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JUSTICIA

Médicos psiquiatras difieren sobre la voluntad del hombre que mató a Hassna

El "trastorno delirante celotípico" de Abdelkader hacia su expareja es uno de los más peligrosos, según ha comentado este miércoles el doctor De Uña

El acusado por el crimen de Hassna, en la Audiencia Provincial de Huesca.
El acusado por el crimen de Hassna, en la Audiencia Provincial de Huesca.
Pablo Segura

Las discrepancias de los médicos psiquiatras encargados de revisar el estado de salud mental de Abdelkader M., han quedado patentes en la vista oral de este miércoles en la Audiencia Provincial de Huesca al afirmar varios de ellos que el acusado padecía un "trastorno delirante celotípico" como "uno de los más peligrosos" que le indujeron a matar a cuchilladas a su exmujer Hassna, en Barbastro y en presencia de sus tres hijos de 1, 5 y 13 años, el 30 de junio de 2021.

Así lo ha indicado el doctor en Psiquiatría, Miguel Ángel de Uña, quien ha definido el estado de Abdelkader "como uno de los trastornos más peligrosos de salud mental" al mismo tiempo que ha considerado que en la acción del agresor "se mezclan la celotipia, la situación de estrés de la persona por la venta del piso y un factor de descalificación hacia su mujer que combina la ansiedad con el odio" y que se desencadenan "con la impulsividad" del agresor que apuñaló a su exmujer, de la que se había separado dos años antes.

Esta ha sido una de la conclusiones expuestas este miércoles en la Audiencia Provincial de Huesca durante la cuarta sesión de la vista oral por la que once miembros del jurado popular enjuician a Abdelkader M., que se enfrenta a una prisión de 27 años de cárcel como presunto autor del asesinato de 12 cuchilladas a su exmujer Hassna, el 30 de junio del 2021 en Barbastro, que solicitan Fiscalía y acusaciones mientras que la defensa reclama para su representado la eximente completa por trastorno mental y su ingreso en un centro psiquiátrico.

En su exposición en la sala, el doctor de Uña propuesto por la defensa, ha indicado que después de las tres valoraciones realizadas este año a Abdelkader M. en la cárcel de Zuera, "padece un trastorno delirante crónico y persistente, que va dirigido al objeto persecutor que es su mujer". En su opinión, "se trata de un delirio tan potente que no puede resisitirse a cometer ese acto" en relación a las 12 cuchilladas que realizó sobre su expareja a lo que se "añade la circunstancia de separación entre cónyuges y una capacidad volitiva muy deteriorada que requiere de un control psiquiátrico". Una afirmación que discrepa de las informes de los psiquiatras del Imla el martes pasado en la que "habían afirmado que las capacidades volitivas y cognitivas no se encontraban afectadas".

Por su parte, el psicólogo Antonio Escartín Oliván, ha expresado en las conclusiones de su informe tras dos horas con casi 400 preguntas que le ha llevado a concluir que el acusado padece "una enfermedad psiquiátrica grave" fundamentada por elementos de trastornos de personalidad, agresividad, actitudes negativas hacia él y apatía".

Por otro lado, Jaime Cobo, médico forense del Imla ha recordado este miércoles su comparecencia a la jueza de Barbastro en 2019 a la que notificó que “el acusado presentaba estresores muy importantes que impedían el control de sus actos”, y que éste “precisaba de un control psiquiátrico muy estricto”.

En respuesta al letrado de la defensa, Javier Vilarrubí, el médico forense del Imla ha tildado la situación de “delirio celotípico” en el que este tipo de personas “son conscientes pero están inmersos en sus creencias delirantes y sus actos son coherentes con la ideación de perjuicio y engaño” y Cobo ha señalado que en 2019 consideró al acusado “inimputable” por la paranoia que presentaba en el momento de su evaluación psiquiátrica. Y respecto a los hechos que se enjuician, Jaime Cobo ha atribuido la acción del acusado como “resultado de su enfermedad y una tensión acumulada durante muchos años”.

Por otro lado, la psiquiatra del Centro de Día de Huesca, Leticia Galán, que trató a Abdelkader en sus dos ingresos en el año 2019 ha descrito que “éste tenía mucho miedo a perder el control” por su estado de celotipia y su tendencia “a somatizar su enfermedad por los pensamientos negativos derivados de la situación que atravesaba e iba generando”. Para la psiquiatra del Centro de Día, “tanto las iras delirantes como la hipersensibilidad le eran difíciles de controlar”.

Secuelas en los niños que presenciaron la escena

Durante la vista oral celebrada este miércoles ha comparecido la psicóloga Eva Benavides, del Imla, encargada de emitir un informe de las secuelas en los dos menores de 5 y 13 años que presenciaron el momento en el que su padre acuchillaba a su madre.

Respecto al estado del hijo mayor, han indicado que tras presenciar los hechos, “sufre estrés postraumático con pensamientos relacionados con ese día, flash-backs sobre lo ocurrido, trastornos del sueño, dificultad para concentrarse, evitar hablar del tema y recordar lo sucedido…”

Sobre el hijo mediano ha indicado que las secuelas han sido “enuresis, pesadillas o evitación”.

Según la psiquiatra del Imla, “para el menor supuso un ruptura total de de su vida habitual por la pérdida tan traumática de su madre” e incluso ha considerado que "los síntomas de estrés postraumático pueden aparecer en cualquier momento de su vida”.

Por su parte la psicóloga de Salud Mental de Servicios Sociales, Mercedes García Lacoma, el hijo mayor “se sentía muy culpable de no haber podido hacer nada en el momento de los hechos” y ha dejado que “es un estrés postraumático que llevará de por vida, que puede contener episodios de estrés como adulto”. Precisamente, ha indicado que el menor ha pedido acudir a un instituto de Huesca y subir a Barbastro los fines de semana. Y ha dejado que los dos niños “van a precisar de un tratamiento psiquiátrico de por vida”.

En el juicio también ha comparecido la trabajadora social de la Unidad Mental de Barbastro que atendió a Hassna en 2019 quien ha recordado que “Abdelkader amenazó a ella y a sus hijos de que los iba a matar, y de quemar la casa”. “Ella se mostraba muy preocupada por lo que le pudiera ocurrir a sus hijos”, ha relatado las trabajadora social.

Al final de la vista oral de este miércoles ha tenido lugar una reproducción de la llamada del hijo mayor al 112 una vez que ocurrieron los hechos el 30 de junio del 2021 en la que este solicitaba auxilio mientras una voz grave de fondo decía “mi padre ha matado a mi madre” además de la llamada posterior del Servicio del 112 a Urgencias.

Para mañana jueves está previsto que las diferentes partes expongan sus conclusiones finales a la espera del veredicto del jurado popular.