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REPORTAJE

Aprovechan la experiencia de las Siervas de María para instruir a voluntarios

Las religiosas forman en el acompañamiento de ancianos y enfermos gracias a una iniciativa de la Diócesis de Barbastro

Grupo de Unidad Pastoral en la iglesia de las Siervas de María.
Grupo de Unidad Pastoral en la iglesia de las Siervas de María.
O.B.M.

El voluntariado está entre las señas de identidad de la Unidad Pastoral de Barbastro donde se ha formado un grupo de personas dispuestas a acompañar a enfermos y ancianos en domicilios y en el hospital. La experiencia de las Siervas de María sirve de guía para sacar adelante esta iniciativa entre las propuestas que han salido adelante en la Diócesis donde ya se llevan a cabo otras similares.

Belén Checa y Joaquín Trujillo, moderador del equipo de párrocos de la Unidad Pastoral, explican cómo funciona. “La iniciativa ha partido de la Unidad Pastoral de Barbastro donde hay varios grupos, entre ellos el de Caridad en doble vertiente. Una de ellas afecta a enfermos y personas que están solas, la otra tiene relación directa con Cáritas. En nuestro caso, hemos contado con las Siervas de María porque tienen gran experiencia en esta labor que ha sido su constante desde que llegaron a Barbastro en 1889”, apuntan.

En este aspecto, “forman parte del grupo porque sacamos provecho de la experiencia. La participación está abierta a voluntarios y desde que se planteó han aumentado el número de personas dispuestas a colaborar. Hasta que no finalice la situación actual derivada de la pandemia no iniciaremos las visitas en hospital y en residencias porque no es posible. De todas maneras, aprovechamos para conocernos, crear grupo y adquirir la formación previa necesaria porque es muy importante”.

“Las religiosas -señalan- están contentas, emocionadas porque salga adelante la iniciativa, incluso organizaron una jornada de oración para rezar por este objetivo. Hasta ahora, se cuenta con doce personas dispuestas a colaborar y es previsible que vaya en aumento porque las puertas están abiertas. Hemos invitado a la Pastoral de la Salud para que sumen a esta iniciativa y aunque no queremos un grupo muy numeroso, sino que quienes participen sean conscientes de la labor social”.

Belén Checa explica que las visitas son “concertadas con antelación, nunca vamos sin autorización, disponemos de colaboradores que informan sobre personas que viven solas, en situación de necesidad. En estos casos, se pregunta si quiere que vayamos o no y en ocasiones que nos abren la puerta por primera vez nos acompañarán religiosas de Madres Siervas porque tienen experiencia en estas situaciones iniciales”.

Respecto a la situación en Barbastro, “no disponemos de cifras reales, detalladas -dice-, pero el obispo dijo una vez que habría 70 personas en residencias a quienes no visita casi nadie o con relativa frecuencia. No tenemos certeza ni tampoco si habrá aumentado tras la pandemia. En todo caso, hay muchas personas que viven solas o están en situación similar”. De momento, no hemos fijado plazos de tiempo y, mientras, aprovechamos para formación personal con tiempo suficiente”.

Joaquín Trujillo explica que todo salió “del obispo cuando se planteó la posibilidad de seguir el carisma de las Siervas de María desde una nueva acción pastoral con el grupo de personas entre los que está el sacerdote José María Ferrer, que forma parte de la Unidad Pastoral. La experiencia que se ha puesto en marcha en Barbastro no es nueva en la Diócesis donde hay otras similares”.