Caretas por tradición y mascarillas por obligación en La Candelera de Barbastro

“Estamos en sintonía de Fiestas” ha dicho Joaquín Trujillo antes de la bendición de candelas y caretas en la Catedral con autoridades y vecinos dispuestos a celebrar La Candelera en una jornada de claras connotaciones sociales. En la historia de 510 años ha sido la primera vez con mascarillas y solo 135 puestos de venta, la mitad de los habituales porque se aplicaron las normas sanitarias de pandemia. La jornada ha transcurridosin incidencias y colaboraron Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil.

El público ha entendido la situación y la distribución de espacios por sectores para una feria más “esponjada” sin perder las esencias tradicionales. A partir del toque de campanas el ambiente se ha animado mucho durante la mañana. En la plaza de La Candelera “los héroes legendarios” de Darío Español,  han recreado la lectura del bando del Privilegio de celebrar la Feria concedida por la reina Germana de Foix ante autoridades e invitados.

El alcalde Fernando Torres ha destacado “la novedad de recuperar el ambiente ferial tras un año de paréntesis obligado por la pandemia, todos teníamos ganas, interés y deseos de pasar una mañana entre feriantes. Caretas por tradición y mascarillas por obligación”. Belinda Pallas, presidenta del Área de Desarrollo, ha valorado  “la respuesta para organizar esta feria multidisciplinar con la que se abre el calendario oficial en Aragón. Es evidente que nos habría gustado con más puestos de venta y confiamos en recuperar el formato tradicional dentro de un año”.

Daniel Gracia, presidente de la Comarca, ha señalado que “es un día festivo en Salas Altas y en Barbastro en el ámbito de una jornada importante para el Somontano por tradición y economía porque el impulso es interesante. La respuesta es muy buena, tenemos ganas de recuperar la normalidad”. En la Plaza del Mercado, Grupo Tradiciones ha repartido 7000 candelas y 6000 caretas entre numeroso público y ha confirmado que “este año recuperaremos la Fiesta del Crespillo en formato reducido” según informaron Elita Davias y María Jesús Sampietro.

En el sondeo de opiniones entre feriantes, se han mostrado “satisfechos” porque la respuesta del público fue “muy buena” y los efectos se notaron en ventas. Javier y Jorge Vilas, de Graus, han asiatido a la feria porque “desde hace cuatro generaciones no hemos faltado casi nunca, este año solo haremos Barbastro porque es tradicional en la familia. Los efectos de pandemia y las ventas on line se notan”. Ramón Agraz, cucharero y Joaquín Fumanal, cestero, acuden desde hace cincuenta años, “hay que estar aquí por tradición y ventas porque es un día importante”.

Al mismo tiempo, ha sido lugar de encuentro para barbastrenses lejanos como Luis Javier Pac que reside en Brasil a 9.000km. “mi última Candelera fue hace 50 años y aunque la sigo a distancia no es igual disfrutar este ambiente cercano”. En la misma línea estuvo Eduardo Foncillas que fue embajador de España en Alemania (1983-1991) entre otros cargos de responsabilidad política “he venido desde Adahuesca porque hace años que no estaba en La Candelera y hubiera sido imperdonable, además he comprado como es habitual por tradición”.

La Candelera es fecha ideal para venta de plantas, “regalamos alegría y vendemos almendros, frutales de todos los tipos, olivos, tomatero, almendros y otros árboles” ha detallado Jesús Ayarza. De criterios similares participó Alejandro, vecino de Loporzano, “me gusta venir a La Candelera a comprar plantas y siempre cae alguna cosa más”. En el sector agrario, el empresario Conrado Chavanel ha aprovechado para “presentar nuevos productos, establecer contactos y saludar a mucha gente”. Elena Fernández se ha llevado “una sorpresa agradable por la buena respuesta del público, ha sido buen día de ventas, extensible a las loterías”. Laura y Lucía han vivido su primera Candelera con chupete, entre las más pequeñas.

Y es que, como viene haciendo desde hace más de cinco siglos cada 2 de febrero, Barbastro ha vuelto a celebrar la Feria de la Candelera con la asistencia de miles de personas, entre vecinos y visitantes.