Museo Diocesano de Barbastro-Monzón: Un lugar que cumple años y crece con los brazos abiertos a las piezas del litigio

BARBASTRO.- El Museo Diocesano cumple 10 años desde su apertura, el 15 de diciembre de 2010, y durante su primera década cerca de 120.000 personas visitaron la colección o participaron en las actividades. La colección actual de 300 obras de arte se formó con las procedentes de las parroquias diocesanas.

Desde la apertura se ha ampliado la colección permanente con 70 piezas, procedentes de 49 parroquias y en el taller se restauraron más de 100 obras en nueve años.

La historia del Museo tiene relación con el patrimonio artístico de 49 parroquias altoaragonesas que está depositado en el Museo de Lérida y es objeto de litigio desde hace 25 años. La colección de 111 obras de arte, propiedad de las parroquias aragonesas, sigue en depósito en el Museo de Lérida un año más tarde de la sentencia dictada por Carlos Lobón, titular del Juzgado de Primera Instancia de Barbastro, que ordenó "la devolución inmediata" por la sentencia del 10 de diciembre de 2019, tras considerar "cumplidamente acreditada la propiedad".

El Obispado de Lérida y el Consorcio del Museo -a quienes afecta la devolución- han interpuesto recursos de apelación y también la Generalitat de Cataluña para impedir la devolución a los legítimos propietarios.

Una vez resuelto por el Tribunal de Conflictos de Jurisdicción que el juez de Barbastro tiene competencias para dar la orden, el conflicto sigue "atascado pero no quieto" porque el Obispado y el Gobierno de Aragón ya han pedido la ejecución provisional de la sentencia.

Se celebran 10 años desde la inauguración y apertura del Museo, 15 de diciembre de 2010, que se construyó para exponer la colección de obras pendientes de devolución. El interés del Obispado, junto con la sensibilidad y recursos del Gobierno de Aragón, en la etapa del presidente Marcelino Iglesias, unidos por el compromiso por la protección del patrimonio, hicieron posible la rehabilitación del Palacio Episcopal para convertirlo en el moderno Museo Diocesano.

Una década después, en las salas se "exponen" en fotografías una selección de 25 piezas que están "en depósito en el Museo de Lérida" entre ellas los frontales de San Hilario (XII) y San Vicente (XIII), sarcógafo de Nachá (XIV), arqueta de Buira (XIV), San Miguel (XIV), Calvario (XV), San Pablo (XV), San Pedro (XV), San Martín Obispo (XV), San Pedro y San Pablo (XVI), Santa Ana (XV), Virgen María (XIV), retablos de San Cristóbal (XV) y San Antonio Abad (XV).

Forman parte de la colección cuya propiedad avalan el Decreto de la Signatura Apostólica (28 abril de 2007), la sentencia del Juzgado de Primera Instancia 4 de Lérida (septiembre 2010) firmada por la magistrada Beatriz Terrer tras desestimar la demanda de Amigos del Museo de Lérida y la sentencia más reciente (10 diciembre 2019) del juez Carlos Lobón.

"ESPERANZAS EN LA EJECUCIÓN PROVISIONAL"

El abogado Joaquín Guerrero, que defiende al Obispado en el litigio por la vía civil, aceptó el reto tras la etapa de Hipólito Gómez de las Roces que lo hizo por vía canónica con buenos resultados. El Obispado y el Gobierno de Aragón, parte coadyuvante, presentaron sendas peticiones de ejecución provisional de la sentencia y la consiguiente devolución de las obras, que "afectan al Obispado de Lérida y al Consorcio del Museo a quienes se reclama la devolución".

Hasta ahora, el juez ha admitido los escritos de las partes afectadas y la Generalitat también se opondrá a la ejecución provisional de la sentencia. "Estamos pendientes de las reacciones catalanas pero no creo que haya sorpresas por parte del juez que ordenó, en su día, la devolución inmediata sin ejecución porque hubo recursos de apelación ante la Audiencia Provincial de Huesca", explica. "El proceso sigue su curso pero no impide que el juez ordene la ejecución provisional y tenemos ciertas esperanzas de que tome esa decisión. Las instalaciones del Museo están en condiciones para recibir y exponer las obras si fuera necesario", afirma Guerrero.

En esta línea, señala que "todo este proceso podría dilatarse un mes hasta conocerse la resolución del juez y la ejecución provisional inmediata entre seis meses y un año. La parte catalana pone pegas y trabas legales continuas pero forma parte de la estrategia habitual en los litigios de Sijena y Barbastro que son similares pero distintos y diferentes. Aquí no hubo operaciones de compraventa sino defensa de la propiedad y el juez analizó 23.000 folios antes de dictar sentencia". Además, "en el Museo de Lérida solo exponen nueve de 111 obras, las demás se guardan en almacenes. Se ha pedido la ejecución provisional porque los sucesivos recursos ante la Audiencia y el Tribunal Supremo pueden tardar años antes de la sentencia firme. Resolver la ejecución provisional es regla general, en derecho civil, así que no pedimos nada que sea diferente y existe el precedente de las 97 piezas devueltas a Sijena por parte del MNAC y de Museo de Lérida".