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SOMONTANO - PANDEMIA DE CORONAVIRUS

Pedro Peropadre, tras 18 días en el hospital: "Estuve con un pie casi al lado de San Pedro, pero sigo aquí"

El alcalde del municipio de Ilche relata la emoción que sintió al ser recibido con una pancarta en Monesma tras superar el coronavirus

Pedro Peropadre, tras 18 días en el hospital: "Estuve con un pie casi al lado de San Pedro, pero sigo aquí"
Pedro Peropadre, tras 18 días en el hospital: "Estuve con un pie casi al lado de San Pedro, pero sigo aquí"
Á.H.

ILCHE.- Pedro Peropadre, alcalde del municipio de Ilche al que pertenecen Monesma de San Juan, Permisán, Morilla y Fornillos de Ilche, se encontró con la respuesta vecinal "sorprendente, inesperada y emotiva" cuando visitó Monesma el sábado, por primera vez después de pasar 18 días en el Hospital de Barbastro afectado por el coronavirus y 20 días confinado en su casa "sin salir de la habitación". De momento, aún le queda para reincorporarse a las tareas de Alcaldía aunque mantiene contacto diario con su teniente de alcalde.

"Me eché a llorar como un crío cuando vi la pancarta y 40 personas que nos esperaban, fue algo inesperado y muestra del afecto vecinal, son de esas cosas que recuerdas toda la vida, y mira que estuve casi con un pie al lado de San Pedro, pero se atascó y sigo aquí abajo", explica con buen humor. El alcalde tenía previsto ir a Monesma el viernes para preparar la segunda residencia, "me dijeron que no bajara porque hacia mal tiempo y me extrañó, pero el sábado bajamos con la familia y la gente nos esperaba en la calle".

El censo del municipio está en torno a 200 vecinos. "Vinieron cerca de 40, que son muchos para lo habitual y se desplazaron desde Barbastro, todo estaba bien preparado. Eso sí, se guardaron todas las normas sanitarias de distancias y similares". Pedro aprovechó para "dar una vuelta por el pueblo y quise ver unas obras en Permisán a petición propia. La verdad que da gusto ser alcalde, aunque haya estado muy apurado te das cuenta del cariño de la gente más allá de la cuestión de política municipal".

De su estancia en el hospital relata que se puso "muy malo en casa, consultamos y como no había ambulancia disponible en esos momentos, el joven me subió, solo recuerdo que me hicieron el test del coronavirus, en la quinta planta, y que me bajaron a la cuarta enseguida y he pasado 18 días. Ha habido momentos muy malos, no me enteraba de la situación, ni pensaba en el Ayuntamiento, tampoco en la UD Barbastro, de la que soy aficionado impenitente. La familia tampoco lo pasó bien esos días. Si te digo la verdad, estuve más arriba con San Pedro que abajo, pero mejor aquí, no hay prisa por saludarle".

El alta en el hospital llevó consigo una sorpresa. "Un vecino me regaló una camiseta de la S.D. Huesca", y al mismo tiempo destacó las atenciones recibidas durante su estancia, "amabilidad, trato excelente, paciencia, porque me dieron la comida en boca durante ocho días. Ese trato personal y profesional solo tiene palabras de elogio en general, tenemos mucha suerte de tener este Hospital en Barbastro".

Respecto a su regreso a la actividad municipal, señala que "aún tardaré pero no tengo prisa, después de dos meses en apuros, pienso en el Ayuntamiento pero está en buenas manos, ahora que es posible llamo a diario, está todo bien organizado y de alguna manera lo dirigimos desde Barbastro y Sariñena, con presencia semanal de la teniente de alcalde. En cuanto sea posible retomaremos con la Comarca algunas tareas de limpieza en la carretera porque hay ramas que estorban la entrada de maquinaria".

Pedro Peropadre superó con buenos resultados otra prueba que le realizaron el miércoles y espera "retomar la actividad con calma porque la salud es prioritaria y pienso en los demás". Respecto a la temporada del fútbol, apunta que "ahora ya sé que el Barbastro no jugará la Liga hasta octubre y allí estaré apoyándole cada domingo, dando palmadas en la chapa del anuncio, cerca de la portería. En este tiempo, casi no me he acordado y tampoco me enteraba de las cosas puertas afuera del hospital".

La familia traslada sus emociones: "Mis padres lloraban porque fue inesperado y tenían ganas de volver al pueblo, pero la reacción de vecinos y de amigos les cogió por sorpresa", explican sus hijas Sara y Silvia, quienes reconocen que "hubo momentos complicados y sufrimos todos. Al final, lo celebramos con la normalidad, sobre todo mi madre, porque son inseparables".