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Albert Artero, empresa familiar más antigua de Barbastro, cesa en el negocio

Echa el cierre después de 181 años, “al no disponer de sucesión viable” según informa en una carta fechada en abril

Interior del establecimiento.
Interior del establecimiento.
Ángel Huguet

Albert Artero S.L. la segunda empresa más antigua de la ciudad fundada en 1843 y entre las más longevas en Aragón, ha anunciado el cese de su actividad ininterrumpida después de 181 años, “al no disponer de sucesión viable” según informa en carta fechada en abril, firmada por los hermanos Lourdes, Francisco y Enrique Albert Artero -tataranietos del primer titular- y Concepción Abadías. El cierre está previsto el día 21 de junio y mientras, la actividad seguirá en el almacén “con relativa normalidad para atender los encargos en la medida de nuestra disponibilidad”.

En la carta, se constata “el profundo y sincero agradecimiento por la fidelidad y lealtad incondicional que nos han demostrado a lo largo de todos estos años y que nos ha permitido gozar de tan dilatada existencia”. Al mismo tiempo, se indica la correspondencia mutua de “un ejercicio humano, serio y responsable de nuestra actividad”.

El tejido empresarial local, también el altoaragonés, perderán su referencia más antigua y de las más emblemáticas desde que el comerciante Vicente Bosque Argueras fundó la empresa en 1843. A partir de entonces, el negocio ha estado en manos de seis generaciones familiares hasta la fundación de Almacenes Artero (1965-1989) con Francisco Albert y Concepción Artero.

Exterior del edificio.
Exterior del edificio.
Ángel Huguet

En el año 1989, se adoptó la forma jurídica de Sociedad Limitada y pasaron a formar parte de la misma los cuatro miembros de la familia Albert-Artero, entre ellos Lourdes que es la actual titular. El negocio nunca ha cambiado su ubicación entre calles General Ricardos y Oncinellas donde “Casa Artero” fue una referencia popular en el antiguo edificio, hasta 1969, y sigue en el actual construido en la etapa de Francisco José Albert y su esposa Concepción Artero.

La actividad se basa en la venta al por mayor y menor de artículos, en especial de textiles, mercería y juguetería por las provincias de Huesca, Zaragoza, Lérida y Navarra donde los comerciales han viajado para visitar a la extensa red de clientes que incluye zonas rurales. Sinónimo de garantía de servicio que sólo se interrumpió por la colectivización del negocio (1936-1939) y los fuertes daños materiales ocasionados por un bombardeo en 1939.

Los efectos del desbordamiento del río Vero, en el año 1963, ocasionaron graves desperfectos porque el agua alcanzó 1’87 metros sobre el nivel de la calle pero la empresa no cesó en su actividad y siguió delante tras superar las dificultades. En el historial destaca la actividad importadora de artículos para venta procedentes de Solïngen y Hamburgo (Alemania) y de Bohemia (Eslovaquia) que la convirtieron en la única del sector con proveedores internacionales tan lejanos.

La fidelidad de la clientela han sido dos aspectos básicos en la historia de este negocio familiar Así lo reconoció la Fundación Basilio Paraíso en el año 2011 con la entrega de una medalla acreditativa de su trayectoria entre las empresas aragonesas más antiguas. Por su parte, el semanario local El Cruzado Aragonés (1903) le concedió la Almendra de Oro en 2023.