Sobrarbe

MEDIO AMBIENTE

Hallan al menos una docena de tejos singulares en el cañón de Añisclo

Los APN del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Carlos Benedé y Jorge Gracia, los han encontrado en una zona de difícil acceso

Uno de los tejos singulares encontrados en el cañón de Añisclo.
Uno de los tejos singulares encontrados en el cañón de Añisclo.
Carlos Benedé/Jorge Gracia

Al menos una docena de tejos de un gran valor natural y patrimonial han sido hallados recientemente por dos agentes de Protección de la Naturaleza (apn), Carlos Benedé y Jorge Gracia en una zona de difícil acceso en el Cañón de Añisclo dentro del Parque Nacional de Monte Perdido, rodeados en una zona arbustiva con una gran cantidad de vegetación y que han permanecido durante muchos años desapercibidos y ajenas a la tala cuando sobre este espacio no estaba considerado como protegido.

Se trata de una zona que el APN Carlos Benedé ya había intuido con sus prismáticos que podría ser alto valor ecológico y natural "con tejos, muy cerca unos de otros y con un porte interesante".

Al acceder a la zona en verano del 2022, Benedé pudo hallar varios de estos ejemplares aunque sin poder realizar un trabajo exhaustivo como el que realizó con su compañero Jorge Gracia hace tan solo dos semanas.

En esta última incursión, los APN realizaron mediciones de la circunferencia de los árboles, "con tamaños muy reseñables y radios de hasta 6 metros de perímetro, y hasta 13 metros de altura en el árbol más viejo" todo ello ya documentado con fotografías y localización de otros ejemplares. "Entramos con Jorge con GPS y georreferenciamos los árboles para documentar a esos árboles", ha subrayado Carlos Benedé.

Si bien aún no está datado su edad, "el mayor de ellos es muy centenario y se podría acercar a los 1.000 años de edad", ha descrito el APN de Ordesa.

El conjunto de tejos hallados, incluido el más antiguo, constituye en su opinión "una arboleda muy reseñable y antigua". Por su ubicación "alejado de todo y con un acceso muy complicado lo que ha supuesto que, por las características del terreno, le han librado que durante cientos de años este y otros árboles hayan podido ser cortados y extraídos para ser utilizados en la industria maderera, para ebanistería, casas o haber hecho casas en su momento cuando la madera de tejo es muy codiciada, resistente y densa que no se pudre con facilidad".

Con este proceso de documentación, ha explicado Benedé, "hemos dado los primeros pasos para su catalogación como arboleda singular" mientras los dos APN ya se encuentran trabajando en la elaboración de un informe de cara a que las administraciones valores su clasificación y catalogación. Las características y el potencial de estos ejemplares ya ha sido verificada por técnicos que ya han accedido a estos primeros datos, según ha comentado el APN de Ordesa.

A este catálogo de árboles singulares ya pertenecen otros tejos como el Tejo de Mirona (en el mismo Cañón de Añisclo), los Taxos de Crapera (valle de Bujaruelo) o la Taxera de Fablo (peña Canciás), entre otros ejemplares.

Según han explicado los dos APN en una publicación reciente, el tejo, llamado "taxo" en Sobrarbe, siempre ha sido un árbol venerado y sagrado en diversas culturas a lo largo del tiempo, gracias a su extraordinaria utilidad, propiedades, fortaleza y longevidad, ya que puede vivir cientos e incluso miles de años.

Carlos Benedé ha tildado de "muy satisfactorio" este hallazgo y de "que se pueden seguir poniendo en valor árboles que no eran muy conocidos hasta la fecha". Si bien, van continuar trabajando en la documentación ha destacado que "el estado sanitario que presenta la arboleda es bastante buena al tratarse de un conjunto de árboles con cierta altura, un gran grosor y que son muy sanos".

La directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Elena Villagrasa, ha destacado el "trabajo muy bien hecho" realizado hasta el momento por los dos APN que han recogido información para trasladarla al servicio de Parques Naturales en aras de valorar su catalogación.