meteorología
Se cumple una década de la riada del Ésera que inundó el Valle de Benasque
Aunque afortunadamente no hubo víctimas mortales, fueron evacuadas decenas de personas

Este domingo se cumple una década de las inundaciones en el Valle de Benasque por el desbordamiento del río Ésera que, aunque afortunadamente no se cobraron víctimas mortales, obligaron a evacuar a decenas de personas y causaron graves daños en distintas infraestructuras de la zona.

El desbordamiento del río Ésera a la altura de Benasque inundó varias calles de la villa, cuyos vecinos tuvieron que ser evacuados al pabellón polideportivo. La fuerza del agua arrasó tramos de la carretera A-139, impidiendo la comunicación viaria con Cerler, se llevó el refugio de pescadores, el puente de Anciles y, en lo que fueron unas de las imágenes más espeluznantes, arrasó el camping de Castejón de Sos. Por suerte, los ocupantes del camping fueron desalojados previamente y reubicados en el centro cultural. También hubo que evacuar vecinos en Eriste y se temía por Anciles.

Durante ese 18 de junio de 2013, el Valle de Benasque quedó aislado debido al desbordamiento del Ésera en varios tramos de la A-139 y la N-260 por encima de Campo, con un Congosto de Ventamillo ocupado por las aguas.
La crecida del río, cuyo caudal alcanzó los cuatro metros de altura en Eriste y los 460 metros cúbicos por segundo en Campo, remitió al día siguiente, aunque abrió paso a semanas de evaluación y reparación, con la colaboración de distintas administraciones nacionales y regionales, en una costosa vuelta a la normalidad.