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Arreglada la torre del campanario de la Catedral de Barbastro

Ya está en condiciones para visitas guiadas por su interior después de que se cerrara en el año 2013

Arreglada la torre del campanario de la Catedral de Barbastro
Arreglada la torre del campanario de la Catedral de Barbastro
M.D.

BARBASTRO.- La torre campanario de la catedral de Barbastro ya está en condiciones para visitas guiadas por su interior después de siete años desde que se cerró en 2013 por la nidificación de cigüeñas y porque el interior no estaba en las condiciones adecuadas para el público. Sin embargo, habrá que esperar un tiempo porque las normas sanitarias y el protocolo obligado por efectos de pandemia impiden la reanudación de visitas guiadas.

Se incluye entre la propuesta del Museo Diocesano Barbastro-Monzón de visitar seis monumentos locales con la adquisición de la Pulsera Turística, iniciativa puesta en marcha en julio en la que colabora el Ayuntamiento. En la misma ruta local están la Catedral, el Palacio Episcopal-Museo Diocesano, iglesia y convento de las Capuchinas, iglesia de San Francisco, iglesia y Museo de los Mártires Claretianos.

Tiene consideración Bien de Interés Cultural (BIC) y forma parte del conjunto de la catedral, declarado Monumento Histórico Artístico en 1923 que disfruta de "máxima protección" amparada a la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón. Se levanta exenta al norte de la cabecera de la catedral, presenta plata exagonal de grandes dimensiones que la hacen visible desde los alrededores de Barbastro.

Los dos cuerpos inferiores hasta la segunda moldura corresponden a la fábrica medieval y sus muros tienen un grosor superior a dos metros como se puede comprobar en el interior y en el acceso, un pequeño pasillo cubierto con una bóveda de cañón apuntado. Al exterior, el acceso presenta un arco de medio punto que corresponde a la reforma realizada en el siglo XVII, según explica María Puértolas, subdirectora del Museo. Se basa en textos escritos por los canónigos historiadores Manuel Iglesias y Saturnino López Nova

El acceso a los pisos superiores se realiza a través de una escalera de caracol de impecable fábrica y se ilumina a través de pequeños vanos a modo de aspilleras que remarcan el carácter medieval y defensivo de la torre. Al finalizar la escalera de caracol se accedía a una estancia cubierta con una bóveda de nervios que apeaban en capiteles lisos y pequeñas columnillas adosadas a cada uno de los ángulos. En lo que aún queda de la estancia es donde se aprecian restos del incendio que, con toda probabilidad, sería el que en 1366 acabó con la vida de más de 300 personas que se refugiaron en el interior.

En el siglo XVII, el 9 de junio de 1610, se firmó con Pedro de Ruesta la capitulación de la obra de la torre. De su mano se conserva en el Museo Diocesano un alzado del proyecto que propuso para rehabilitar las partes más pequeñas dañadas de la estructura medieval para proporcionarle mayor altura mediante la construcción de un cuerpo más de sillería exterior y ladrillo al interior, al modo de una contratorre o torre interior. En el siglo XVIII, la obra del cuerpo de la torre se culminó con unas almenas decoradas en los ángulos con pilarcillos y con la construcción de un chapitel de ladrillo que tiene una altura de 50 metros.

En la sala de campanas hay cuatro, de los muertos (1817), Santa Bárbara (1941), Isabel (1941) y María de la Asunción (1954). Además, en el chapitel, la campana de los cuartos y la Raimunda (de las horas). En ese espacio vivió el campanero durante un tiempo porque cada vez tenía que subir y bajar los 99 peldaños "y se pasaba la vida subiendo y bajando", explica Puértolas.

"TESTIGO DE LA HISTORIA DE BARBASTRO"

Respecto a las posibilidades de visitar la torre con historia, explica María Puértolas, "las condiciones impuestas por las autoridades impiden hacerlo por el momento porque es una escalera muy estrecha no se puede asegurar la distancia entre personas y la limpieza rutinaria de espacios, barandilla y apoyaderos hacen inviable, por ahora, la visita a pesar de que está preparada. La estrechez de la escalera de caracol hace imposible dividir el camino en dos. Hasta ahora se han hecho labores de limpieza y de mantenimiento".

La actuación más reciente fue la retirada de los nidos de cigüeñas tras el acuerdo previo con Inaga, y "está preparada para recibir visitantes en cuanto sea posible". En opinión de María Puértolas, "la torre es una gran sorpresa para quienes no la conocen por dentro para descubrir los distintos tipos de construcciones hasta llegar al deambulatorio que es un mirador excelente de la ciudad. La visita a la torre es irremplazable y las sensaciones, arriba, increíbles".

En el deambulatorio es posible "una estancia tranquila ahora que no están los nidos de cigüeñas y será uno de los alicientes añadidos porque la visita a la torre tiene mucha demanda del público. Merece la pena y cuando sea visitable será un punto de interés turístico importante. Es un emblema de la ciudad y su monumento más visible con mucha historia asociada a Barbastro. Se integra, perfectamente en el paisaje turístico y está entre los acontecimientos históricos locales más importante, la torre es un testigo en piedra", expone. Sigue adelante el proyecto para iluminación exterior.