Cultura

MÚSICA

Del vermú a la pista de baile

Crónica musical de un sábado lleno de opciones en la capital oscense

Del vermú a la pista de baile
Del vermú a la pista de baile
L.LL.

HUESCA.- Aunque pueda parecer extraño, todavía hay gente que piensa que en Huesca no hay alternativas para escuchar música en directo. Cuando la realidad es justamente la contraria: cada fin de semana se abre en la capital oscense un abanico de opciones musicales que cubren un amplio espectro de gustos y tendencias.

Sin ir más lejos, el sábado, en el marco de una jornada dominada por los entresijos del festival de Eurovisión (que fue ganado por Holanda y en el que España quedó quinta por la cola), el arco estilístico abarcó del jazz de la era clásica a la música de baile de raíz negra pasando por el pop de arte y ensayo. Y todo ello sin contar las sesiones de DJ Sherki y Galactribe 303 en el reencuentro propiciado por el mítico bar Tránsito, el set de reggae y dub de Clemente DJ en el bar La Estrella, el concierto de la Coral Diego Pontac en la despedida de Huesca de la Compañía de Jesús, el concierto de plectro del ciclo Música en las Plazas en el Pasaje Arco Iris o el paseo por el centro de la ciudad de la Banda de Música de Huesca acompañando el desfile de "¡menudo arte!" para celebrar el Día Internacional de los Museos. Todo un universo de sensaciones sonoras.

UN VERMÚ CON SWING

Una de las primeras citas de la jornada fue protagonizada por The Swinging Pools, que actuaron en la Placeta de la Cruz Roja en una sesión vermú organizada por la Asociación de Vecinos del Barrio de María Auxiliadora en el marco de sus jornadas reivindicativas de convivencia, que este año sustituyen a sus tradicionales fiestas.

La actuación de este cuarteto oscense se produjo dentro de una edición especial del festival Garrampa Pop, que en esta ocasión cambió de franja horaria y se vio reducido a un solo concierto. Para animar la mañana, Kike Lera (voz y percusión), Juan Blas Arellano (guitarra), Jorge Ramón (clarinete y saxo) y Gerardo López (trompeta) se embarcaron en un ameno recorrido a través del swing, el jazz manouche, el ragtime, el dixie y el jazz clásico en general, ofreciendo unas estimulantes revisiones de standards como It don´t mean a thing de Duke Ellington, el ragtime That´s a plenty, el siempre agradecido Mr. Sandman de The Chordettes o ese When you´re smiling que popularizó Louis Armb, entre otras perlas de la era clásica del jazz.

ARTE SONORO

Ya hace muchos años que las galerías de arte comenzaron a utilizarse para dar cauce a ciertas inquietudes musicales. La galería oscense La Carbonería, en el marco de la exposición Ni dicho ni olvidado, de Javier Aquilué, sirvió de improvisado escenario para un breve concierto a cargo del propio artista oscense, conocido también como componente del grupo Kiev Cuando Nieva. Clara continuación de su propia concepción del arte y de la futilidad de sus gifs, Aquilué apostó por la evanescencia y la sutileza a la hora de abordar una serie de piezas (entre ellas, algún avance del próximo álbum de Kiev Cuando Nieva) que oscilaron entre el pop de arte y ensayo, el paisajismo sonoro, la psicodelia más ensoñadora y el krautrock en su vertiente planeadora.

Para dar forma a todas estas referencias se sirvió de toda una artillería instrumental que incluyó guitarra, banjo, sintetizador, tambor, acordeón o un harmonio, tocado más a la manera de Ivor Cutler que a la de Nico. El empleo de loops creó un efecto hipnótico y sugerente entre un público que abarrotó la galería y que disfrutó especialmente con una bellísima revisión de esa gema que es By this river, de Brian Eno. Una actuación que podría haber formado parte perfectamente del Microfest que se celebró el día anterior en la Sala Genius.

GROOVE EN LA PISTA

Y una buena forma de terminar una jornada tan melómana era asistiendo al concierto que el joven grupo vitoriano Last Infusion realizó en la sala El Veintiuno. Ante una audiencia reducida pero extraordinariamente entusiasta, el cuarteto fue desgranando un repertorio basado en el groove y fundamentalmente orientado a la pista de baile. Una música que posee evidentes puntos de contacto con la de artistas tan diversos como pueden ser Amy Winehouse, M People o los Brand New Heavies. Del neo-soul al acid jazz, pasando por el funk o el R&B, el abanico estilístico es amplio en una banda que funciona con tanta precisión como emoción y que basa una gran parte de su efectividad en el carisma y la voz, llena de feeling y garra, de su cantante Nerea Abecia.

El eje central de su concierto lo constituyó su reciente EP Between the lines, del que interpretaron temas tanto en castellano como en inglés, entre ellos You and me, Fight no more, Agua, Luz de la mañana o el que da título al disco, además de otros como Together we can o Fuego. Se despidieron con un ardiente bis en el que sonaron Te he visto bailar y Anything I want, que dejaron plenamente satisfecho al entregado público.