Ribagorza

TRADICIONES

Pilar Noguero: “Las birllas son prioritarias, salvo en ocasiones excepcionales”, en Campo

La presidenta de la Asociación El Rampeu deja el cargo y afirma que cuando se está jugando, “si llegan vehículos, esperan al final” 

Pilar Noguero
Pilar Noguero
Á.H.

El relevo generacional está servido en la Asociación Deportiva El Rampeu, fundada en 1990 en Campo, cuya presidenta, Pilar Noguero Canales, anuncia el final de su etapa iniciada en 2007 cuando sucedió a Rosi Peiret (fallecida). El juego de las birllas es reflejo de tradición muy antigua, exclusivo de mujeres en Campo, la única localidad altoaragonesa donde se practica esta modalidad y se mantienen las reglas originales.

“Este juego es más complicado de lo que parece y exclusivo de mullés”

La práctica se ha transmitido entre generaciones, donde hijas y nietas toman el relevo para que no se pierda el juego muy atractivo para la población y los visitantes. La destreza no exenta de sabiduría son aspectos esenciales, entre otros. “Es más complicado de lo que parece y exclusivo de mullés”, señala Pilar.

La partida completa consta de varias manos o jugadas con nueve birllas torneadas de madera de haya, todas iguales, un bolo que pesa cerca de 4 kilos con dos hendiduras, una para el dedo pulgar y otra mayor para los cuatro dedos restantes de la mano. Las posiciones de los pies son importantes en las tiradas con varias modalidades. En las calles hay varios campos de juego y cada partida no tiene límite de tiempo hasta que un equipo consigue seis manos.

“De octubre hasta Pascua no se juega por el frío”

Dos años sin “chugá a las birllas” como consecuencia de la pandemia no han hecho mella en los ánimos de las “mullés” que organizaron, de nuevo, el Campeonato con motivo de las Fiestas que se celebraron en agosto. Pilar “de casa Cambra” explica que “me esperaba más participación, hubo algunas reticencias, pero se consiguió organizar con cuatro grupos, cifra razonable. En todo caso es lo que hay”.

Este año esperaba “más actividad con antelación a las Fiestas porque hasta última hora no se formaron los equipos. En la reunión previa se planteó el tema y la conveniencia de organizar el Campeonato, de nuevo después de dos años son posibilidad de hacerlo. Lo normal es que se hubieran apuntado antes, pero se demoró un poco. Bueno, lo importante es que se juega en los campos distribuidos por los cantones del pueblo”.

En el transcurso del año “solo organizamos una partida de demostración porque vinieron de Aragón TV. Hasta entonces, nada, la gente aún estaba con cierto respeto, no miedo. A partir de agosto, espero que se animen más y en la práctica, se han organizado partidas en la calle. Creo que las jóvenes mantienen el interés por el juego ya que las mayores, por diferentes motivos, juegan menos. Creo que las jóvenes tomarán el relevo porque hay jugadoras veteranas muy buenas que siguen la tradición”.

Pilar Noguero no tiene dudas sobre este interés, “es normal porque este juego es natural de Campo y además, las partidas son lugar de encuentro para las mujeres del pueblo y quienes vienen de fuera o son residentes”. En este aspecto, “es, también, una excusa para juntarnos, aunque en el pueblo nos vemos con la frecuencia cotidiana”. En la localidad “todas las mujeres no saben jugar a las birllas, unas más, otras menos… todo es cuestión del interés de cada una porque el juego es complejo y con normas escritas que se respetan. La mayoría lo aprenden poco a poco”.

Se practica en varios campos distribuidos por los cantones del pueblo: “son lugares tradicionales y se mantienen con cuidado porque son fáciles de identificar en el suelo. Los habituales están en varios sectores por calles. En cada partida se respeta el juego y si llegan vehículos esperan al final, pero la partida de competición no se interrumpe, a veces se ponen vallas para que no aparquen. Las birllas son prioritarias salvo en ocasiones excepcionales”.

Este año, las mujeres de Campo no salieron a jugar fuera del pueblo, “ni siquiera a Benasque como ha sido habitual en intercambios. Espero que se recupere la costumbre, pero este año no ha sido posible”. En la Escuela del pueblo, “hemos enseñado el juego a las alumnas cuando nos lo han pedido en horas de recreo, eso depende de los horarios lectivos, ahora hace tiempo que no vamos”.

El relevo generacional, decidido

El censo de jugadoras en activo, “más de cien socias en El Rampeu pero el número de jugadoras asiduas no es grande por distintos motivos. El relevo generacional es evidente y se procura que en las casas se hable y se juegue a las birllas. A mis hijas, por ejemplo, les enseñó doña Aurora en el patio del colegio, pero hablo de muchos años. En general, no se perderá”. En invierno “no se juega en la calle porque el sol se va enseguida y el frío se nota por lo que hay un paréntesis amplio desde octubre hasta Pascua”.

La asociación El Rampeu se mantiene con cuota de 3€ anuales, “es un milagro, pero aguantamos porque no hay gastos importantes”. Judit Lacoma, directora del Museo de Juegos Tradicionales, ha coordinado partidas y será la próxima presidenta de la Asociación después de quince años, “está decidido hace tiempo y solo queda realizar el traspaso, documentación, cuentas y nombrar dos nuevas vocales. El relevo toca, me voy satisfecha por el trabajo realizado al alcance de mis posibilidades y consciente de que no se hace todo a gusto de la gente, pero es normal. De todas maneras, seguiré jugando a las birllas mientras sea posible”.