BARBASTRO.- El Decreto Ilerdensis-Barbastrensis de finium mutatione de la Congregación para los Obispos, hace 25 años (15 junio de 1995), con la incorporación de 111 parroquias de cinco arciprestazgos que estaban en el Obispado de Lérida, fue "el final de un proceso muy deseado, que se demoró en el tiempo hasta que fructificó en la Diócesis de Barbastro-Monzón, la más grande de la provincia de Huesca y la segunda de Aragón por número de habitantes".

En estos términos valoró la fecha conmemorativa el alcalde de Barbastro, Fernando Torres, que hace un año -el 15 de junio de 2019- tomó la bara de mando por primera vez.

En este sentido, enlazó el pasado con el presente y futuro de la Diócesis desde que se aplicó la modificación de límites diocesanos, "Sirvió para recuperar un valioso patrimonio monumental que da cuenta de la historia común de estas tierras, fraguada durante siglos. Ahora, es el punto de partida para acciones de futuro que cobran nueva y enriquecedora dimensión con proyectos como la Ruta del Románico, otro nexo de unión del territorio a través del arte y la cultura", expresó.

Al mismo tiempo, el regidor municipal destacó la antigüedad diocesana desde el año 1100. "Hace un cuarto de siglo, la Diócesis de Barbastro-Monzón consiguió que se aunaran los límites políticos y eclesiásticos, articula el eje oriental de la provincia, territorio dinámico y emprendedor con más de 100.000 personas entre Somontano, Sobrarbe, Ribagorza, Cinca Medio, La Litera y el Bajo Cinca".

En su opinión, "conforman un extenso territorio que, además de estar al amparo de la Diócesis, comparte intereses y objetivos comunes, que busca sinergias de colaboración, apela a la unión y tenacidad a la hora de afrontar retos hacia el futuro".

En la misma línea recuerda que "los fieles se incorporaron de forma progresiva entre dos fases desde que el Decreto se hizo efectivo el 17 de septiembre de 1005 en la concatedral de Monzón. Sin embargo, no traspasaron los fondos archivísticos, tampoco las obras de arte que son propiedad de parroquias de la zona oriental y cuya reclamación ha llegado a los tribunales, por las vías canónica y civil, con decretos y sentencias favorables, siempre. La ejecución práctica sigue pendiente".

Por otra parte, el Partido Aragonés (PAR) de Barbastro aprovecha la fecha conmemorativa del 15 de junio de 1995 para "reivindicar y recordar la necesidad y la obligación de todos los aragoneses para unirse en defensa de los intereses generales de nuestra comunidad y el fortalecimiento de la identidad aragonesa".

En este aspecto, "se trató de un enorme paso adelante en la demanda de respeto e integridad para Aragón gracias al trabajo conjunto y al tesón de muchas personas e instituciones de esta tierra. Una bandera de aquella época, un símbolo, un modelo que debe aplicarse por los objetivos comunes de los aragoneses y que siguen pendientes".

Por último recuerda que "sigue pendiente, sin cumplir, un aspecto muy importante, el retorno de los bienes, de las obras artísticas y religiosas de las parroquias de la zona oriental que están retenidas, indebidamente, fuera de Aragón, en el Museo de Lérida. La modificación de límites diocesanos fue muestra de la perseverancia común y debe culminar con la devolución a los legítimos propietarios".