Un único cajero para todo el Parque Natural de la Sierra de Guara

BARBASTRO.- El único cajero automático de una entidad bancaria (Caja Rural de Aragón) está en Alquézar para los usuarios y visitantes del Parque Natural de Sierra y Cañones de Guara, que tiene 15 municipios entre 475 kilómetros cuadrados.

La mayor cantidad de visitantes se concentra en Alquézar por donde pasan 180.000 personas durante el año y es punto de partida para diversos enclaves en la zona de influencia.

Los efectos de la denominada España vaciada se dejan notar en el resto de localidades y municipios donde los vecinos y visitantes no tienen posibilidad de sacar dinero en efectivo.

La situación contrasta con la elección reciente de la Sierra de Guara entre los cinco destinos españoles que son "pura felicidad", según la información de Hola.com viajes.

Mariano Altemir, alcalde de Alquézar, desconoce los motivos de esta falta de cajeros automáticos en el Parque Natural y entiende "las dificultades de luchar contra el fenómeno de la despoblación".

En la práctica "solo hay un cajero automático que es insuficiente en verano. Las consultas desde el Ayuntamiento con una entidad bancaria sobre la posible instalación de otro cajero han sido vanas, nos dicen que es imposible. La mayor parte de la clientela paga con tarjeta pero hay muchos vecinos mayores a quienes el cajero automático les presta un servicio importante".

En la localidad hay 14 restaurantes y alojamientos con capacidad para 1.200 plazas, el censo oficial es de 325 vecinos entre Alquézar y Radiquero, que aumenta "de forma considerable" desde Semana Santa y las entidades bancarias más próximas están en Barbastro. "En temporada alta es insuficiente y la falta de cajeros se hace extensiva al amplio territorio del Parque Natural", comenta Altemir.

Laura Ventura, presidenta de la Asociación de Empresarios de la Sierra de Guara, con 115 asociados entre varios sectores, resume la situación en pocas palabras: "Es una pena". Al mismo tiempo critica que "un destino turístico de nivel internacional como Guara no puede pedir a sus visitantes que se desplacen de 30 a 70 kilómetros para disponer de dinero en efectivo, para realizar las pequeñas compras y pagos de servicios para dinamizar la economía en el medio rural, en todos los sectores de autónomos y micropymes y, además, conservar un territorio vivo".

"Si se quiere vender un turismo sostenible y responsable -continúa- se deben buscar soluciones aunque sean estacionales o ligadas a negocios. Existen modelos de cajeros automáticos que sólo necesitan conexión a internet, electricidad y espacio. Se pueden ubicar en lugares públicos, incluso en algún negocio, son pequeños y con ruedas. Los empresarios pueden ingresar dinero y ahorran viajes a la entidad bancaria, así como a la población envejecida que no dispone de transporte público".

Al mismo tiempo, "hay que garantizar el refuerzo del mantenimiento y la recarga, la conexión eléctrica, aún hay zonas pendientes de refuerzo con subestaciones, igual sucede con la cobertura y la conexión a internet. En algunos momentos falla todo y otros en solo una zona. Por ello, cuantas más opciones haya aumentan las posibilidades de tener experiencias positivas de los visitantes y de los habitantes".

Para Ventura, al final, "no es cuestión de número de cajeros sino de la percepción en los visitantes y en los locales. Un cajero más o menos en una ciudad puede suponer pocos metros o una comisión más, pero en el medio rural o en un destino turístico podemos transmitir que los pueblos están vivos o que están vacíos y abandonados. A ello puede contribuir un cajero, un médico, una escuela o una línea de cobertura. En algunas zonas turísticas con aumento de visitantes se refuerzan aunque sea de manera estacional. En Guara eso no existe por ahora".