El Encuentro Glorioso despide unas fiestas con ilusiones renovadas en Barbastro

La Semana Santa finalizó este domingo en Barbastro con la última procesión, la del Encuentro Glorioso, con la salida de los pasos Cristo Resucitado, que portaron tres representantes de cada cofradía, y la Soledad de la Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad, ambos con sede canónica en la iglesia de San Francisco. Numeroso público se citó por la mañana para ver el inicio de la procesión hasta plaza del Mercado, donde se celebró la eucaristía de Resurrección del Señor.

El obispo Ángel Pérez presidió la misa, en la que concelebraron Ángel Noguero, José María Ferrer y Joaquín Trujillo, de la Unidad Pastoral de Barbastro. La respuesta fue excelente para asistir al acto religioso que cerró la Semana Santa más “esperada” después de dos años en que no fue presencial por las condiciones sanitarias de la pandemia. El obispo dio protagonismo al grupo de jóvenes de Madrid que han vivido la Semana Santa en Barbastro y en su homilía destacó el concepto de “gente” y el hecho de que se hayan retomado misas y procesiones. “Ha sido una alegría muy positiva”, dijo.

En el transcurso de la misa, hubo suelta de palomas entre sonidos de las secciones de instrumentos de las cofradías, que culminó entre aplausos del público. Silvia Peropadre, presidenta de la Junta Coordinadora de Cofradías de Semana Santa, destacó “la gran respuesta de todos a los actos organizados por las siete cofradías penitenciales porque se ha notado que teníamos muchas ganas de salir en procesiones a las calles, donde ha habido un gran ambiente social, no solo por parte de los barbastrenses, también de los numerosos visitantes que han estado en la ciudad. Los efectos de la declaración de Interés Turístico Nacional se dejan notar cada vez más”.

En este sentido, la valoración final fue “superpositiva después de dos años sin procesiones y el esfuerzo consiguiente para organizarlas, de nuevo, pero las cofradías han estado de lleno y hemos visto muchos cofrades jóvenes, lo que es una buena señal, así como dos tallas nuevas que enriquece el patrimonio religioso”.