Somontano

“La agricultura 4.0 es estar preparado para el mañana”

El barbastrense Adrián Pueyo regenta una empresa que aplica las nuevas tecnologías al sector del almendro

Cosechadora de almendras con tecnología avanzada.
Cosechadora de almendras con tecnología avanzada.
Á. H.

La agricultura 4.0. basada en la aplicación de tecnologías digitales ha venido para quedarse en el sector y está entre las herramientas que pueden contribuir de manera significativa en el proceso de cultivo en el sector de la agroindustria. En opinión de los expertos, es esencial “entenderla como algo esencial para que sea más rentable y sostenible”. Se refiere al conjunto de tecnologías centradas en la digitalización con el objetivo de optimizar la cadena de producción.

Se trata de equipos software y sistemas que pueden mejorar el proceso haciéndolo más rápido, económico y sostenible, según las informaciones técnicas consultadas. En la práctica, significa una combinación de tendencias y datos en tiempo real que sirve de guía para que los productores tomen decisiones más acertadas en sus empresas agrícolas. En definitiva, se trata de tecnología digital para realizar procesos agrícolas productivos, autónomos y eficaces, desde el tratamiento del suelo para un cultivo hasta la recolección de una cosecha de alta calidad.

El barbastrense Adrián Pueyo creó hace un año la empresa Syr Altoaragón.
El barbastrense Adrián Pueyo creó hace un año la empresa Syr Altoaragón.
Á. H.

El emprendedor barbastrense Adrián Pueyo creó la empresa Syr Altoaragón S.L. hace un año, el 26 de abril de 2022, basada en aplicar la agricultura 4.0 en la evolución tecnológica del sector agrícola, en este caso concreto, la almendra. En su caso, está convencido de las ventajas de aplicar nuevas tecnologías y de quienes opinan que la agricultura 4.0. es “estar preparado para el mañana”.

En esencia, apunta que “se basa en el cierre del proceso de digitalización de cultivos desde el tratamiento del suelo hasta la recolección de una cosecha de alta calidad. Al agricultor le sirve para tomar decisiones y, aunque funciona hace unos años, es ahora cuando se aplica con más intensidad sobre todo por parte de grupos determinados”.

La orientación recibida desde Asaja Aragón fue de mucha utilidad para crear su empresa en Barbastro y se inclinó por almendros, cereales y olivos, “entre los de más rentabilidad en el sector, aunque no están exentos de la necesidad de la lluvia porque la campaña se presenta dura por la sequía. El almendro sufrirá mucho si esto no cambia, en secano”. En la práctica, la 4ª Revolución Industrial donde se enmarca la aplicación de la agricultura 4.0 depende del tiempo, también.

“El pequeño agricultor no tiene grandes explotaciones, pero el concepto tradicional ha cambiado y se ajusta a otras necesidades y criterios de producción. Ya no se trata de aprovechar rincones de una finca, por ejemplo, sino de aplicaciones basadas en decisiones que tengan repercusiones en una cadena de producción”, explica Adrián Pueyo. En la empresa que gestiona ya tiene experiencias por los resultados de la agricultura 4.0. “De alguna manera, se trata de digitalizar el cultivo para tomar decisiones posteriores que pueden mejorar el proceso de producción”, apunta.

Los drones agrícolas son una de las innovaciones utilizadas para visualizar el cultivo de forma panorámica con capacidad para identificar ataques de plagas, falta de riego, fallos en la plantación y el seguimiento de animales. Los tractores autónomos realizan funciones de forma autónoma en el cultivo mediante sensores tecnológicos e inteligencia artificial. Los software de decisión ayudan al agricultor en diferentes factores.