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SOMONTANO - AYUDA HUMANITARIA

Manos Unidas ayudará a casi 700 personas de once comunidades indígenas de Paraguay

El obispo de Barbastro-Monzón ha presentado este sábado la campaña para mitigar la pobreza

Manos Unidas ayudará a casi 700 personas de once comunidades indígenas de Paraguay
Manos Unidas ayudará a casi 700 personas de once comunidades indígenas de Paraguay
Á. H.

BARBASTRO.- "El hambre es la otra pandemia invisible y silenciada que en pleno siglo XXI es un escándalo", ha manifestado el obispo Ángel Pérez en la presentación del proyecto de la campaña número 62 que ha asumido la delegación diocesana de Manos Unidas que beneficiará a 676 personas de once comunidades indígenas del sudeste de Paraguay. En concreto al pueblo Myba, en la Amazonia.

El prelado ha pedido a todos "dejarse vacunar por el virus de la dignidad y solidaridad que transforman la vida de cada uno y de los demás para que dentro de la incoherencia social que vivimos podamos paliar una lacra que ya debería estar erradicada". En estos términos se ha expresado durante la rueda de prensa donde han participado Genoveva Buatas, delegada diocesana de Manos Unidas, Asun Bardají y Víctor Parilla, voluntarios, Miguel Ángel Chicharro, consiliario.

La ejecución del proyecto "La mejora del sistema de seguridad alimentaria y salud del pueblo Myba con equidad" tiene una valoración global de 51.798 euros pero los beneficiarios asumirán el 30% y se llevará a cabo de la mano de la organización Oguasu como socio local, según ha informado Buatas.

En este sentido, se ha referido al objetivo esencial "mitigar el nivel de pobreza del pueblo Myba sin menoscabar su cultura. Hay que acompañarles en el proceso de incorporación a un nuevo contexto diferente al que vivían hasta ahora".

La población beneficiaria son 170 familias indígenas de 10 comunidades del Departamento de Caaguazú y una del Departamento de Guaira que se encuentran sometidas a procesos de deforestación y destrucción de recursos naturales muy alarmantes.

Al frente del proyecto está Andrés Ramírez con el apoyo de Oguasu, Institución Ecuménica de Promoción Social que se fundó el 26 de 1994 por iniciativa de un grupo de trabajadores sociales y religiosas.

Los representantes de las comunidades indígenas con apoyo del equipo técnico y la ayuda de Manos Unidas trabajarán de forma integral para mejorar las condiciones de vida, agravadas con la aparición de la pandemia. El objetivo se abordará desde tres vías para mitigar el hambre y abandono por parte de las autoridades nacionales que han precarizado más las condiciones de vida y la salud que ya eran difíciles antes de la llegada del Covid-19 según el informe facilitado.

Por su parte, Asun Bardají ha dado a conocer los ejes de la campaña número 62 y Víctor Parrilla ha ofrecido cifras de la campaña anterior en la que Barbastro-Monzón ayudó con 75.000 euros a una comunidad agrícola en Guatemala.

Las acciones habituales para conseguir fondos, entre ellas la presencia en centros escolares, chocolates, cenas del hambre y otras iniciativas solidarias se limitaron mucho por la pandemia. La generosa aportación de un vecino de Graus que dejó un legado de 152.709 euros a beneficio de Manos Unidas permitió la posibilidad de "cerrar bien el ejercicio". En palabras del obispo "uno puede morir dejando vida".

MÁS DE 50 AÑOS EN PROYECTOS SOLIDARIOS

En la delegación diocesana colabora un grupo de personas habituales pero la red de voluntarios se extiende por los arciprestazgos de Sobrarbe-Ribagorza, Cinca Medio-Litera, Bajo Cinca y Somontano.

Hasta ahora, se han financiado proyectos anuales desde que se abrió hace 62 años y ha cumplido sus objetivos por diferentes países, entre ellos Colombia, India, Guatemala, Nicaragua y ahora Amazonia.

Las delegaciones diocesanas de Huesca, Barbastro y Jaca figuran entre 72 que hay en España que facilitan la recaudación de ingresos entre parroquias y entidades religiosas, socios, donantes, herencias y legados, Administración Local y Autonómica y otros.