Carmelo Garcés: "El impacto ha sido impresionante, absoluto, en el sector del espectáculo"

BARBASTRO.- La suspensión de fiestas patronales y actos multitudinarios "aconsejada" por el Gobierno de Aragón hasta el mes de septiembre ha originado fuertes pérdidas para las empresas del sector de espectáculos, entre ellas Pirineos, de Barbastro, de larga trayectoria, cuyo propietario Carmelo Garcés dejará de facturar cerca de 200.000 euros con las repercusiones consiguientes. "En agosto hay días puntuales en que dependen de mi empresa entre 30 y 40 personas, de forma directa e indirecta, además los gastos fijos de siete vehículos, naves, oficinas, almacenes y cerca de 20.000 euros en seguros", apunta.

La última facturación por servicios fue en febrero, con antelación a la crisis del coronavirus. "El impacto negativo ha sido absoluto, impresionante, porque estamos en el sector de la fiesta, del espectáculo, ocio diurno y nocturno, eventos populares, actos sociales, orquestas, conjunto y tiempo libre para niños... Aparte que son habituales en los pueblos, habrá gente de vacaciones pero sin fiestas de verano porque se han suspendido", comenta.

Al mismo tiempo, considera que la posibilidad de organizar fiestas al uso antiguo "es un avance importante porque deja algunas opciones en este proceso de la desescalada donde somos un sector distinto a otros que han tenido la posibilidad de reanudar actividades, en determinadas condiciones, pero somos los últimos en la lista en afecciones. Un pueblo sin fiestas se notará mucho porque somos un sector amplio en contenidos que genera actividad económica añadida. Estamos en situación de desamparo, ni siquiera tenemos protocolo en el proceso de desescalada".

En datos relativos a la empresa con sede social en Barbastro y ámbito de actuaciones muy amplio entre Huesca, Aragón y otras provincias, señala: "Hemos perdido más del 90% de programación contratada porque nuestra propuesta está muy diversificada. En estos momentos ni siquiera tenemos la opción de visitar a clientes fuera de Huesca. El impacto en facturación anual ha sido muy fuerte, aunque entiendo los motivos que lo han originado y es más importante que se controle esta situación sanitaria. Aquí hemos perdido todos y nos gustaría que desde la Administración contaran con nosotros porque, en estos momentos, estamos desamparados".

Carmelo prefiere ser "positivo y optimista" para creer que se retomen algunas actividades "de manera que el sector pueda recuperar algo, hay gente que ensaya y trabaja durante el año de cara al verano, desde feriantes hasta orquestas, con mucha gente involucrada. Las fiestas no pueden ser como antes, pero esperemos que se organicen otras actividades que sean viables, siempre desde la seguridad y medidas sanitarias necesarias".

Los efectos negativos en su empresa son importantes. "En Aragón y en otras provincias, porque nos afecta desde la suspensión de fiestas de fin de curso, comuniones, eventos sociales, fiestas de barrios..., desde el 14 de marzo hemos recibido anulaciones en cascada. Entiendo que la prudencia se ha impuesto y hasta final del año no quedan resquicios para recuperar algo porque la mayoría de fiestas entre julio y agosto son irrecuperables después".

De cara al año próximo, señala que "nos tendremos que adecuar a nuevas condiciones y situaciones, tenemos que adecuarnos a lo que hay, para eso se trabaja, pero en este sector no hay ningún protocolo, hasta ahora. Desde los años 80 no habíamos pasado ni vivido una situación así. El estado de alarma ha sido muy perjudicial y gustaría que desde la prudencia, control y respeto a las normas, nos tuvieran en cuenta en la Administración y en ayuntamientos para no dar todo el verano por perdido. Es evidente que no será como antes, pero hay que adaptarse a la situación actual", concluye.