista del núcleo grausino de Panillo que volvió a ser presencial, pero con restricciones. "Este año estamos más liberados aunque, a pesar de que no había aforo, hemos mantenido el 50 por ciento en el interior del templo", ha detallado, lo que impidió que se invitara formalmente a las autoridades de la zona para permitir la asistencia de los practicantes budistas. Pese a ello, a título particular, se contó con la presencia de la alcaldesa de Graus, Gema Betorz y el ex alcalde y concejal, José Antonio Lagüens.

La ceremonia del Losar en el exterior, con la práctica del Guru Yoga de Milarepa y la montaña de purificación con la hoguera ha estado abierta al público y ha sido guiada por el Lama Drubyu, a quien Montes de Oca definió como "cordial y gran persona".

Tras la pandemia, DSK ha crecido en cuanto a visitantes, superando los 30.000 el pasado 2021, "la mayoría en fines de semana, puentes y vacaciones". En el puente del Pilar, por ejemplo, se rozaron las 6000 personas. Los lamas en el templo se mantienen en 8 y los residentes, tras el bajón por la pandemia, se recuperan a los 14 habituales.

En cuanto a servicios, terminadas las estupas, fuentes y estatuas ubicadas junto al molino, se siguen levantando más estupas y, sobre todo, una nueva cafetería. "Necesitamos un lugar para dar servicio a los visitantes. Va lenta, pero estará en verano", ha avanzado la directora de DSK.