SOMONTANO - SECTOR VITIVINÍCOLA
La DO Somontano reduce su producción de uva este año un 28 %
La vendimia de las 29 bodegas ha finalizado con 15,2 millones de kilos de uva
BARBASTRO.- La vendimia terminó con 15.240.000 kilos de uva recogida entre 29 bodegas de la Denominación de Origen Protegida Somontano con disminución del 28% respecto a la cosecha de 2019 que fue de 21.041.993 kilos. En la década 2011-2020 ha sido la tercera más baja pero el porcentaje de uvas blancas con el 44% es una referencia histórica frente al habitual entre el 20 y el 35%; el 56% restante es de uvas tintas.
La cosecha media de los últimos 10 años fue de 18 millones de kilos y en porcentajes comparativos la reducción ha sido del 18% según datos facilitados por el Consejo Regulador. El rendimiento medio ha sido 5.170 kilos por hectárea y valor estimado de la cosecha, de 10 millones de euros.
Las tareas iniciadas el 11 de agosto concluyeron el miércoles con la recogida de las variedades Garnacha Tinta y Cabernet Sauvignon en las zonas más altas del Somontano.
El volumen de variedades tintas ha sido de 8.494.584 kilos entre Cabernet Sauvignon (3.201.260 kilos), Merlot (2.347.810), Syrah (1.925.681), Garnacha Tinta (872.253), Tempranillo (871.790), Pinot Noir (72.830), Moristel (53.780) y Parraleta (49.180).
En variedades blancas, 6.745.416 kilos entre Chardonnay (4.163.416), Gewürztraminer (1.463.830), Sauvignon Blanc (478.010) las tres han batido récords históricos: Macabeo (271.420), Garnacha Blanca (188.800), Riesling (178.020) y Alcañón (1.920). El sello de calidad es denominador común en la cosecha.
En opinión de Óscar Torres, director de certificación de la Denominación, el descenso en la producción se ha debido a los daños ocasionados por el pedrisco en una amplia zona en jornadas del 29 de mayo y 16 de junio, además de heladas primaverales puntuales y las consecuencias de lluvias abundantes que favorecieron el corrimiento fisiológico de la flor en algunas variedades.
Destaca la calidad "muy buena de la uva vendimiada", aspecto que refleja el trabajo constante y extraordinario de los viticultores de la D.O. frente a la variedad del año climatológico. En la misma línea, "las uvas han reforzado su potencial aromático y una acidez que dará como fruto grandes vinos blancos y rosados, también una larga vida a los vinos de guarda como son los fermentados en barrica, crianzas, reservas, grandes reservas y elaboraciones especiales".
Raquel Latre, presidenta del Consejo Regulador, señala que "de antemano sabíamos que era un año complicado porque las condiciones climatológicas han marcado mucho la cantidad, limitada a 15.240.000 kilos, ya que ha habido un gran número de hectáreas donde no se ha recogido nada. Destaca el equilibrio con que ha entrado la uva en bodega para disfrutar de buenos vinos. Además, hay que valorar lo que traslada cada grano de uva al territorio, mantener la masa de viticultores, de población ligada y la marca vinculada por la que trabajan las bodegas, día a día, para hacer un año excepcional por las complicaciones de 2020, entre ellas buscar nuevas líneas de distribución para llegar a los consumidores".
En suma "se trabaja por hacer las cosas bien en Somontano porque no es solo vino, sino mucho más, sostenibilidad, negocio y oportunidades. Así se trabaja". En cuanto a ventas en 2020, pendiente del cuarto trimestre, "este año ha sido atípico, de mucha incertidumbre, en marzo se cerraron los canales habituales de ventas en el mercado nacional entre hostelería (70%). Una vez más, las bodegas demostraron que frente a las dificultades hay que trabajar con mayor esfuerzo".
"EL VINO, PRODUCTO DE CERCANÍA"
En este aspecto, "el año avanzó con reducción de ventas respecto a las habituales en condiciones normales pero gracias a la reacción se han minimizado los efectos. Ahora es complicado decir cómo se cerrará este año y fijarnos en un escenario a dos meses vista es difícil. Las previsiones 2020-2021 van muy ligadas a la situación económica general porque somos un sector vinculado a la hostelería, restauración, disfrute y eventos sociales. Si no se dinamizan lo notaremos".
En su opinión, "el vino estará en la mesa porque es un producto de cercanía y es un factor añadido". Respecto a mercados, "las exportaciones se han mantenido, incluso se han mejorado las cifras. El mayor volumen de ventas está en los mercados interiores y la tendencia será difícil de cambiar con tanta rapidez".
En cuanto a la campaña de promoción conjunta con D.O. Jamón de Teruel, "es evidente que buena parte son recursos propios y este año el Consejo ha modificado el presupuesto con reducción y ha tenido repercusiones en la campaña. Se ha intentado seguir adelante pero nos hemos adaptado a la situación económica".
En líneas generales, "cada día se trabaja en escenarios distintos, estamos sujetos a la situación actual y cuanto lleva consigo. En la Denominación de Origen nunca ha habido conformismo sino todo lo contrario. A diario, las bodegas trabajan por hacerlo mejor, unos para elaborar buenos vinos, las áreas de marketing y de distribución por estar en el mayor número de puestos de venta".
Se refiere a los efectos del enoturismo, "en muchos casos, las visitas se han mantenido pero con limitación de visitantes por motivos de seguridad, sujetos a los condicionantes de cada fase. Aun así estamos contentos del nivel de visitas en los establecimientos".