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SOBRARBE - OJO AVIZOR

Se buscan embajadores con wasap para entronizar a la resiliente Carrasca Milenaria de Lecina

El magnífico ejemplar altoaragonés relata su historia en una votación para el Árbol Europeo del Año 2021 en el que compite duramente con los campeones nacionales de trece países y sus narraciones

Se buscan embajadores con wasap para entronizar a la resiliente Carrasca Milenaria de Lecina
Se buscan embajadores con wasap para entronizar a la resiliente Carrasca Milenaria de Lecina
S.E.

HUESCA.- En una competición popular, la historia y la estrategia constituyen claves para el éxito. La Carrasca Milenaria de Lecina, en Bárcabo, ha salido victoriosa de mil batallas a lo largo de centurias en las que ha sido acosada y sometida a los deseos destructores de su integridad, en algunos casos por desconocimiento de su valor, en otros por subsistencia mal entendida, en la totalidad por insensibilidad respecto al patrimonio natural. Con una "hoja de servicios" curtida por vicisitudes de todo orden, este ejemplar aúna en su entorno las creencias del carácter sagrado de su especie, las leyendas en las que merodean seres sobrenaturales y compañeros del bosque personificados por unas narraciones atractivas y sugerentes.

Ahora, la Carrasca de Lecina se está batiendo el cobre en las votaciones de Árbol Europeo del Año 2021 con trece magníficas expresiones de Bélgica, Bulgaria, República Checa, Francia, Croacia, Italia, Hungría, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rusia, Eslovaquia y Reino Unido, en una reñida disputa que se sustancia hasta el 28 de febrero aunque la visibilidad del recuento se interrumpirá el día 21. El Plátano de Guringa italiano y el Sicomoro ruso constituyen las principales amenazas a una posición de privilegio de nuestra Carrasca, que, como primer gran efecto, ya está siendo visitada de manera muy relevante en las últimas semanas ante la notoriedad de una noticia que nos concierne a todos porque a la belleza se suma su contribución al destino turístico de Lecina, a caballo entre su pertenencia al Sobrarbe y su condición de atractivo dentro del conjunto de la Sierra de Guara. Los resultados definitivos serán comunicados en el mes de marzo, como colofón de un certamen que no contempla exclusivamente los aspectos estéticos y paisajísticos, sino básicamente la historia que acompaña a cada uno de los concurrentes.

EL ÉXITO NACIONAL

La iniciativa partió de una eurodiputada socialista que invitó al alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, a concurrir a esta undécima edición que se iniciaba con los respectivos concursos nacionales. El munícipe ainsetano, conocedor de la condición singular de la Carrasca Milenaria de Lecina, se lo comunicó a su homóloga de Bárcabo, Carmen Lalueza, que se sumó a la iniciativa y presentó el árbol a la fase nacional. El altoaragonés se alzó con el liderato español con 9.935 apoyos frente a los poco más de siete mil de las moreras de la Cala del Moral de Málaga, entre once finalistas.

En el arranque de la carrera hacia el Árbol Europeo del Año 2021, a los esfuerzos del Ayuntamiento se sumaron los de otras organizaciones como Tuhuesca (con un video editado por la Uned de Barbastro), la Comarca del Sobrarbe, la Asociación de Empresarios de la Sierra de Guara, la Denominación de Origen Vinos del Somontano y, como un gran dinamizador, Daniel Vallés Turmo, autor del blog Caminos de Barbastro, que firma varias guías de rutas en el Somontano y Sobrarbe y, además, cuenta con una experiencia previa en el trabajo para que la Plaza Mayor de Graus consiguiera el entorchado europeo en la categoría de espacios urbanos.

Precisamente, Daniel Vallés ha movilizado contactos e influencias para "dar una dimensión nacional, porque hay que concienciar fuera de nuestro territorio de lo importante que es ganar este concurso, porque la Carrasca tiene una proyección prometedora gracias a su historia y a que es un símbolo".

Medios nacionales como Agrosfera de TV1, Tele 5 (a cuyo equipo acompañó Vallés), la SER, El País, Oregón TV, Jesús Calleja y The Huffington Post se han sumado a los regionales y especialmente los provinciales. "Tenemos que conseguir que todos los altoaragoneses seamos embajadores de la Carrasca Milenaria de Lecina, tenemos que animar a todos los conocidos que vivan por toda España a que tiren de wasap para pedir a todos sus contactos que voten a este árbol".

Señala Daniel Vallés que ya se ha "conseguido que haya un montón de gente que haya ido a verla. Este pasado fin de semana ha recibido muchísimas visitas, a pesar del problema del confinamiento perimetral de Zaragoza, pero de toda la provincia está acudiendo muchísima gente y se queda impresionada. Es una auténtica peregrinación y yo también estoy notando muchas entradas en mi blog".

La experiencia de Daniel Vallés en márquetin digital le ha permitido mover las votaciones. "Con poco dinero que he puesto encantado, hemos llegado a bastante gente, pero sé que la próxima semana va a ser crucial. El mayor peligro está en el árbol italiano y en el ruso, y necesitamos distanciarlos, que no va a ser fácil, para que cejen en el empeño. Yo creo que en torno a los 60.000 votos serán suficientes, pero para llegar -a estas alturas ya han superado los treinta mil- tenemos que mover las Redes Sociales y conseguir esos embajadores. Whatsapp tiene que ser nuestro aliado. Tenemos que ganar y para esto hay que poner toda la carne en el asador".

RELATOS FASCINANTES

La mezcla de leyenda e historia de la Carrasca de Lecina ofrece una narración fascinante. "Es un árbol con relato, como explico en mi blog".

La Carrasca Milenaria ha corrido serio peligro para su supervivencia. Daniel Vallés, de Sarsa de Surta e hijo de un pastor que conocía al dedillo el entorno, recuerda que el terreno del árbol era de la familia Carrasco, que se la transfirió a los Raso y se da la circunstancia además de que el camino de acceso es de otra saga, los Sánchez.

No siempre ha sido admirado por su belleza, porque la atmósfera de los tiempos varía y las necesidades aprietan. La tentación de derribarlo ha acompañado la percepción de que era un problema para los cultivos de trigo o cebada. Y es que su sombra no sólo es alargada, sino también muy ancha. Es lo que tienen sus 16,26 metros de altura, sus 7 metros de perímetro del tronco y los 27 de copa. En dos ocasiones, estuvo a punto de ser vendido a carboneros que hubieran destrozado un árbol que es verdadero patrimonio natural.

"Por eso digo que la Carrasca Milenaria de Lecina nos identifica, explica nuestra personalidad, la de un pueblo que ha sobrevivido a las dificultades, al clima extremo. Siempre digo que es un árbol resiliente que siempre sale adelante a pesar de las amenazas y del paso del tiempo". Es algo que explica en un video, por ejemplo, Justo Palacio, carpintero de Lecina. Daniel y Justo recuerdan que en el pueblo se le llamaba "la Castañera de Carrasco, porque daba unas bellotas muy dulces, muy buenas".

En la exposición de la historia de la Carrasca, se explica que fueron consideradas árboles sagrados desde tiempos de los celtas, y también que las familias griegas celebraban sus reuniones bajo una encina a cuyo amparo adoptaban las más trascendentes decisiones.

En Aragón, los grandes acuerdos como tratos, bodas, transacciones de tierras o determinaciones de las lindes se fraguaban bajo la carrasca más grande de los lugares. En 1873, se proclamó en el Somontano la 1ª República en La Carrasca de las Coronas. Hoy, forma parte del escudo de Aragón bajo una cruz latina de color rojo. Reza la leyenda que los jacetanos habían acudido a Aínsa desde San Juan de la Peña para recuperar el terreno a los sarracenos. Una cruz apareció sobre la encina y cambió la suerte de la batalla. De ahí que actualmente sea el símbolo del que fuera condado de Sobrarbe.

Sobre la propia Carrasca Milenaria, pende su personal leyenda: estaba rodeada por enigmáticos bosques de encinas y robles en los que se resguardaban lobos y osos, pero también brujas. Los vecinos las temían y les achacaban terribles infortunios como enfermedades y muertes de personas y animales, amén de tormentas asoladoras.

La Carrasca hoy milenaria era la única que deploraba a las brujas, a las que no prestaba su abrigo. Las arpías abandonaron el bosque no sin antes conceder un deseo al resto. Unas lograron que sus ramas y hojas fuesen de oro, otras que desprendieran sugerentes aromas y el resto que fueran de cristal. Una terrible tempestad destrozó los cristales, un rebaño engulló las perfumadas y los ladrones y vecinos sustrajeron las preciosas extremidades doradas. Tan sólo sobrevivió la pequeña Carrasca que no sólo fue admirada por su sabiduría por el resto sino que creció robusta por los siglos de los siglos.

La más reciente narración se retrotrae nada más que al 27 de junio de 2020, cuando se plantaron 731 carrascas bajo el lema "Aragón, a los que nos faltan", en homenaje a las víctimas de la covid-19 y en reconocimiento de los sanitarios y trabajadores esenciales.

Se erige, así, la Carrasca en la manifestación del carácter aragonés: un árbol resistente en la lucha, con un verdor expresión de vida, que florece en abril (el mes de Aragón) y se fortalece por su adaptación a la sequía estival y la gelidez invernal. Pasado, presente y futuro de la región.

Argumentos sobrados para aprovechar el tiempo que dedicamos a las incursiones en los medios tecnológicos para irradiar la belleza y las virtudes de la Carrasca Milenaria de Lecina, sin lugar a dudas un meritorio Árbol Europeo del Año 2021.

EL EJE PARA LAS RUTAS

Con motivo de este concurso, Daniel Vallés ha editado, con la información y experiencia acumulada durante décadas, una guía de rutas en torno a la Carrasca de Lecina, que además cuentan con la posibilidad de la asistencia del GPS habilitado en su guía sobre la Sierra de Guara Oriental.

En un archivo en PDF colgado en su blog Caminos de Barbastro, Vallés Turmo nos invita a disfrutar de recorridos de Betorz-Almazorre, Abrigos de Barfalluy y Lecina, Ermita de San Martín, Abrigos de Gallinero, Las Escaleretas y de Lecina a Alquézar. Una nueva perspectiva se abre en el destino turístico altoaragonés, inspirada por la extrema magnificencia de la Carrasca. A votar.