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María Carmen Huguet: "Tengo más de 1.500 pares de zapatos en mi casa"
Natural de Barbastro (julio 1953), ha pasado su vida laboral entre zapatos, ropas de moda y atención al público durante 54 años

La sonrisa es el lenguaje universal de las personas inteligentes. ¿Cree que sonreímos poco?
—La sonrisa expresa sentimientos de satisfacción. En mi trabajo es necesaria.
¿Cuáles son sus criterios de selección de las personas?
—Aprecio mucho la estima.
¿A quién le haría la reverencia sin dudarlo?
—No me arrodillo ante nadie, salvo en la Iglesia.
¿Cuántos pares de zapatos tiene en casa?
—Más de 1.500 he contado.
De vestir, cómodos, elegantes, de plataforma, bajos… elija
—El de tacón alto, siempre, y de vestir.
¿Cuál es la clave para llevarlos bien sin temor a las caídas?
—Saberlos llevar con estilo.
¿Qué zapatos están a la moda?
—Los deportivos, por desgracia. No me gustan nada.
¿De dónde le viene su afición al coleccionismo?
—Desde que comencé a trabajar en Calzados Bruno y ha sido mi escuela. Vivo rodeada de zapatos en excelente estado de conservación, cada par en su caja.
Al paso que va, su nieta Martina tendrá una zapatería completa…
—Calzo el 36 y cuando ella sea mayor, que no la veré porque tiene meses, creo que calzará más que su abuela.
¿Se considera una mujer estilosa?
—Es sinónimo de buen gusto, actitud, educación y clase. Me ha gustado, siempre, vestir a la moda sin que la moda me imponga nada. Ser elegante no es tan complicado como parece.
¿Qué es la moda en la vida?
—Necesaria, aunque es mejor vestir a tu gusto.
¿Cuántos años lleva entre mostradores y probadores?
—Más de media vida, 54 años, para eso es esencial que te guste trabajar.
¿Qué deberían aprender quienes empiezan?
—Saber estar a la altura, atender bien y entender que el cliente siempre tiene la razón. En muchas ocasiones hay que dársela.
¿Qué significa vender bien?
—A simple vista, cuando una persona entra en la tienda tienes que percibir sus intenciones. Lo demás viene por añadidura.
¿Cuáles son las claves para vender bien en un negocio?
—La respuesta a tres preguntas: por qué, cómo y qué vendo.
¿Es lo mismo vender con arte que el arte de vender?
—Son cosas diferentes pero el arte de vender es esencial.
¿La pasión por aprender ha sido una constante en su vida?
—Hasta que me vaya, siempre.
¿La banda de concejala del Ayuntamiento iba a tono con sus vestidos o se vistió en consonancia con la banda?
—El día que tomé posesión me puse lo que me gustaba, un traje pantalón.
Tanto como le gusta hablar, ¿cómo aguantó los plenos sin decir nada?
—Me costó muchísimo y me aguanté callada.
¿Se quedó con ganas de decirle cuatro palabras a alguien?
—A más de uno, eso seguro.
¿Cree que Barbastro está de moda?
—Es una ciudad con muchas posibilidades aprovechables.
¿Es cierto que su jefe -Nacho Bernad- tiene más horas que un reloj?
—No cabe duda. Es incombustible.
¿Se considera la Morena de Barbastro?
—Desde que mi marido se llamaba Moreno y en Calzados Bruno estábamos cuatro Mari Carmen, así que me llamaron Morena y se ha quedado.
Tres Ángeles en su vida, padre, marido, hermano y una Cruz, su madre ¿tiene ganado el cielo?
—Eso son palabras mayores. Me siento feliz con mi familia y mis nietos, Mario y Martina, la doble M. El obispo Ángel sí que lo tiene ganado.