Somontano

DOMINGO / OJO AVIZOR

Los monjes de El Pueyo se plantean la rehabilitación de toda la hospedería tras el lleno de este verano

El monasterio de Barbastro es un centro de formación de monjes y dos grupos de 55 jóvenes han llevado a cabo trabajos de mejora y mantenimiento

El monasterio de El Pueyo, situado sobre un cerro próximo a Barbastro, forma parte de la silueta del paisaje del Somontano
El monasterio de El Pueyo, situado sobre un cerro próximo a Barbastro, forma parte de la silueta del paisaje del Somontano
Ángel Huguet

Los monjes del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) regentan el monasterio de El Pueyo desde el 30 de agosto de 2009 cuando relevaron a los Misioneros Claretianos que residieron desde el 17 de octubre de 1962. A partir de entonces, se ha recuperado la vida monacal que instauraron los benedictinos desde el 13 de diciembre de 1889 hasta el 1 de octubre de 1962 cuando se fue la comunidad y el monasterio con su patrimonio volvieron al Obispado de Barbastro en la etapa de Jaime Flores.

La posterior de los Claretianos convirtió El Pueyo en lugar de referencia porque trasladaron el Noviciado de la Provincia de Aragón en octubre de 1962. En el transcurso de 47 años, se realizaron mejoras importantes hasta que llegó orden de marchar por imposibilidad de atenderlo en condiciones. Hasta ese momento, el monasterio y la hospedería estuvieron abiertos casi medio siglo, fue una etapa importante para mantener el culto donde se apareció la Virgen en el año 1101 según la tradición.

El final de estancia de los Claretianos planteó una situación inusual, resuelta por el obispo Alfonso Milián que gestionó la incorporación de los monjes del Instituto del Verbo Encarnado, congregación religiosa católica fundada en Argentina en marzo de 1984. Se inició una nueva etapa de vida monástica, basada en el “ora et labora” (reza y trabaja) locución latina que relaciona la oración con el trabajo manual diario.

En los últimos doce años, se ha convertido en Centro de Formación para monjes, en estos momentos, hay dieciocho procedentes de varios países, entre ellos España, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Filipinas, Ucrania y Paraguay según informa el argentino Pablo Eduardo Di Césare, Superior del monasterio.

Monjes del centro de formación, algunos procedentes de Brasil, con la bandera
Monjes del centro de formación, algunos procedentes de Brasil, con la bandera
Á.H.

Se han realizado mejoras necesarias en las que ha colaborado la Asociación Amigos del Pueyo, fundada por el claretiano Miguel Ramos, en diciembre de 1973. A partir de entonces, ha sido una de las principales fuentes de recursos para realizar obras de mantenimiento y mejoras en el monasterio. En opinión del presidente Jorge Belloc, las aportaciones realizadas en los últimos años están en torno a 200.000 €. Este verano, el monasterio fue lugar de estancia durante mes y medio para dos grupos de 55 jóvenes procedentes de varias parroquias de Madrid y de diversas provincias por iniciativa de los monjes del IVE.

El denominador común ha sido el trabajo para realizar mejoras importantes y tareas de mantenimiento en el monasterio. En concreto, pintar la tienda de venta de recuerdos, los bancos en la explanada, arreglo de accesos a la iglesia, limpieza y restauración de puertas, solucionar problemas de humedad en paredes del monasterio y capillas interiores, dotación de luces red, tareas de pintura, limpieza de coro, piso monástico y zonas verdes exteriores.

Las labores se realizaron en cuatro campos de trabajo. Pablo Di Césare explica que “para realizar todo han sido necesarias ayudas, entre ellas de Amigos del Pueyo, Cáritas, Banco de Alimentos, particulares que pagaron gastos de materiales y comidas”. Al mismo tiempo, los jóvenes aprovecharon su estancia para visitar la catedral de Barbastro, santuario de Torreciudad, museos Diocesano y Mártires Claretianos. Aprovecharon la estancia para conocer parajes del Pirineo y hubo tiempo para compartir la liturgia cotidiana de los monjes y conversar “con calma, sin prisas”.

Jóvenes que han trabajado en verano en el monasterio.
Jóvenes que han trabajado en verano en el monasterio.
Á.H.

“Uno de los años que ha venido más gente”

Este verano ha sido “de visitas frecuentes a la iglesia donde se mantienen medidas de seguridad por la normativa sanitaria. La imposibilidad de celebrar romerías se ha notado entre los vecinos de los pueblos habituales que han venido a misa, sin más pero con devoción para recordar a la Virgen del Pueyo, patrona del Somontano. Ha sido uno de los años que ha venido más gente”. A diferencia del pasado,” se ha notado el aumento de familias que asistieron a misa pero disfrutaron de una jornada al aire libre en los exteriores”. La tradición de romerías se remonta al 1580.

Pablo Di Césare explica que “hemos tenido la hospedería a tope durante el verano”. Las habitaciones y estancias de la única planta en servicio se rehabilitaron con ayuda de Amigos del Pueyo para mitigar las necesidades, entre ellas mejorar las condiciones de habitabilidad. Los monjes se han planteado la rehabilitación íntegra de la antigua hospedería, por plantas, y ya han realizado tareas de limpieza para darle utilidad futura.

Tal vez ahora sea más viable que cuando se planteó la posibilidad de recuperar plantas para servicios, entre ellos un museo etnológico con recursos externos y participación del Gobierno de Aragón. El Obispado, propietario del monasterio, desechó el proyecto y justificó las razones. Del edificio actual solo está en uso la última planta y los monjes tienen interés en aprovechar las restantes.

Por otra parte, se mantiene la intención del museo dedicado a la historia del monasterio y se ha habilitado un espacio interior, “la autorización depende del Obispado que prefiere una línea definida. Por ahora, no hay fecha para seguir tareas y conservamos objetos, escritos de los mártires benedictinos y muchas cosas que recopilaron los claretianos”.

La Biblioteca es, también, lugar de “consultas frecuentes” para las personas interesadas, “está abierta y se notan las mejoras realizadas en las que participó la Comarca”. En su día la biblioteca se consideró “un viejo tesoro de la provincia de Huesca, arsenal de sabiduría y de consulta erudita”, así la describió el claretiano Miguel Ramos. En su etapa se reordenaron los libros y anaqueles gracias al interés de Luis Díez que trabajó en la Secretaría de Estado del Vaticano y cada verano se dedicó a tareas en El Pueyo con “paciencia benedictina”.

Capilla en Tanzania dedicada a los mártires benedictinos

En el ámbito religioso, Pablo Di Césare recuerda que se cumplen 85 años del martirio de 18 monjes benedictinos del monasterio, beatificados por el Papa Francisco el 19 de octubre de 2013. Los restos se conservan en el altar mayor de la iglesia, ante la Virgen del Pueyo; la misa se celebrará este domingo, a las 11’30 horas. Los monjes los tienen como patronos, “se ha preparado un kit con material, estampas, reliquias, material litúrgico y la positio para enviar a los monasterios del Instituto del Verbo Encarnado, dispersos entre los cinco continentes”.

En la misma línea, explica que “los misioneros que tenemos en Tanzania (África) han dedicado una de sus capillas al beato Mauro Palazuelos y compañeros mártires, que fue prior de la comunidad benedictina”. A una distancia de casi 10.000 kilómetros del monasterio, se ha construido la capilla donde los niños tanzanos cantan en su lengua, la historia de los mártires de El Pueyo, gracias a la iniciativa de Diego Cano, superior de la misión del IVE.

Al mismo tiempo, “los testimonios de gracias atribuidas a la intercesión de los mártires se han enviado al postulador de la causa de canonización para su estudio”. La solicitud de reliquias llega desde varias partes del mundo, “se han traducido estampas en inglés, italiano, tagalo, francés, chino y turco” explica Pablo Di Césare. 

La vida monacal

La vida monacal se ajusta a las normas y comienza temprano. “A las cinco de la mañana rezamos primeras oraciones, oficios, adoración eucarística y misa, son como el centro de gravedad de nuestra vida. Tras el desayuno, los estudiantes tienen clases de Teología. Turnos para cocinar y fregar, comida en silencio con lecturas de espiritualidad”. Al mediodía “descansamos un rato porque el día se hace muy largo y tras el pequeño reposo, rezamos”, explica Pablo Di Césare, Superior del monasterio.

Pablo Di Césare, Superior
Pablo Di Césare, Superior
Á.H.

En el transcurso del día, “los monjes disponen de tiempo de trabajo hasta la merienda, horas de celda, estudio personal de Teología, a las siete de la tarde hora de oración, vísperas, cena y oración de completas con el examen de conciencia. A lo largo de semana hay tiempo para actividad deportiva”.

Los religiosos atienden los olivares del monasterio, el mantenimiento de la casa y otras tareas. De momento, se tomarán un respiro para iniciar desde este lunes el Camino de Santiago hasta el sábado 18 de septiembre, por lo que no habrá misas durante la semana aunque sí los domingos. 

La mejora del acceso

Jorge Belloc, presidente de Amigos de El Pueyo desde hace 17 años, reconoce que “este verano se ha trabajado mucho y los efectos son notables. Hemos colaborado porque los recursos disponibles se destinan al monasterio, cerca de 8.000 € anuales en mejoras. El censo es de 340 socios y se mantiene estable. Se han invertido cerca de 200.000 € entre las etapas de Claretianos y del IVE. En conjunto, ha cambiado mucho y los monjes contribuyen con su trabajo”.

Jorge Belloc, Amigos de El Pueyo
Jorge Belloc, Amigos de El Pueyo
Á.H.

La asignatura pendiente es la mejora de accesos desde la N-240 hasta el monasterio, “la carretera está muy deteriorada y necesita de mantenimiento, llevamos dos años detrás de conseguirlo pero ya hemos hecho gestiones en la DPH y en Ayuntamiento, sin resultados. Cada día está peor aunque he visto que han marcado los baches con pintura, tal vez porque la vayan a mejorar. Me quedan dos años de mandato y espero ver una solución porque es primordial”.