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Beatriz Mairal Fumanal: “Es un reto personal y profesional, luchar por algo en lo que creo”

La jurista es la primera mujer laica que ocupa el cargo de secretaria canciller, tercer puesto de la Curia en la Diócesis de Barbastro-Monzón

Isabel Mairal Fumanal
Beatriz Mairal Fumanal
Á.H.

La jurista Beatriz Mairal Fumanal ha cambiado de despacho y es la nueva secretaria canciller del Obispado de Barbastro-Monzón tras la reestructuración pastoral, personal y comunitaria realizada por el obispo Ángel Pérez, el reciente 1 de septiembre. En la historia diocesana se ha convertido, con 45 años, en la primera mujer laica que ocupa el tercer puesto de la Curia tras el obispo y el vicario general, Ángel Noguero. En el cargo sucede al sacerdote Pedro Escartín, de larga experiencia y trayectoria de servicio.

En la Iglesia de España hay dos precedentes, María Teresa Marcos en el Obispado de Plasencia y Màrion Roca en el Arzobispado de Barcelona, elegida por el cardenal Omella, que fue obispo de Barbastro-Monzón (1999-2004). Las tres son abogadas y ocupan sus cargos de responsabilidad en la línea marcada por el Papa Francisco de apostar por laicos y mujeres.

“Es un reto personal y profesional, luchar por algo en lo que creo y apoyar en positivo”, señala Beatriz Mairal, natural de Barbastro con raíces familiares en Esdolomada, en el municipio de Isábena, y en Artasona de El Grado. “Mi vocación es la familia y el servicio a los demás. He trabajado desde que acabé la carrera de Derecho en la Universidad de Zaragoza, primero ejerciendo como abogada en un despacho, después en la asesoría jurídica de la Curia y ahora como secretaria-canciller”, explica.

“Al igual que muchos padres y madres -continúa- he podido seguir adelante con mi carrera profesional gracias a la generosidad y al apoyo de mi hija, mi familia y mis amigos. Me he adaptado a las circunstancias personales que he tenido en cada momento. Nuestro obispo da facilidades al personal de la Curia para que podamos conciliar nuestra vida familiar y profesional valorando la disponibilidad y con medidas como la adaptación a los horarios siempre que cumplamos con los objetivos”.

Las primeras sensaciones tras ocupar una responsabilidad importante son de “agradecimiento porque se me haya encomendado la labor de secretaria canciller y de formar parte del equipo que colaboramos con don Ángel, todos de gran calidad humana y profesional. Soy consciente, también, de la responsabilidad que conlleva”. Está convencida de “la grandeza que supone el hecho de que sacerdotes y seglares actuemos de forma corresponsable” y considera que “es el mejor modo de que podamos dar pasos juntos, por un buen camino, en la misión evangelizadora de la Iglesia y que tenga repercusiones positivas en la sociedad”.

En este sentido, “el Papa Francisco ha dicho de forma expresa que hoy es necesario ampliar los servicios con presencia laical femenina en la Iglesia promoviendo su integración en los lugares donde se toman las decisiones importantes. Pienso que todos los que nos sentimos interpelados, mujeres y hombres, podemos aportar, según nuestras posibilidades, por y para el bien de la Iglesia y de todas las personas que nos rodean”.

En cuanto a su nuevo trabajo, explica que “en la Curia de la Diócesis tenemos la responsabilidad de escuchar y atender a las personas que acuden y facilitarles cuanto esté a nuestro alcance. Escuchar, acoger y facilitar son verbos que nos recuerda mucho nuestro obispo. Además de esas funciones, de las de asesoría jurídica y de las que son asignadas en casos concretos, como secretaria canciller cuido de que se redacten y expidan como es debido las actas de la Curia llamadas a producir efectos jurídicos y de su custodia en el archivo”. Beatriz Mairal es el primer Notario de la Curia, “doy fe de los documentos, redacto la documentación relativa a decretos, disposiciones, obligaciones y otros, levanto acta escrita de hechos o manifestaciones. Soy responsable de los documentos, de su custodia y del archivo, entre otros cometidos”, detalla.

Se refiere a la nueva etapa iniciada en septiembre y apunta: “Valoro la labor realizada por nuestros antecesores y deseo contribuir, junto a mis compañeros, a la cristalización del proyecto soñado por el obispo Ángel para la Diócesis, ahora recogido en los Decretos del 1 de septiembre de 2021, referidos a la reestructuración pastoral y administrativa”. En su opinión, “son el reflejo de una realidad diocesana tangible y en un momento significativo como el que vivimos tanto para quienes formamos parte de la Diócesis como para la Iglesia en general. A nivel profesional -añade-, esta nueva etapa es un paso más como jurista, en el nuevo y apasionante reto que emprendí hace tres años dentro del equipo de la Curia. En este sentido, considero que mi labor actual complementa la que desarrollaba en la asesoría jurídica”

Este viernes asistió a la primera reunión en la Conferencia Episcopal Española, donde acudió con Marta Calavera, vicecónoma. “Resulta muy interesante compartir experiencias con personas que ya trabajan por la Iglesia en distintos puntos de España, que luego podemos llevar a cabo en cada una de las Diócesis para contribuir a la mejora de la situación de nuestras localidades y de la vida de quienes habitamos en ellas”.

En cuanto a los profesionales laicos al servicio del Obispado, señala que “el equipo de la Curia está integrado por sacerdotes y seglares profesionales, todos formados en distintos ámbitos. El modo de trabajar en equipo, que desde el inicio puede parecer más complejo, una vez que se interioriza, resulta muy enriquecedor”