Somontano

OBITUARIO

Muere el jotero Joaquín Campodarve a los 91 años

Deja la estela propia de grandes joteros rondadores, en especial de la provincia altoaragonesa.

Joaquín Campodarve
Joaquín Campodarve
Á. H.

Joaquín Campodarve, natural de Pozán de Vero (5 marzo 1931) donde tiene calle propia en el número 7, ha fallecido este miércoles en Barbastro con 91 años de edad. Deja la estela propia de grandes joteros rondadores, en especial de la provincia altoaragonesa. Campodarve fue alcalde entre los años 1964 a 1972. Los vecinos le dedicaron un homenaje con motivo de la XV Semana Cultural, en abril de 2002 y la Academia de las Artes del Folklore y la Jota le incluyó entre el homenaje a 48 aragoneses, en 2019. En los reconocimientos fue uno de los Altoaragoneses del Año.

La estela será muy alargada poque los grandes joteros nunca mueren y su historia es muestra de fidelidad, amor y cariño propio de una persona con ingenio suficiente para improvisar jotas al final de actos, de fiestas y de eventos sociales. De antemano, casi todos los asistentes, desde el alcalde al párroco, familiares y amigos sabían que Campodarve cantaría “otra jota” sin necesidad de insistirle porque conocían sus buenas costumbres.

Joaquin, además de jotero, era agricultor y cantaba coplas a las oliveras, a diario “para animarlas” entre ellas una que plantó su tatarabuelo Ambrosio contaba en una entrevista en Diario del Alto Aragón en la que compartió con el “periodista y amigo” su historia, propia de una familia de trabajadores en la que había tiempo “para casi todo”. Desde cantar jotas en Radio Juventud de Barbastro (1954) con el maestro Fidel Seral de testigo. Además, encontró tiempo para ser alcalde de Pozán de Vero entre 1964 a 1972.

La historia ha sido muy densa en datos, hechos y anecdotario recogidos en el libro escrito por el periodista José Luis Pano, editado por la Asociación Cultural de Pozán de Vero en 2002. Las 265 páginas son buen recopilatorio sobre la trayectoria del jotero rondador que cantó en el 90 por ciento de los pueblos en Huesca desde que debutó en 1954 en Barbastro hasta que en 2002 dijo que no quería cantar más, aunque “me vi negro para dejarlo”. A partir de entonces, su casa ha estado abierta a los compromisos de una jota.

Joaquín Campodarve y la Jota han sido tan indisolubles como el matrimonio con Victoria Vida que celebraron Bodas de Oro el 14 de noviembre de 2009, en el mismo altar donde se casaron en la Catedral de Barbastro. Con tiempo se preparó para la ocasión, “Victoria me dijo que el día de las bodas de oro bien me cantarás quince o veinte coplas”. De aquel matrimonio, tres hijas, María Ángeles, Mariví y María Jesús, con el tiempo dos nietos, Andrés y Joaquín.

En su trayectoria escribió “miles de coplas” porque fue maestro de la improvisación y era complicado “pillarle desprevenido” porque siempre llevaba jotas en el bolsillo, “¡hombre, claro, nunca te pueden coger descalzo del todo” comentaba con buen humor. En este sentido decía que “si estás en ambiente festivo y escuchas una guitarra es muy fácil cantar una jota”. Testigo directo de acontecimientos, festivales, rondas, comuniones, bodas, e inauguraciones. De los joteros que ha conocido se quedó, entre los mejores, con Vicente Cambra, Carmelo Betoré, Ramón Bareche, Lera, Jesús Gracia, Paco Lasierra, José Antonio Villellas, Javier Badules... “me he llevado bien con todos, siempre”

El archivo de documentos escritos a mano y en la máquina de escribir Pluma 22 que compró en Barbastro conforman un legado importante de este jotero rondador que cantaba a las oliveras “setenta y nueve años tengo y estoy plantando oliveras porque aún pienso que me quedan veinte o treinta primaveras”. Por eso, “si se volviera a nacer, agricultor y jotero siempre querría ser”, “me moriré cuando Dios quiera pero seré jotero, siempre”. Así quedará constancia. El entierro será este jueves en la iglesia parroquial de Pozán de Vero, a las 17 horas.