Somontano

ENTREVISTA

Luis Alfonso Arcarazo: “Barbastro es el acceso al Pirineo, ha sido un punto estratégico siempre”

El historiador habla sobre la importancia militar de la capital del Somontano en distintos momentos bélicos de la historia de España

Luis Alfonso Arcarazo
Luis Alfonso Arcarazo
Á.H.

La ciudad tuvo muchos cuarteles militares en diferentes épocas entre los que destacan dos “monumentales” en el convento de Los Paúles y en La Merced junto al más reciente de mayores dimensiones, el General Ricardos, que se cerró hace 25 años. El coronel médico retirado Luis Alfonso Arcarazo habló sobre cuarteles locales en una reciente conferencia donde dejó constancia de su condición de historiador, acreditada con un trabajo infatigable para buscar datos y referencias en archivos, bibliotecas y lugares donde haya algo relacionado con su ciudad natal. Al lado, Pilar Lorén, gran colaboradora en tareas.

Arcarazo es autor de cinco libros, ha recibido Premios de Investigación -entre ellos el “López Novoa” del Centro de Estudios del Somontano-, ha colaborado con autores en seis publicaciones sobre temas militares y de la Guerra Civil y recibió reconocimientos por su labor. Respecto a los cuarteles que hubo en Barbastro opina que “es normal porque es una ciudad estratégica, en ese aspecto el Ejército siempre ha tenido claro que debía haber una guarnición por la proximidad con la frontera. En la construcción del cuartel General Ricardos (1921-1996) los ingenieros militares tuvieron muy en cuenta que Barbastro es el acceso al Pirineo por el río Ara, ha sido un punto estratégico siempre”.

Al mismo tiempo destaca la importancia que tuvo: “La única guarnición de Aragón que no se sublevó en 1936 fue la de Barbastro, eso representó que el frente estuviera en Huesca. Si se hubieran sublevado, habría estado casi en el Segre. Ha sido muy importante, sin contar la época de los maquis y el miedo que entró a finales de la Segunda Guerra Mundial sobre una posible invasión; aquí se reforzó la guarnición con tres batallones”.

En esta línea considera que “la historia militar de Barbastro es muy interesante porque hay muchas facetas, no nos hemos perdido ni una guerra, ni una invasión de franceses… pero falta documentación para hacer un seguimiento sobre las guarniciones que hubo en la ciudad, alojadas en casas, conventos y otros lugares”.

Del cuartel solo queda el recuerdo desde que se arrió la bandera por última vez (1996) y el edificio del pabellón principal, tapiado en puertas y ventanas para evitar más destrozos de los causados. “Es una pena muy grande y causa desesperación porque tienes un solar inutilizado, el edificio se vendrá abajo porque no le han dado ninguna utilidad”, lamenta.

Al mismo tiempo, Arcarazo destaca la figura militar del General Ricardos, referencia del cuartel que permanece en la fachada. “Nació en Barbastro y aunque se fue pronto, nunca perdió la vinculación con la ciudad porque estaban sus dos hermanas religiosas en el convento de las Capuchinas y mantenía contacto permanente, extensible al Ayuntamiento. Además fue militar muy importante en el siglo XVIII y un ilustrado”, afirma.