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La expansión de Copima se asienta en nuevas y potentes instalaciones

El crecimiento sostenido durante 30 años se acelera en 2018, con un fuerte incremento en la cartera de clientes

La expansión de Copima se asienta en nuevas y potentes instalaciones
La expansión de Copima se asienta en nuevas y potentes instalaciones
E.F.

GRAUS.- La distribuidora ribagorzana Copima ha estrenado esta misma semana sus nuevas instalaciones, ubicadas junto a la N-123a. Treinta años después de la construcción de la nave inicial, junto al casco urbano pueblense, y tras un crecimiento constante de la empresa a lo largo de estas tres décadas, Copima se traslada para ganar en accesibilidad, también en la Puebla de Castro pero junto a la carretera; y sobre todo para crecer en espacio, de cara a poder albergar los nuevos productos que requieren cámaras específicas, además de salas para completar procesos estratégicos como el de despiece.

Copima es una de las empresas de referencia en distribución alimentaria en Aragón con más de 6.000 referencias de alimentación que distribuye en las provincias de Huesca, Lérida y Zaragoza. La empresa cuenta con una plantilla de 78 personas, todos ellos de la zona, y con una media de edad de 40 años. "El equipo humano es lo más importante, es el músculo de Copima", explica el fundador y gerente, Mario Mas, "alma" de esta distribuidora ejemplar que factura 18 millones de euros al año.

Las nuevas instalaciones de Copima son un reflejo del crecimiento sostenido de la empresa que ha sido de alrededor del 10 por ciento anual, si bien se ha incrementado sustancialmente en el último año debido al aumento de clientes paralelo al incremento de la actividad.

Mario Mas detalla las necesidades que han llevado a renovar totalmente las instalaciones con este traslado al pie de la N-123 a, después de más de un año de obras y con varios meses de retraso respecto a lo previsto. "El cambio de las instalaciones a la carretera ha sido principalmente por un tema de accesibilidad. Hasta ahora -explicó- no había necesidad, pero en los últimos tiempos teníamos problemas con los camiones grandes", indicó. Cabe apuntar que Copima supera además la treintena de vehículos frigoríficos bitémpora propios, para los cuales también mejora la accesibilidad.

El traslado supone, asismismo, una considerable ampliación de las instalaciones originales. "Sobre todo en cuanto a temperatura. En este campo, hemos triplicado la capacidad de frío porque en la anterior ubicación estábamos colapsados", confiesa Mario Mas, satisfecho con el resultado.

Además, detalló la adecuación de espacios específicos fundamentales para los nuevos productos que trabaja Copima en los últimos tiempos. Así, aludió a la cámara de temperatura positiva para madurar carne de vacuno, un producto con el que la empresa ha realizado pruebas recientes y por el que apuesta decididamente. No en vano, esta cámara tiene capacidad para 600 chuleteros. "Es una necesidad nueva. La gente lo consume cada vez más y los restaurantes tienen esta demanda ante el aumento de la cultura de consumo de carne de vacuno", comentó.

Las nuevas instalaciones disponen también de una sala de despiece y fileteado, lo que supone integrar en Copima "un proceso estratégico" que hasta ahora tenía subcontratado.

Copima está ofreciendo a sus clientes, alrededor de 2.000 en total, un servicio integral, "ofreciendo el cien por cien de todo lo que pueden necesitar y creciendo con clientes mayoristas a nivel nacional", explica Mario Mas.

Además de las oficinas, las instalaciones incluyen una revolucionaria cocina para organizar catas y demostraciones. A corto plazo, previsiblemente de cara a noviembre, se habilitará un espacio tienda para completar el conjunto, avanzó Mario Mas.