La sala de Sijena de la que fueron arrancados los murales en 1936 ya está lista para volver a acogerlos

BARBASTRO.- El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) retiene desde el año 1943 las pinturas murales arrancadas de la Sala Capitular del Real Monasterio de Sijena en agosto de 1936 para trasladarlas a Barcelona. En medio, no hay títulos de cesión, ni de propiedad, tampoco de compraventa por parte de las religiosas. Se considera "un expolio puro, duro y sangrante que ya dura 84 años".

El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Sijena tomaron la iniciativa para recuperar los restos de las pinturas, restauradas, del que fue uno de los conjuntos pictóricos más importantes de España antes de la destrucción parcial de la Sala Capitular por incendio provocado.

El resto de pinturas que quedaron ocultas bajo tabiques y paredes encaladas también las levantaron para llevarlas al Museo de Arte de Cataluña con autorización del Estado a través de la Dirección General de Bellas Artes.

Todas permanecen en el MNAC sin títulos de propiedad ni tampoco en depósito legal. La acción procesal iniciada por el Gobierno de Aragón a la que se sumó el Ayuntamiento de Sijena se realizó en nombre de la Orden de San Juan de Jerusalén, que cedió los derechos como propietaria legítima de los bienes monacales.

Se llevó a falta de respuesta del MNAC al requerimiento administrativo planteado por el Gobierno de Aragón, en septiembre de 2013, para que pusiera estas obras de arte a disposición de sus propietarias. La demanda por devolución de las pinturas murales se presentó en el Juzgado de Instrucción número 2 de Huesca.

La sentencia de fecha 4 de julio de 2016 fue favorable y ordenó la devolución de las pinturas al monasterio. En principio, la ejecución provisional estaba pendiente de la sentencia de la Audiencia Provincial, que ha sido favorable. Mientras tanto, el Gobierno de Aragón ha restaurado la Sala Capitular para acoger las pinturas.