Somontano

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Jornada emotiva de reencuentro de los alumnos en el antiguo Colegio Pedro I

El edificio, de hace más de 80 años, podría tener los meses contados en cuanto comiencen las obras para la ampliación del Centro de Salud de Barbastro

Grupo de alumnos del primer curso de Bachiller Elemental, en el antiguo Colegio Pedro I de Barbastro.
Grupo de alumnos del primer curso de Bachiller Elemental, en el antiguo Colegio Pedro I de Barbastro.
A. H.

EL ANTIGUO Colegio Pedro I no tiene fecha concreta de caducidad, pero el derribo del edificio que se construyó hace más de 80 años en tiempos de la II República Española podría tener los meses contados en cuanto se inicien las obras del nuevo Centro de Salud en terrenos cedidos por el Ayuntamiento para llevar a cabo este proyecto del Gobierno de Aragón, que ha consignado 8.394.132 euros entre dos anualidades. En el pleno municipal del próximo martes, 29 de noviembre, está previsto que se apruebe la licencia de obras porque la Comisión de Urbanismo aprobó el Estudio de Detalle. La firma del contrato entre las partes afectadas está prevista en diciembre.

A partir de entonces, cada día que pase será uno menos para el viejo edificio que fue Instituto de 2ª Enseñanza de Barbastro, Instituto de Enseñanza Media y Profesional (1950) y por último, Colegio Pedro I, hasta 2010 cuando el director Paco Durán cerró las puertas por última vez.

Antes de que el antiguo colegio sea pura historia, 30 alumnos del primer curso de Bachiller Elemental del antiguo Instituto que se iniciaron en 1963 y finalizaron en junio de 1970, se reunieron este jueves para vivir una jornada de sensaciones emotivas y agridulces. El encuentro se celebró 59 años después de finalizar el curso y llegaron a Barbastro desde diferentes provincias para “recordar” el viejo colegio “antes de que lo derriben”, explicó Miguel Ángel Fierro, uno de los promotores del encuentro.

Dos años ha costado localizar a casi todos los antiguos compañeros y salvo dos, la respuesta ha sido “satisfactoria, es un sueño hecho realidad porque lo planteamos antes de la pandemia y ha llevado mucho trabajo. La visita ha sido emotiva y nos produce sensaciones diferentes. Por una parte, se siente porque ha sido parte de nuestra vida, por otra se comprende si es para ampliar el Centro de Salud, muy necesario”.

Miguel Ángel y sus compañeros entraron al colegio, con autorización del Ayuntamiento. “Esto es impresionante porque la respuesta ha sido masiva, con algunos nos vimos por última vez en Reválida de séptimo curso en junio de 1970”. Carlos Albás vino desde Zaragoza, “habría ido a Sevilla si fuera necesario, lo tengo claro”. José Subías “Pepín” que fue piloto de aviación y colaborador de Radio Cadena Española, reside en Valencia, “este reencuentro tiene mucho contenido, nos hemos visto antiguos compañeros. Me da pena que derriben el colegio, pero es en beneficio del progreso para construir el Centro de Salud. Son sensaciones agridulces”.

Juan Moreno se apuntó a la nostalgia, “estuve cinco cursos y nos formamos para estudiar diferentes carreras. No se trata de cuestionar si deben derribarlo o no porque los edificios tienen caducidad. Es una lástima, pero en beneficio de la sociedad”. Juan Serena, natural de Campo, vino desde Logroño, “se siente mucha nostalgia, me duele que lo tiren, pero no queda más remedio que aceptarlo. Los recuerdos durante siete cursos se acumulan. Hoy es una jornada emotiva por el reencuentro con muchos compañeros que no había visto”.

Horacio Boto reside en Barbastro y fue el único profesor que asistió a la convocatoria, “es una gran alegría, te sientes más joven, estuve veinte años hasta que pasamos al Instituto Hermanos Argensola y después a FP. Me ha dado mucha pena entrar para hacernos la foto en la escalera. Lo mejor en aquella etapa fue la unión que había, solo estábamos doce profesores, se hacía todo lo posible para sacar adelante cada curso y los resultados fueron muy buenos”.